Thomás Fabián Domínguez (21), uno de los seis procesados con prisión preventiva por la violación grupal en Palermo amplió su declaración indagatoria este martes por la mañana. Lo hizo con la asistencia de sus abogados particulares, Jorge Alfonso y Silvina Fernández. Al igual que Ignacio Retondo y Franco Lykan, se declaró inocente. Además, contó cómo comenzó la noche que terminó con el abuso sexual a la joven de 20 años, de qué manera conoció a la víctima y qué vinculación lo une con el resto de los acusados. También, en una jugada inesperada, repartió culpas.
“El domingo 27 de febrero por la noche asistimos a un boliche de música electrónica con Steven Alexis Cuzzoni y otro amigo, N.G. En el transcurso de la noche, conocemos a la chica en cuestión y a su amigo de confianza, quien demostraba cuidarla. Salimos del boliche en la madrugada junto a la chica, su amigo y otras personas (sin incluir a N.G., quien abandonó el lugar antes de que cerrara) y decidimos caminar por Palermo, haciendo primero una parada en la plaza Soler, donde conversamos un rato tomando unas cervezas”, comenzó Domínguez en la declaración a la que accedió Infobae en forma completa. Afirmó que había ingerido alcohol y éxtasis dentro del boliche. Además, dio a entender que la droga le fue entregada en el local.
Según declaró, tras esa parada en la plaza Soler, las demás personas se fueron yendo hasta que quedaron Cuzzoni, la víctima con su amigo y él. Fue entonces cuando, “en una esquina”, conocieron a los otros cuatro involucrados (NdR: Ignacio Retondo, Ángel Ramos, Lautaro Ciongo y Franco Lykan). “Nos acercamos porque tenían una guitarra y nos pusimos a rapear mientras hablábamos y compartíamos unos cigarrillos”, dijo y manifestó que entabló diálogo con el de aspecto “rockero” (NdR: Ignacio Retondo). “El más grandote (NdR: Franco Lykan) “estaba alcoholizado y acostado en la vereda”.
Luego, siempre según lo declarado, se detuvieron en la plaza Serrano y compraron unas latas de cerveza. “Alexis Cuzzoni junto a la chica van a comprar y/o la acompaña a algún bar a que vaya a orinar (no recuerdo bien) y yo le aclaro al amigo de la chica que se quede tranquilo porque yo conocía a Alexis Cuzzoni”, sostuvo Domínguez.
De acuerdo con su relato, cuando Cuzzoni y la joven volvieron del baño pasaron por un kiosco donde compraron más latas de cervezas y permanecieron sentados un rato en las mesas de un lugar, hasta que el amigo de la chica le dijo que se quería ir. Ella, en cambio, le manifestó que prefería quedarse. El joven se retiró y ella se quedó con los seis imputados.
Minutos después, Domínguez contó que tuvo un acercamiento a la chica: “Tenemos cruce de miradas y sentía interés mutuo. La empiezo a besar parados, y la abrazo”.
De acuerdo con la declaración, en ese momento “el chico de rastas largas” (NdR: Lautaro Ciongo Pasotti) recuerda y propone ir a su auto, estacionado a poca distancia. “Por eso, sin mucho qué hacer y, sin objetivo puntual al menos para mí, decidimos ir. Una vez que llegamos a la esquina donde estaba el coche, recuerdo haberme quedado afuera contra la pared, al lado de la panadería junto a Alexis Cuzzoni, el de rastas largas, el rockero (NdR: Ignacio Retondo) y el corpulento (NdR: Franco Lykan)”, narró.
En esta parte, Domínguez apuntó directamente contra Ángel Ramos y Lautaro Ciongo Pasotti. Lo que dijo fue que mientras él estaba en la vereda con Cuzzoni, Retondo y Lykan, “el morocho” (NdR: Ángel Ramos) y la chica entraron al auto por el lado del acompañante. Luego, siempre según su relato, “el de rastas largas” (NdR: Lautaro Ciongo Pasotti) ingresó por el lado del conductor, mientras que el morocho bajó, dejando entreabierta la puerta”.
Acerca de las manchas de semen halladas en su bóxer, sostuvo que “se pudo haber escapado” durante los besos reiterados e intensos que mantuvo con otra chica dentro del boliche bajo los efectos del éxtasis, durante la madrugada del lunes 28 de febrero. “En ningún momento, ni dentro del boliche con esta chica que acabo de mencionar ni afuera del boliche, con la supuesta víctima, me bajé el bóxer ni el short (...) En los únicos momentos que bajé mi short y bóxer fueron las veces que oriné que, por cierto, la cerveza me genera constantes ganas de hacerlo”, dijo.
Hacia el final de su declaración el Domínguez volvió a proclamarse inocente y juró no haber subido al Volkswagen Gol ni haber hecho “de campana”. “En ningún momento entré al auto. No conozco el interior del auto. Solo extendí mi brazo hacia el interior solicitando un cigarrillo. Tampoco paseé alrededor haciendo guardia”, se defendió Domínguez.
Acerca de la pelea con los vecinos, el joven aseguró que, estando en la vereda, observó que había dos personas sentadas en un borde de una persiana de un local, y que uno de ellos estaba filmado. Según él, se acercó a cuestionar qué hacía grabándolos y les pidió que dejaran de hacerlo. “Quién tenía el teléfono reacciona mal y se para, al mismo tiempo que agarra una piedra tipo pedazo de ladrillo y empieza a amenazar; a lo que yo reacciono peor y se empieza a armar una pelea”, explicó.
Esa última parte de la declaración de Domínguez se asemeja bastante a la de Ignacio Retondo.
En resumen: el imputado se declaró “inocente” y pidió su sobreseimiento definitivo. En su estrategia de defensa, alegó haber consumido éxtasis, que le propiciaron en el boliche. Además, marcó a Ángel Ramos, el más complicado de los acusados tras haber sido detenido mientras arrastraba a la víctima de la escena del hecho, y a Lautaro Ciongo Pasotti, en cuya remera, bóxer, pantalón y medias se detectaron manchas de semen, como los presuntos abusadores.
El pedido de ampliación de indagatoria de Domínguez había sido hecho antes de que lo procesaran. Ahora su defensa, a cargo de los doctores Jorge Alfonso y Silvina Fernández, empieza a armar la estrategia que desplegará. Para empezar, pidieron la nulidad del procesamiento por “falta de fundamentación”.
Domínguez, a través de su letrado, solicitará más medidas procesales.
SEGUIR LEYENDO: