Pasaron 15 años, 3 meses, y 16 días desde que a Nora Dalmasso (51) la estrangularon en una maniobra mixta con lazo y manos en su casa de un exclusivo country de Río Cuarto, en Córdoba. La causa tuvo cinco fiscales, y cinco hipótesis distintas en este tiempo. Incluso, hubo tres acusados que fueron sobreseídos, incluyendo el propio hijo de la víctima, un ex asesor gubernamental y un “perejil”. A 5.586 días del homicidio, recién este lunes comienza el juicio. En el banquillo de los acusados estará el viudo Marcelo Macarrón, quien se encontraba en Punta del Este la noche del homicidio de su mujer, jugando al golf con amigos. Lo acusan de haber contratado un sicario para matar a Nora.
Será un jurado popular -integrado por cuatro hombres y cuatro mujeres- el que deberá escuchar en los Tribunales de Río Cuarto a 300 testigos. Se cree que el juicio durará tres meses y los jurados deberán determinar por unanimidad si el viudo es culpable o inocente del “homicidio calificado por el vínculo, por alevosía, y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”, en calidad de instigador, que prevé una pena de prisión perpetua.
Para el fiscal Luis Pizarro, quien fue el encargado de elevar la causa a juicio, Macarrón mandó a matar a su esposa, en un principio, por cuestiones económicas pero el móvil no está del todo claro. El anterior fiscal del caso, Daniel Miralles, llegó a plantear que el viudo tomó un avión “fantasma” desde Punta del Este, ahorcó a su esposa y volvió en ese avión para terminar el torneo de golf.
Lo cierto es que el asesino que mató a Nora no robó nada de la casa de los Dalmasso-Macarrón la noche del crimen, y la estranguló sobre la cama de su hija Valentina. La sorprendió luego de que ella llegara de tomar algo con amigas ya que se había quedado sola en su propiedad del country Villa Golf, porque su marido estaba de viaje, su hijo vivía en la capital cordobesa y su hija, en el exterior.
El cuerpo de Nora lo descubrió un vecino. Fue la madre de la víctima la que le pidió que fuera hasta la casa de su hija porque no le respondía el teléfono. El hombre ingresó por la puerta trasera y fue quien halló el cadáver. Por la escena del crimen desfilaron 23 personas, entre ellas un cura amigo de la familia que la tapó por pudor.
Tras el crimen, en los medios hasta salieron listados de amantes. Pero en el expediente figura uno solo, un amigo de Macarrón que también participaba en el torneo de golf en Uruguay. Su esposa era amiga de Nora. Esos datos se incorporaron en la causa que naufragó en teorías varias e imputaciones injustas. Una de ellas fue la del albañil Gastón Zátate, que terminó sobreseído. También acusaron a Facundo Macarrón porque en el ADN de la escena del crimen apareció el linaje de su línea paterna. Como su padre estaba en Uruguay al momento del homicidio, la sospecha “leve” recayó sobre su hijo. En 2012 fue sobreseído.
Ahora, el viudo se sentará en el banquillo imputado por ser el autor intelectual del asesinato. Antes, el fiscal Miralles lo había acusado de ser el autor material.
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