Jonathan José Agüero Olmos, un preso que había violado la prisión domiciliaria y escapó con la ayuda de familiares y vecinos que atacaron a golpes y amenazaron con armas a los efectivos que habían ido a buscarlo a la Villa Itatí para trasladarlo a un penal, se entregó en las últimas horas en sede judicial de Quilmes. Desde su entorno explicaron que huyó debido a un malentendido.
Agüero Olmos se presentó por sus medios ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) Nº 5 de Quilmes en compañía de una abogada, y quedó alojado en la alcaidía del edificio judicial.
El detenido, de nacionalidad paraguaya, cumplía desde el 25 de marzo de 2021 el arresto domiciliario bajo monitoreo electrónico en una vivienda de Chaco al 600, en el asentamiento que queda entre las localidades de Bernal y Don Bosco. Está involucrado en el marco de una causa por robo agravado por el uso de arma cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada y por su comisión en poblado y en banda.
Para acceder al beneficio de la prisión morigerada, que incluía salidas laborales, la Justicia le había impuesto condiciones. Entre ellas, presentarse a trabajar en una cooperativa en Villa Itatí. Pero Agüero Olmos incumplió con las medidas que debía seguir.
Por ese motivo, el TOC N°5, que iba a empezar a juzgar al detenido el próximo 30 de marzo, ordenó -atento al riesgo de fuga- que se le revoque la domiciliaria al acusado, y ordenó su traslado a un penal bonaerense.
“Se han verificado circunstancias debidamente corroboradas por personal del área de monitoreo electrónico, que hacer presumir al suscripto que Jonathan José Agüero Olmos no se encuentra cumpliendo con las obligaciones impuestas al momento de concederse tanto la morigeración de la prisión preventiva como el beneficio de salidas laborales, pudiendo suponer asimismo, que se encontraría cometiendo nuevos hechos delictivos”, señala el informe del tribunal.
Además, los jueces entendieron que “la conducta asumida por Agüero Olmos pone palmariamente en evidencia la proclividad a no respetar reglas, aún ante una posición diferenciada, como lo es poder transitar la prisión preventiva de modo morigerado en detención domiciliaria”. “No supo capitalizarlo y, por el contrario, optó por ausentarse del domicilio sin consentimiento”, agregaron.
De esa manera, fueron a buscarlo el 20 de marzo último. Una patrulla del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), apoyada por la policía provincial, llegó hasta el domicilio de la Villa Itatí, y se disponía a trasladarlo esposado en un móvil de la Fuerza. Pero en ese momento, vecinos y familiares del preso se aproximaron a los gritos y los atacaron con palos.
Incluso, a algunos de los penitenciarios -que eran en total siete- los hicieron descender de los móviles a golpes y bajo amenazas con un arma de fuego para evitar que se llevaran a Agüero Olmos.
La situación fue aprovechada por el propio detenido que, esposado, logró escapar del SPB, cuyos efectivos luego de varios minutos lograron salir del barrio de emergencia, y fueron directamente a la comisaría de la zona para asentar la denuncia y dar la alerta a la fiscalía de turno de Quilmes sobre la fuga del detenido.
Los oficiales fueron revisados por médicos legistas, quienes constataron que presentaban hematomas por golpes de puños, palazos y rasguños en distintas partes del cuerpo.
Desde el entorno de Agüero Olmos aseguraron a Infobae este miércoles que la gresca que desembocó con la huida del detenido se originó a raíz de un malentendido. Según explicaron, la Justicia nunca les hizo saber que le habían revocado el arresto domiciliario. En ese contexto, “policías de civil, sin identificación alguna, lo quisieron detener” en Villa Itatí “sin presentar la orden judicial pertinente”. “Le pegaron y él se asustó”, aseguraron.
Lo cierto es que Agüero Olmos está nuevamente preso. En las próximas horas será convocado a indagatoria para responder sobre su conducta.
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