Omar y Diego G., los dos entrenadores de futbol femenino infantil acusados de grooming y abuso sexual en Quilmes, estaban juntos e intentado evadir a la Justicia. Luego de haber sido acusados oficialmente por el fiscal Daniel Ichazo, la DDI de Quilmes comenzó una búsqueda que duró cerca de 24 horas. En las próximas horas serán indagados. Por el momento, son tres las denuncias formales en su contra, una por acoso y dos por violacion a menores de en 13 y 15 años.
La detención de los dos hombres, padre e hijo, se produjo cerca del mediodía en las inmediaciones de la estación de ómnibus de Luján.
“Creemos que estaban a punto de tomarse un micro hacía algún lugar. Ya sabíamos que no podían estar muy lejos porque estaban sin dinero y no tenían a nadie que los ayude. No nos extrañaría que ahora que están detenidos aparezcan nuevas denuncias en su contra”, explica a Infobae una fuente de la investigación.
El seguimiento a los dos entrenadores comenzó hace 24 horas. La Justicia intervino sus teléfonos y siguió el impacto de la señal de los celulares en las antenas telefónicas hasta determinar la zona en la que se encontraban. También detectaron una comunicación del mayor de los dos con un familiar que vive en el norte del país. “Creemos que estaba por tomarse un micro hacía allí para esconderse”, insistieron las fuentes a este medio.
“Estamos hablando de dos personas que convirtieron en víctimas a todo un equipo. Algunas de manera directa y otras indirectamente. Pero todas estaban sometidas por estas dos personas. Tenían armado un andamiaje para perpetrar los delitos”, declaró el fiscal Ichazo en el programa MP 910 de Radio La Red.
Según los investigadores, los dos acusados tenían distintas técnicas para “aislar” a las jugadoras de sus padres. Por un lado, tenían un grupo de WhatsApp con ellas en el que no se permitía la presencia de padres. Por otro lado, se aprovechaban de una medida tomada por la AFA durante la pandemia que prohibía la presencia de padres durante los entrenamientos. Esa norma, prácticamente, ya no se utiliza en ningún lado, sin embargo ellos la habían extendido.
La causa, que tiene como acusados a los dos ex entrenadores de las Inferiores de fútbol femenino de Argentino de Quilmes, comenzó la semana pasada. El jueves, una mujer difundió públicamente los chats que el mayor de los DT, Omar (53), tuvo con su hija de 13 años. “Estás más buena que comer dulce de leche con cuchara”, decía uno de los mensajes. “¿Sabes qué imagen me quedó en la cabeza? Ese vestidito con el que fuiste a la cancha. ¿Tenias cola less?”, le dice en otra de las conversaciones que mantenía con la nena.
A raíz de esta situación, aparecieron más casos similares y se formó una causa que lleva adelanta el fiscal Daniel Ichazo, de la UFI de Berazategui. La imputación en ese expediente, es de Grooming. Sin embargo, eso se agravó hace pocas horas. Es que, tal como adelantó Infobae, una mujer se acercó a la comisaria de la mujer local y denunció que su hija había sido abusada sexualmente.
El relato que realizó la madre de la menor es escabroso. Contó que Diego G., el menor de los acusados, también es peluquero y que, la semana pasada, en ocasión del inicio de clases, el hombre estuvo en el barrio donde vive la víctima, en la zona del río, haciéndole trencitas a todas las nenas de la zona. La madre de la chica narró que, como se hizo tarde, le permitió al DT que se quedará a dormir, ya que lo conocían desde hacía algunos años. “Fue el peor error que cometí”, le dijo ahora a Infobae.
Lo cierto es que, según cuenta en la denuncia policial que luego recibió el fiscal Ichazo, Diego G. aprovechó la noche para ingresar a la habitación de la menor y abusarla sexualmente. La nena pudo contarlo recién cuando el escándalo por los chats se había hecho público.
No es la única denuncia de abuso sexual que hay contra Omar y Diego G.. En la mañana de ayer se sumó una nueva. Una joven de 21 años, identificada como M., se acercó a la comisaría para revelar que, cuando tenía 11 años, también fue abusada por Diego G.. La mujer dijo que durante muchos años él fue su cuñado, ya que el menor de los sospechosos estaba en pareja con su hermana.
Relató que, en varias oportunidades, el acusado se quedaba a dormir en la casa familiar, y que aprovechaba la madrugada para entrar en su habitación: “Lo hizo varias veces. Cuando se quedaba a dormir. Cuando mi hermana quedó embarazada, yo iba a ayudarla y, cuando me quedaba dormida, me abusaba. En ese momento, interpreté que si me quedaba despierta eso no pasaba, así que, directamente, pasaba toda la anoche sin dormir”, recordó la víctima a este medio.
Esta última denuncia recayó en la fiscalía de Alejandro Ruggeri, que ya la está investigando y ordenó las primeras pericias a la víctima. Sin embargo, según fuentes judiciales, es muy probable que todo se centralice en el expediente del fiscal Ichazo, que es donde comenzó a investigarse a padre e hijo.
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