La Ruta 2, a la altura del kilómetro 67, cerca a la localidad platense de Lisandro Olmos, fue el lugar de un hallazgo pertubador: una mujer encontró el cadáver de un hombre de avanzada edad envuelto en una frazada de varios colores y en una bolsa arpillera. Según revelaron fuentes policiales a Infobae, la víctima estaba, además, amordazada con una bolsa de nylon.
Según publicaron medios platenses, se trata José Antonio García, un hombre de 92 años domiciliado en el barrio porteño de Balvanera, quien falleció, de acuerdo con los resultados de la autopsia realizada, por asfixia. Su cuerpo fue encontrado ayer después de las 13 horas por una mujer de 54 años -identificada como Claudia V.- que circulaba en moto y de casualidad vio un bulto al lado del arroyo Abasscay.
De inmediato avisó al 911 y en pocos minutos se hicieron presentes efectivos de la Comisaría Nº15 de Olmos, personal de la fiscalía en turno, peritos y el gabinete de Homicidios de la Dirección Distrital de Investigaciones (DDI).
Las fuentes consultadas por este medio indicaron que García estaba tapado con la frazada y sus pies atados con la bolsa arpillera. Según precisó la agencia Télam, de acuerdo con la información revelada por los investigadores, “el cuerpo de la víctima presentaba golpes en la cara y en el tórax que evidenciaban muchísima saña”.
El caso se maneja con total hermetismo y de acuerdo con lo que pudo saber este medio, el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta, titular la UFI Nº16, del Departamento Judicial de La Plata, trabaja en la investigación y creen que para mañana podría haber novedades en la causa. Por lo pronto, el expediente fue calificado como averiguación de causales de muerte.
Si bien se trata de determinar cómo ocurrió el crimen, trascendió en la prensa local que el cuerpo del jubilado habría estado a la vera de la Ruta 2 entre 17 y 24 horas antes de que la mujer a bordo de la motociclista que pasaba por el lugar lo descubriera. La escena, creen, no sería la del crimen, sino el sitio en el cual el o los autores del homicidio habrían arrojado el cadáver de García después de asesinado en otro lugar. “Lo golpearon con odio y saña”, aseguró un investigador al diario El Editor Platense, quien agregó: “Tenía lesiones en la cara y en el tórax”.
Otro cadáver envuelto
La localidad de Bosques, en Florencio Varela, se vio conmocionada hace apenas tres días por el bestial crimen de Ramona del Carmen Murua, una mujer de 57 años que fue asesinada a golpes por su ex novio y encontrada muerta -envuelta en un cubrecama- por su actual pareja.
El hallazgo se produjo en la casa de la víctima, ubicada en la calle José Brochero al 700. Después de permanecer dos días prófugo, finalmente el sospechoso del femicidio, identificado como José Aldo Costilla (48), fue detenido mientras se ocultaba en una casa ubicada en la calle 12 de Octubre y Belgrano del barrio Villa Vatteone. Le secuestraron un teléfono celular marca Samsung J5. El caso quedó a cargo del fiscal Hernán Bustos Rivas.
Según el sumario policial, el novio de la mujer les dijo a los efectivos que cuando llegó a la casa para preguntar por su pareja, la persona que lo había atendido en la entrada dijo ser un sobrino de la víctima, a quien identificó como D.M.. A partir de ese momento se convirtió en el principal sospechoso. También les reveló que el presunto pariente estaba acompañado de una mujer, por lo que desde entonces se realizaron varios allanamientos y relevaron las cámaras de seguridad, aunque con resultado negativo. Pero con el correr de las horas, la historia tuvo un giro importante y la investigación apuntó en otro sentido. El sobrino, realmente, no era el sobrino.
En medio de la investigación trascendió un testimonio clave que refería al posible asesino: el de Estela, la vecina de la casa de al lado donde ocurrió el crimen y amiga cercana de Ramona, quien reveló cómo fue el descubrimiento del cadáver y quién era en realidad la persona que vivía con la víctima en la calle Brochero.
Según dijo la mujer en C5N, la persona que le habló en la puerta a Miguel la noche del hallazgo del cadáver fue Costilla, la ex pareja de Ramona que vivía también en la propiedad. De acuerdo con el relato de la testigo, Murua permitía que este hombre conviviera con ella porque no tenía a dónde ir. Además, porque es una persona adicta al alcohol y sin trabajo. Para Estela no había dudas de que fue Costilla el que mató a Murua. Los investigadores apuntaron en ese sentido y lo detuvieron como el único sospechoso.
Para el arresto también fue clave un mensaje que le envió Costilla al esposo de Estela. En el audio, el sospechoso le recriminó a su vecino el hecho de que haya dejado entrar a la Policía a la casa donde encontraron el cuerpo. Por eso, los amenazó de muerte. “Te voy a volar la gorra a vos, tu mujer y tu hija. Yo estoy rejugado amigo”, le dijo el hombre en la grabación.
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