Hoy por la mañana, Maximiliano Batista, mano derecha del prófugo Leonardo Cositorto y principal socio en la decena de firmas que conforman Generación Zoe, fue indagado por la Justicia en el penal cordobés de Bouwer por la fiscal Juliana Companys, que lo imputa por al menos 36 hechos de estafa en el marco de una asociación ilícita desplegada en la ciudad de Villa María.
Allí, en una declaración via Zoom, Batista aseguró ser inocente y se negó a declarar por consejo de sus abogados Miguel Ángel Pierri y Guillermo Dragotto. El motivo: según confirmó Miguel Ángel Pierri mismo a Infobae, la fiscal Companys se negó a mostrarle a la defensa los trece cuerpos de expediente del caso, una queja que también realizó la defensa de Norman Próspero, uno de los contadores de Generación Zoe, también preso en Córdoba. Al parecer, el silencio no es definitivo. “Batista va a declarar y va a hablar de todos los involucrados”, afirma Pierri, pero solo si la fiscal muestra el expediente completo.
Según el abogado, el reclamo se hizo en la misma audiencia. Allí, Companys relató las acusaciones. “Con todo respeto, la prueba es un relato”, sigue Pierri. “Por el artículo 312 del Código Procesal Penal cordobés, hasta que se le tome indagatoria a un acusado no puede ver el expediente”, asegura una fuente del MPF cordobés. Sin embargo, Próspero fue indagado hace más de un mes y hasta la semana pasada reclamaba la vista de las pruebas en un reportaje con este medio. La misma fuente oficial ratifica que el expediente está a disposición de cada defensa.
Graciela Díaz, abogada de Norman Próspero, asegura todo lo contrario: “Exhibir a la defensa 20 minutos los cuerpos de una causa, mientras se produce el acto de la declaración, no significa que estén a disposición. El ultimo decreto que me notificó respecto de mi pedido de copias es del 22 marzo. Con fecha 29 de marzo la jueza se expide, tras un segundo control que presenté, reiterando que a la brevedad entregue las copias. El Juzgado de control puede corroborar lo que digo. Hasta este momento no ha removido la confidencialidad ni ha decretado la entrega de las copias. Próspero necesita ampliar la declaración pero sin copias le he aconsejado que no puede hacerlo”.
La fuente del MPF afirma que el expediente está disponible para la vista, pero que “se dificulta hacer fotocopias”.
Batista -que por ejemplo, constituyó Generación Zoe en marzo del año pasado con Cositorto- está detenido desde hace casi dos semanas luego de haber llegado al país en un vuelo de Air France que partió desde Barcelona con escala en París para entregarse a las autoridades. Así, refutó la versión de la fiscal Companys, que aseguró que fue detenido. Batista afirmó que presentó pasaportes y atravesó controles migratorios en Barcelona y en París, y que incluso su defensa entregó copia de su pasaje a la fiscalía antes de su vuelo.
“Solo soy un coach ontológico”, se escudó, aunque está registrado desde junio del año pasado en los rubros de quiniela y juegos de azar de la AFIP. “¿Yo extendí un recibo, firmé algo? ¿Dónde están las intimaciones?”, presionó. Pero Batista también sintió la presión por otro frente. Su hija fue allanada en la semana previa a su llegada al país: la Policía Federal le secuestró un Mercedes Benz. Cerca del empresario preso aseguraron que su hija no tuvo relación con Generación Zoe. Sin embargo, la joven se mostró en actos promocionales del conglomerado, con fotos que difundió en sus redes sociales. También, diversos testimonios la señalan como la encargada de traer a bordo a Eduardo Llaser, autodenominado consultor en seguridad, quien a su vez incorporó a su socio, el ex juez y fiscal federal Héctor Yrimia.
Mientras tanto, el planeta Zoe ya muestra una guerra interna: cerca de Batista hablan de un conflicto entre el coach y Cositorto, enfrentados a Llaser e Yrimia. Otra causa en proceso en Comodoro Py que investiga la macroestructura de Generación Zoe y un posible lavado de dinero. En ese expediente, que tramita en el Juzgado Federal N°1, Batista todavía no se encuentra imputado.
El expediente ya tiene los resultados de más de una decena de allanamientos y es nutrido por información de la PROCELAC, que incorporó datos de los movimientos de criptomonedas de la firma, con billeteras que quedaron vacías. Los números superan los 9 millones de dólares en USDT, una cripto atada al valor dólar, así como Bitcoin y TRON.
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