La cúpula de Generación Zoe en Córdoba se entregó a la Justicia: su jefe sigue prófugo

Claudio Javier Álvarez, su madre Silvia Fermani, su hermana Ivana Álvarez y su cuñado Silvio Schamne se presentaron en una Unidad Judicial de Carlos Paz. Mientras, continúa la búsqueda de Leonardo Cositorto

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Claudio Javier Álvarez junto a Leonardo Cositorto
Claudio Javier Álvarez junto a Leonardo Cositorto

La causa que investiga el presunto esquema Ponzi conducido por el hoy prófugo internacional Leonardo Cositorto sumó cuatro detenidos más en las últimas horas: Claudio Javier Álvarez, su madre Silvia Fermani, su hermana Ivana Álvarez y su cuñado Silvio Schamne, la familia que encabezaba Generación Zoe en Córdoba, se entregaron a la Justicia.

Tras varias semanas prófugos, fuentes judiciales confirmaron a Infobae que los cuatro se presentaron en la Unidad Judicial de Carlos Paz y quedaron a disposición de la fiscal a cargo de la investigación, Juliana Companys, titular de la Fiscalía de Instrucción del segundo turno de Villa María. Están imputados por los delitos de estafa y asociación ilícita.

Villa María no se trata de un punto perdido en el mapa de la organización: era el segundo foco más fuerte de Zoe en el país, luego de su oficina en Belgrano, hoy cerrada tras una jornada de caos con ahorristas que se agolpaban para buscar su dinero.

En Villa María, Zoe había montado una célula con un local a la calle donde trabajaron al menos 35 operadores dedicados a captar inversores y tomar su dinero bajo promesas fabulosas de intereses de hasta el 20 por ciento, liderados por Claudio Álvarez y Silvia Fermani, ambos coaches ontológicos. El hombre mantenía una relación cercana con Cositorto: compartía vivos de Zoom por Youtube, presentaciones y actividades de captación con el líder.

Allí también se lanzó el club del esquema, Zoe Athletic. Álvarez sintió la fortuna que promete Zoe en su retórica de “corazón millonario”: llegó a ser el dueño de dos BMW y formó una empresa dedicada al rubro inmobiliario a poco más de dos meses de huir de la Justicia.

Silvia Fermani
Silvia Fermani

Actualmente, la oficina de Villa María está cerrada. El BMW fue incautado luego de que allanaran la casa de Álvarez sin encontrarlo en esa ocasión. Esa vez sí se halló una cédula azul que, irónicamente, autorizaba a su mamá a conducirlo. La Fiscalía de Instrucción del Segundo turno a cargo de Juliana Companys los buscaba luego de que tres inversores los denunciaran por no pagar. En el caso en manos de Companys hoy hay al menos diez damnificados que se presentaron para denunciar.

En el marco de la causa, hoy fue indagado Norman Próspero, el contador de Generación Zoe, detenido desde el mes pasado. De acuerdo a la investigación, Próspero sería el nexo directo entre Álvarez y la oficina madre de Zoe. Por otro lado, según la Justicia, no solo operaba para la sección Córdoba, sino para toda la estructura.

Aunque no brindó detalles de la declaración, desde el Ministerio Público Fiscal afirmaron que el detenido “negó los hechos y formuló algunas aclaraciones”. Por otro lado, la Fiscalía ordenó la detención de Maria Eugenia Garafini. “Está imputada por falso testimonio”, explicó Companys. Semanas atrás, la mujer se había presentado a declarar como testigo.

Cositorto, mientras tanto, se niega a ceder. Prófugo en alguna parte del Caribe, lanza discursos donde se pone en el rol de víctima y promete para la semana próxima el relanzamiento de su conglomerado, con el programa Zoe 2.0, que es literalmente más de lo mismo: más promesas, más supuesto rédito en intereses y uno de sus trucos retóricos más comunes, la “educación” financiera que ofrece Zoe en medio de su discurso de coaching ontológico.

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