Mientras el líder Leonardo Cositorto permanece prófugo y llama a resistir con nuevas artimañas en videos desde una playa, la causa en su contra que investiga la Justicia de Córdoba por asociación ilícita y estafar a ahorristas en Villa María suma elementos cada vez más sórdidos.
Hoy por la mañana, la fiscal Juliana Companys -que pidió la captura del líder y su número 2 también prófugo, “Max” Batista- pidió también la captura internacional del ex juez Héctor Yrimia, fuertemente involucrado con el grupo y expuesto recientemente por un video revelado en redes sociales.
Yrimia, que fue fiscal federal y luego magistrado de instrucción, se presentó como “director jurídico” del conglomerado de firmas hoy sospechado de regentear un esquema Ponzi masivo.
La Policía Federal allanó con el Departamento de Investigaciones Antimafia de la Superintendencia de Investigaciones Federales su estudio jurídico, así como la casa de la hija de Batista y el estudio contable del ya detenido Norman Próspero, encargado de los números del grupo, según confirmaron fuentes del Ministerio Público Fiscal cordobés a Infobae. En los operativos se secuestró documentación de interés para el expediente. La participación del ex magistrado, o qué presunto rol cumplió en la asociación ilícita y de qué se lo imputa, es un dato que la Justicia mantiene en reserva en estas horas.
En la casa de la hija de Batista se secuestraron dólares, cinco computadoras, una decena de celulares y un Mercedes Benz que adeuda más de 15 mil pesos en multas en territorio porteño.
Mientras tanto, ya hay más de una decena de detenidos en la causa de Companys, incluidos los coaches ontológicos que se convirtieron en los jefes de Zoe en Córdoba. Claudio Javier Álvarez, su madre Silvia Fermani, su hermana Ivana Álvarez y su cuñado Silvio Schamne, la familia que encabezaba Generación Zoe en Córdoba, se entregaron a la Justicia el 4 de marzo último. Tras varias semanas prófugos, fuentes judiciales confirmaron a Infobae que los cuatro se presentaron en la Unidad Judicial de Carlos Paz y quedaron a disposición de la fiscal.
Villa María no se trata de un punto perdido en el mapa de la organización: era el segundo foco más fuerte de Zoe en el país, luego de su oficina en Belgrano, hoy cerrada tras una jornada de caos con ahorristas que se agolpaban para buscar su dinero.
En Villa María, Zoe había montado una célula con un local a la calle donde trabajaron al menos 35 operadores dedicados a captar inversores y tomar su dinero bajo promesas fabulosas de intereses de hasta el 20 por ciento. Claudio Álvarez llegó a fundar una empresa inmobiliaria y a tener dos BMW.
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