El domingo a la noche, cerca de las 20, las inmediaciones de la estación N°2 de la Policía Comunal de Cañuelas, en la localidad de Máximo Paz, fueron escenario de un episodio insólito: un joven alcoholizado y descontrolado atacó con un cuchillo a policías, se subió al capó de un patrullero e intentó romper el parabrisas. El furioso ataque terminó con el agresor herido: para reducirlo, los agentes le dispararon.
Todo comenzó en la puerta de la comisaría local ubicada sobre la avenida Pereda al 400. Facundo Capel, de 24 años, llegó hasta allí caminando, en estado de ebriedad, e ingresó a preguntar por un amigo que, supuestamente, se encontraba detenido allí. Los policías le dijeron que no había nadie y le pidieron que se retire. Le sugirieron que se tomara un colectivo en la esquina de esa misma cuadra, y luego salieron de la seccional para controlar que no molestara a los vecinos.
Capel fue hasta la esquina y esperó un rato, hasta que en un momento sacó un cuchillo de entre sus pertenencias y arremetió contra los policías que aguardaban frente a la comisaría local. A uno le lanzó un puntazo que alcanzó a rozarle la mejilla. Como respuesta, uno de los oficiales le disparó con su arma reglamentaria y lo hirió en la pierna derecha. Sin embargo, no lograron reducirlo.
Aún herido, Capel se alejó unos metros corriendo y trepó un paredón. Emprendió la fuga pero no llegó lejos: dos policías a pie y otros dos en un patrullero lo alcanzaron a las dos cuadras, en el cruce de las calles San Eduardo y Belgrano. Mientras tanto, algunos comerciantes de la zona bajaron las persianas de sus locales ante el temor del agresor suelto.
Capel no se dio por vencido y se subió al capó del patrullero. Así comenzó a clavar el cuchillo en el parabrisa y en el techo: quería lastimar a la agente que conducía. “Le gritaba a la chica: ‘Te voy a matar’”, contaron fuentes del caso. Uno de los policías dio la voz de alto, pero el joven continuó dañando la patrulla.
La conductora del móvil intentó sin éxito hacer maniobras con el patrullero para que el agresor desista y se baje. Fue entonces que uno de los oficiales efectuó dos disparos de posta de goma para reducirlo.
Finalmente, Capel arrojó el cuchillo y fue aprehendido. Luego, lo trasladaron al Hospital Municipal Angel Marzetti, donde recibió atención medica y fue dado de alta.
La causa quedó en manos de la fiscal Norma Pippo, de la Unidad Funcional de Instrucción N°2 de Cañuelas, quien ordenó el secuestro del cuchillo y del arma reglamentaria del policía que baleó e hirió al atacante. Las pericias quedaron a cargo de la Gendarmería.
Tras las investigación inicial, la fiscal determinó que el policía que disparó actuó en legitima defensa y no adoptó temperamento alguno en su contra. En tanto, Capel quedó a disposición de la Justicia por el delito de atentado y resistencia a la autoridad, abuso de arma y daño agravado.
Fuentes judiciales revelaron que, una vez bajo arresto, Copel dijo que su intención era que lo maten porque atravesaba problemas familiares. Es así que la fiscal ordenó que reciba contención psicológica. En los próximos días, será convocado a indagatoria.
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