Thomas Fabián Domínguez, uno de los seis detenidos por la violación grupal en Palermo, continuará bajo arresto. La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional rechazó la excarcelación que el acusado había solicitado, al considerar, tal como ya lo había hecho el juez de la causa, que existen en su caso peligros de fuga y de entorpecimiento de la investigación.
Los jueces Mariano Scotto y Rodolfo Pociello Argerich, integrantes de la Sala VII de ese tribunal de alzada, explicaron su decisión mencionando en primera instancia que el máximo de pena previsto para los delitos que le imputan a Domínguez -abuso sexual con acceso carnal agravado por haberse cometido con la intervención de más de dos personas en concurso real con lesiones leves-, “supera holgadamente los ocho años de prisión mientras que el mínimo obsta a que una eventual sanción pueda ser dejada en suspenso”.
Además, apuntaron que “el riesgo de elusión que cabe inferir a partir de la modalidad de ejecución de la pena en expectativa se refuerza al valorar las harto gravosas características de los hechos que se le atribuyen a Domínguez”.
En el fallo al que accedió la agencia Télam, los camaristas también recordaron que al detenido se le atribuye haber participado junto a los otros cinco imputados de un abuso sexual con un “previo acuerdo de voluntades y división de roles” y de haber agredido a un vecino. Y señalaron que Domínguez, al igual que los otros imputados, tienen otra causa abierta por amenazar a la panadera que los delató llamando a la policía y a quien, según esa denuncia, le dijeron: “Ya sabemos dónde trabajan y vamos a volver hijos de puta. Los vamos a matar a todos”.
“Tales extremos conducen razonablemente a inferir (…) el peligro de entorpecimiento en caso de que el imputado recupere la libertad, de suerte tal que debe neutralizarse cualquier conducta hostigadora hacia la víctima –de quien conoce la identidad y el domicilio- y testigos”, coincidieron Scotto y Pociello Argerich.
Domínguez es de San Miguel, en el Oeste del Conurbano bonaerense, y en el barrio lo conocen como “Robacha”. El día que lo detuvieron llevaba puestas unas zapatillas deportivas, unos shorts negros de la firma Kappa y una remera celeste con una leyenda que decía “Thrasher”, vinculada a la cultura del skate. Una de las claves para distinguirlo del resto son su rastas. A diferencia de las de Lautaro Ciongo Pasotti (24), las suyas son un poco más cortas.
De acuerdo con el relato de su familia, al único que frecuentaba Thomás Domínguez era a Steven Alexis Cuzzoni (19). Según contó su mamá, la última comunicación que tuvo con él fue el domingo 27 de febrero. Le dijo que estaba en un after y que después se iba a Plaza Serrano. De lo que pasó luego, la mujer se enteró por las redes sociales.
Domínguez fue el primero de los acusados en prescindir de un defensor oficial. A través de sus abogados, Jorge Alfonso y Silvina Fernández Rosarno, había solicitado la excarcelación, que fue rechazada el 7 de marzo en primera instancia por el juez en lo Criminal y Correccional 21, Marcos Fernández, a cargo del expediente.
Esta semana, el magistrado procesó con prisión preventiva tanto a Domínguez como al resto de los acusados: Ignacio Retondo, Franco Jesús Lykan, Ángel Pascual Ramos y los mencionados Ciongo Pasotti y Cuzzoni. Todos están imputados por el delito de abuso sexual agravado por la cantidad de intervinientes, que tiene una pena prevista de entre 8 y 20 años de cárcel. Además, a Domínguez y a Retondo se los acusa de lesiones leves provocadas a un testigo.
Mientras sigue la investigación, la defensa de Retondo y Lykan -comparten abogado- presentó en las últimas horas una apelación al auto de procesamiento y la misma Sala VII de la Cámara deberá confirmar o revocar esa decisión del juez de instrucción.
SEGUIR LEYENDO: