César Hnatiuk (26) recorrió más de 1.000 kilómetros para disfrutar del Lollapalooza en el Hipódromo de San Isidro. Oriundo de la ciudad misionera de Posadas, jamás imaginó que su estadía en Buenos Aires lo convertiría en el protagonista de una historia que se hizo viral y que terminaría de una manera impensada.
La alegría y la emoción que tenía por ver a sus bandas favoritas se le fue el primer día, cuando percibió que había perdido su teléfono celular en medio de la multitud. A pesar de los esfuerzos que hizo para tratar de encontrarlo, eso no ocurrió y la impotencia fue aún mayor cuando descubrió que alguien había ingresado a su cuenta de Mercado Pago y transferido el total de su saldo -unos $38 mil- a un usuario desconocido.
El hecho ocurrió el viernes 18, pero César hizo la denuncia policial un día después. Luego, contó lo sucedido en su cuenta de Twitter y sorprendió a todos al revelar el nombre del supuesto ladrón.
“Que lindo encontrar un celular en el Lolla. No me pasó pero eso habrá dicho Adriel Castaño de Lanús cuando encontró el mío y se transfirió plata facilitándome su CUIL y con 3 clicks obtuve su domicilio, lugar de trabajo y hasta la hora a la que se sienta a cagar”, tuiteó César.
Su desahogo causó tanta repercusión que fue el propio Adriel Castaño quien se comunicó con él para disculparse y encima pedirle un favor, según le contó el damnificado a Infobae.
Le dijo que si quería recuperar el dinero tenía que borrar su nombre porque se sentía escrachado injustamente.
“Yo soy un chico de bien, tengo una hija y mi familia. Nunca jamás le saqué nada a nadie. Quiero ayudarte y que borres mi nombre. No quiero perder mi trabajo, tengo una familia que mantener”, le escribió Adriel desde una cuenta de Twitter que creó especialmente para comunicarse con él porque no era usuario de esa red social.
Sin faltarle el respeto y tratando de persuadirlo para que le devolviera el dinero robado, César le respondió: “Yo no puedo tener compasión, me vaciaste la cuenta y me dejaste en cero, tuve que pedir a conocidos hasta para comer. La ambición te pudo más”.
Adriel le explicó que habían intentado venderle su celular y que al observar que no estaba bloqueado, entró a Mercado Pago y se hizo la transferencia. “Yo trabajo, nunca lastimé a nadie ni le saqué nada a nadie pero como vivo en un barrio humilde venden muchas cosas así. El celular yo no lo compré. Me lo vinieron a ofrecer y lo revisé. Estoy dispuesto a darte una solución porque no quiero perder el trabajo”, le dijo el joven oriundo de Lanús en otro de los mensajes a los que accedió a ver este medio.
Su preocupación era porque había trascendido el nombre de la empresa en la que trabajaba y temía que sus empleadores también se hicieran eco de ese tuit y reaccionaran en su contra.
Si bien César admitió que “fue un descuido” suyo y no un robo, entró en crisis cuando se percató que le habían vaciado la cuenta de Mercado Pago porque se había quedado sin el dinero que había ahorrado para pagar los gastos de ese fin de semana en Buenos Aires. “Lo que sí considero robo es el ingreso a mi cuenta y la transferencia de mi dinero”, se indignó César, con justa razón.
Consultado acerca de cómo Adriel pudo acceder a su cuenta sin la clave correspondiente, el joven explicó: “Mi patrón era una simple ‘C’ y nada más que eso, con pocos intentos lo habrán desbloqueado y tuvieron acceso a todo”.
Incluso, cuando hizo el reclamo ante Mercado Pago le confirmaron que Adriel también habría intentado transferirse otros $20 mil de unas tarjetas que tenía vinculadas, pero la operación salió denegada.
Hoy, gracias a la repercusión que tuvo su tuit César pudo recuperar su plata pero no pudo cumplir con la petición que le hizo Adriel: “A los medios no puedo pedir que eliminen la noticia y el tweet tampoco lo borré. No me nace tener compasión por alguien que me sacó $38 mil pesos e intentó sacar $20 mil más de las tarjetas vinculadas a la cuenta. Aparte, eso que me dijo ‘del teléfono no se nada’ debe ser mentira. Para mí que probablemente lo vendió por $2″.
A pesar de que la historia tuvo un final feliz y César pudo recuperar su dinero, fue atacado ferozmente por otros tuiteros quienes no le creían y lo acusaban de haber inventado toda esa historia para que le gente le donara dinero y pudiera volver a su ciudad natal.
Por eso, una vez que los $38 mil volvieron a su cuenta volvió a utilizar Twitter para expresar su agradecimiento a todos los que lo apoyaron.
“Con el mayor de los respetos, agradeciendo a quienes creyeron y compartieron y simplemente ignorando a los que bardean ya que cuando tenga que demostrar que lo que pasó es verdad lo haré sin problemas a quien deba; tengo que informar que hicieron justicia”, escribió para ponerle punto final a todo lo sucedido. Eso sí, lo tuvo que hacer desde una computadora porque aún no pudo volver a comprarse un teléfono celular.
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