El viernes 17 de diciembre pasado, en el barrio porteño de La Boca, una mujer salió a la calle completamente atemorizada en busca de auxilio. Un grupo de vecinos la asistió y la contuvo. La mujer explicó que desde hacía diez días vivía un infierno: dijo que su ex pareja la había secuestrado en la casa donde antes convivían, que había abusado de ella y que además había facilitado que otros hombres la violaran.
Efectivos de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad la acompañaron a la sede más cercana de la Oficina de Violencia Doméstica para que hiciera la denuncia. Un examen médico corroboró luego la presencia de diversas lesiones en su cuerpo que convalidaban su relato. Sin embargo, su agresor escapó.
Raúl Alberto Molina, obrero de la construcción de 44 años de edad –imputado por los delitos de abuso sexual agravado, privación ilegal de la libertas y lesiones– fue capturado en los últimos días, tres meses después de esa denuncia, en una casa de la ciudad bonaerense de Tandil, de donde es oriundo. Se ocultaba junto a su familia directa.
Según consta en la denuncia, todo empezó el martes 7 de diciembre último, cuando la víctima fue interceptada en plena calle por su ex, quien para entonces ya tenía una restricción judicial hacia ella por otra causa previa por violencia de género y lesiones. En ese momento, de acuerdo al relato de la víctima, Molina le sacó su teléfono, lo rompió y la llevó violentamente y a la rastra hasta la casa que alquilaba en La Boca, donde anteriormente habían vivido juntos.
Ahí, contó ella, Molina la retuvo contra su voluntad, abusó sexualmente de ella y permitió que otros hombres la agredieran y la atacaran sexualmente.
Después de pasar 10 días en cautiverio, la mujer aprovechó un momento de distracción en que su ex la dejó sola, escapó de la casa y volvió a denunciarlo.
La investigación quedó en manos del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°45 de Capital Federal, que acusó formalmente al hombre y le dio intervención a la fuerza porteña para capturarlo a mediados de enero. Sin embargo, una vez que Molina supo de la nueva denuncia de su ex, dejó su casa y se fugó.
A partir del análisis de salidas de la Ciudad, la búsqueda en perfiles de redes sociales, cámaras de seguridad y entrevistas a personas de la zona, los investigadores supieron que el prófugo tenía familiares en Tandil, ciudad en la cual años atrás ya había sido denunciado por violencia de género por la madre de dos de sus hijos.
Así, en los últimos días, personal de la División Contra la Salud y Seguridad Personal, perteneciente al Departamento Delitos Contra la Salud Pública de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía de la Ciudad, capturó al prófugo en plena vía pública de Tandil con la colaboración de efectivos la Policía Bonaerense.
Molina, efectivamente, se había mudado a esa ciudad, donde se ocultaba en la casa de su madre, ubicada en el barrio Las Tunitas. Tras ser capturado, Molina fue alojado en la Comisaría 3ra. de Tandil, desde donde fue trasladado luego a una celda en la Alcaidía 9 Bis de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, a disposición de la Justicia porteña.
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