Desde hace una semana se desarrolla el juicio por la muerte de Luciana Montaruli, una joven de 27 años de Mendoza que perdió la vida en la ciudad mendocina de Guaymallén, después de que el taxi en el que viajaba como pasajera fuera impactado por otro vehículo conducido por José Paulos, un médico de la ciudad de Luján de Cuyo, acusado de homicidio simple con dolo eventual.
Hoy, Paulos declaró ante el Tribunal encargado de enjuiciarlo. Según Diario UNO, el médico afirmó que al momento del accidente no tenía sus sentidos alterados por el consumo previo de alcohol en un boliche, que superaba cuatro veces el límite permitido.
“Sí, tomé alcohol pero no me sentía mal. Nadie que estuvo conmigo me dijo que estaba en mal estado”, declaró Paulos.
El accidente se produjo en la madrugada del sábado 19 de mayo de 2019. Montaruli viajaba junto a su amiga Fernanda Egaña, de 24 años, en un taxi hacia su domicilio, después de haber pasado la noche del viernes en una discoteca, en medio de lluvia. Cuando transitaba por Acceso Sur, entre Rodríguez Peña y Alsina, el taxi fue embestido desde detrás por un Volskwagen Gol conducido por el médico. El impacto fue tal que el taxi terminó por hacer un giro en campana y finalizó dado vuelta con el techo contra el asfalto.
Como si fuera poco, Paulos intentó fugarse del lugar pero fue frenado por otros automovilistas y luego, detenido por la Policía provincial. Como consecuencia del impacto, Montaruli perdió la vida al instante, mientras que su amiga y el taxista sufrieron heridas graves y quedaron atrapados en el vehículo. Recién pudieron ser rescatados cuando acudieron bomberos para cortar el metal del taxi.
El conductor del Gol, por su lado, fue sometido por la Policía a un test de alcoholemia, el cual dio un resultado de 2,06 gramos de alcohol en sangre, superando por más de cuatro veces el límite permitido de 0,5 grs.
En la declaración ante los jueces Ramiro Salinas, Alejandro Miguel y Mauricio Juan, Paulos afirrmó que en ningún momento se dio cuenta de que estaba lloviendo al momento del accidente. El hombre aseguró no haber manejado con exceso de velocidad, pero también advirtió que al momento del choque no había sentido la alarma por un potencial accidente.
“No tuve la necesidad de frenar (...) Cuando veo los tachos, -A metros del lugar del accidente había una obra en construcción sobre el Acceso- quiero ingresar a la derecha. Ahí pegué un volantazo y choqué al taxi”, dijo Paulos ante el Tribunal.
Durante la jornada del martes, también participaron del juicio peritos mecánicos que intervinieron en el análisis del choque. El informe oficial de la Policía Científica advirtió que no fue posible poder determinar la velocidad a la que circulaban el taxi y el Gol. El perito de la defensa descartó la posibilidad de un exceso de velocidad por parte del médico y enfocó su hipótesis en la misma línea que el acusado: el motivo del accidente fue la ubicación y la pobre señalización de la obra en construcción presente en el lugar.
Por otro lado, el perito de la querella aseguró ante el juez que Paulos manejaba a unos 140 kilómetros por hora al momento del choque. Advirtió que basó ese cálculo en las cifras recogidas del informe satelital de la compañía del taxi chocado. En ese informe se estipulaba que el taxi viajaba a unos 90 kilómetros por hora.
El próximo lunes será el turno de los alegatos de las partes. Primero hablará el fiscal de Tránsito Darío Tragua y luego desarrollarán sus puntos el abogado querellante Antonio Carrizo y el defensor, Juan Day.
Hasta el momento no está definida la fecha del veredicto del tribunal. Paulos se enfrenta a una pena que oscila entre los 8 y los 25 años de prisión.
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