Los buscaban por un robo tipo escruche en una casa de la localidad de Martínez. La banda, sabían por las cámaras de seguridad del municipio de San Isidro, se movía en dos autos, uno era un Ford Ka. Aunque, el dato clave para dar al menos con varios de los delincuentes involucrados en el asalto fue el rastreo de uno de los celulares que sustrajeron. Así capturaron a cinco sospechosos: cuatro hombres y una mujer, todos de nacionalidad chilena. Los aprehendieron y los llevaron a la comisaría 2ª y el sábado mismo la fiscal del caso decidió indagar primero a la detenida de forma virtual. Mientras eso sucedía, sus otros cuatro cómplices “franquearon un candado y se fugaron”.
Según confiaron a Infobae fuentes de la investigación, por la fuga ocurrida el sábado, entre las 22.30 y las 0.30 del domingo, de los sospechosos que estaban alojados transitoriamente en la seccional San Isidro 2ª de Martinez, ubicada en Italia al 1.900, hay cinco agentes en la mira, al menos de parte de la Auditoría de la Dirección General de Asuntos Internos del ministerio de Seguridad Bonaerense por su negligencia o eventual complicidad.
“Estaban detenidos por robos agravados en esa zona y, en tanto hacían las diligencias de rigor, se fugaron. El calabozo está clausurado y el candado, roto”, confiaron fuentes del caso consultadas por este medio. No fueron las únicas fuentes consultadas que dijeron que la comisaría es “de paso” y que “no está habilitada para tener detenidos, salvo en tránsito, porque no tiene varios calabozos sino uno con candado y, cuando terminan las dilegencia inicales, se hacen las derivaciones”.
Los fugados son Carlos Javier Cordero Oteiza (27), Jairo Esteban Gaete Ibarra (26), Rodrigo Ignacio Leyton Johnstone (24) y Alejandro Osorio Retamal (32), quienes son intensamente buscados. Incluso, se han hecho dos allanamientos con resultados negativos.
Es que los investigadores enfrentan un problema: ”Todos ingresaron de manera ilegal al país y acá no tienen nada legal ni teléfono ni domicilio real ni documentos; andan en autos rentados y, se sospecha, en realidad vivían en una casa alquilada en Haedo”. Y agregaron que el modus operandi es: “Entrar por un cruce ilegal, robar y hacerlo plata y así hasta que, cuando queman las papas, se van”.
Según pudo saber este medio, Leyton Johnstone, por ejemplo, dijo ser vendedor ambulante; que Osorio Retamal adujo que su oficio era el de comerciante; y que Gaete Ibarra alegó estar desocupado. Los tres dijeron vivir en la misma casa de Carabobo al 4.400 de Villa Luzuriaga, en La Matanza, y ser solteros. En cambio, Corder Oteiza, soltero y comerciante, dio un domicilio en el mismo partido que sus cómplices pero en Lope de Vega al 1.700, en Isidro Casanova.
Lo cierto es que la única que quedó detenida fue la mujer de naconalidad chilena a la que la fiscal María Paula Hertrig, de la UFI descentralizada de Boulogne, le tomaba la indagatoria por el robo a la casa de Martínez mientras sus cómplices escapaban. La sospechosa, que hacía poco había llegado al país, tiene en Chile causas por “un tema de drogas”, explicaron las fuentes a este medio y dijeron que no llegaron aún los antecedentes de los cuatro fugados.
La causa contra los sospechosos de nacionalidad chilena comenzó el viernes pasado por un robo bajo la modalidad “escruche” en una vivienda ubicada en Edison al 900, en Martínez. Los ladrones se movían en dos autos, uno de ellos un Ford Ka: robaron y escaparon.
Las cámaras de seguridad del municipio y el rastreo de uno de los celulares que se habían llevado los ladrones llevó a la policía a frenar el Ford Ka sospechoso y así capturaron a los cinco. Aunque ahora de nuevo buscan a cuatro.
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