Ayer, un grupo de 22 detenidos se amotinó dentro de un calabozo en la Comisaría 3A de la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Once. Reclamaban ser trasladados. La situación, finalmente, fue controlada y casi todos los presos fueron llevados a otras sedes policiales. Pero no fue la única dependencia policial donde se vivieron momentos de tensión. Casi en simultáneo, los detenidos en una comisaría de Villa Urquiza armaron una revuelta que, afortunadamente, no pasó a mayores.
El hecho fue confirmado por fuentes del Ministerio de Seguridad porteño y quedó en evidencia en los audios de comando radioeléctrico de la fuerza a los que accedió Infobae. En ellos, desde la Alcaidía 12 solicitan el desplazamiento del grupo especial que interviene en motines. “Estamos teniendo un problema con los internos”, explican. Sin embargo, desde el otro lado le informan que los efectivos requeridos se encontraban en la Comisaría 3A tratando de controlar a los amotinados.
En la Alcaidía 12 hay 14 detenidos. Durante el intercambio de comunicaciones se explica que reclamaban “por el tema del racionamiento”. “¿Hay alguna persona herida? ¿Hay algún elemento cortopunzante que le pueda causar daño a las personas?”, preguntan de un lado. “No llega a haber nada del lado de los reos. Personal policial ileso al momento”, responden.
Luego, le recomiendan al personal de celadores de la Alcaidía 12 que se pongan a resguardo y, mientras aguardaban el apoyo, que “va a demorarse” porque “ya están en una intervención por un motín”. A la vez, le sugieren: “Si puede mediar de palabra con algún referente o algún recluso que oficie como tal, vaya realizándolo por favor”.
En este contexto, por último desde la Alcaidía 12 también piden la colaboración de la unidad de Despliegue de Intervenciones Rápidas (DIR), que se creó hace dos años con la misión de hacer frente a las nuevas modalidades delictivas, como así también poder brindar apoyo a personal de calle. Con el correr de los minutos, la tensión se diluyó y la situación se normalizó.
Mientras desde la Alcaidía 12 solicitaban ayuda, en la Comisaría 3A, ubicada la calle Lavalle 1958, en el límite entre los barrios porteños de Balvanera y Recoleta, perduraba la tensión. De acuerdo con las fuentes consultadas, el pedido puntual de los reclusos amotinados era que los trasladaran a cárceles del Servicio Penitenciario Federal, que vive hace meses un escenario de tensión con el Ministerio porteño que reclama cupos para trasladar detenidos mientras enfrenta una fuerte sobrepoblación.
Para darle fuerza a sus pedido, los líderes del motín realizaron un tabique en la puerta de acceso con los elementos que tenían a su alcance. Además rompieron parte del mobiliario dentro de la celda y los baños. El objetivo era evitar que ingresaran grupos de apoyo.
Las versiones iniciales del caso dieron cuenta de un violento motín, en el que incluso habrían tomado como rehén y apuñalado a otros compañeros de calabozo. Sin embargo, luego de finalizada la rebelión, fuentes oficiales luego afirmaron que la sede policial porteña nunca fue tomada y que tampoco la intención de los detenidos era darse a la fuga. Muchos menos, reos acuchillados. Su único objetivo era lograr el traslado, que finalmente se dio, aunque no al destino que pretendían.
Los 21 detenidos fueron trasladados a distintas alcaidías de la Ciudad de Buenos Aires, no a penales. Después de que los retiraron de la comisaría, se realizó una inspección de los calabozos y se corroboraron los graves daños dentro del mismo, que implican la imposibilidad de alojar detenidos por el momento. Además, se encontraron entre el patio y los baños una decena de facas.
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