Detuvieron en una parroquia del barrio porteño de Villa Soldati a un cura de 80 años por distribución de material de abuso infantil. La investigación que culminó con el arresto del religioso la llevó adelante la Justicia de Córdoba.
Según informaron fuentes judiciales, la Fiscalía Especializada en Cibercrimen de Córdoba, a cargo del fiscal Franco Pilnik, dispuso que se detuviera al sospechoso, en la Ciudad de Buenos Aires, por el delito de “distribución de material de abuso sexual infantil agravada por la presencia de menores de 13 años de edad”.
“La investigación fue originada a raíz de varios reportes NCMEC, donde se logró la individualización del autor”, fue el reporte desde el Ministerio Público Fiscal de Córdona, donde además se explicó que la sección de Cibercrimen de la DIO, junto a personal de la sección delitos contra la infancia, niñez y adolescencia dependiente de la Dirección de Investigación de Cibercrimen de la Policía de la CIudad participaron de los operativos.
Los NCMEC (National Center for Missing and Exploited Children) son reportes de una organización sin fines de lucro donde se centralizan los informes relacionados con la prevención y la recuperación de la victimización infantil. Además, lidera la lucha contra el secuestro, el abuso y la explotación, según su página web. “Porque todos los niños merecen una infancia segura”, dicen.
Lo cierto es que gracias a esos NCMEC comenzó una investigación que finalizó con los allanamientos que se hicieron en la parroquia donde vivía el cura sospechado, ubicada en el barrio porteño de Villa Soldati.
“Se encontraron evidencias relevantes para la investigación, que fueron relevadas a distancia por personal de Equipos de Computación del Ministerio Público Fiscal de Córdoba”, dijeron las fuentes consultadas y agregaron: “Se secuestraron los dispositivos de uso del detenido, para continuar su análisis en laboratorio”.
El cura imputado fue trasladado a Córdoba por personal de la Policía de la provincia. Quedó alojado en la Unidad de Contención del Aprehendido y desde ahí será trasladado a la cárcel de Bower cuando terminen los trámites y el asilamiento que debe hacer por el Covid-19. Mientras, espera turno para ser indagado por el fiscal del caso.
Todo comenzó el a fines de 2021, según pudo saber Infobae, cuando llegaron los reportes que indicaban que en Córdoba había ocurrido la distribución de material de abuso sexual infantil. Con esa información, se siguió la pista hasta Villa Soldati, más precisamente a la parroquia de la calle Cóndor, y recién se pudo dar con el sospechoso el jueves 10 de marzo pasado.
“Había viajado por un breve lapso, fue entonces que se generaron los reportes y por eso el caso lo llevó la Justicia de Córdoba”, detallaron las fuentes consultadas.
El sospechoso detenido no es de nacionalidad argentina pero sí tiene residencia en el país desde hace mucho tiempo. Las fuentes consultadas coincidieron en que por su edad, 80 años, no sería de extrañar que su abogado pida una prisión domiciliaria.
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