Los rastrillajes fueron varios en estos cinco años pero el cuerpo de Stella Maris Sequeira nunca apareció. La Justicia consideró que la mataron en diciembre de 2016, cuando se esfumó de su casa del partido de Ezeiza, y por eso el abogado penalista Rubén Ernesto Carrazzone fue condenado este miércoles a prisión perpetua por el femicidio de su pareja.
No es la primera vez que hay condena por homicidio sin delito. El más reciente, por caso, volvió a ser noticia el año pasado cuando la Suprema Corte Bonaerense ratificó la sentencia del Tribunal Oral Criminal N°9 de Lomas de Zamora, firmada en julio de 2018, y confirmó la condena a 22 años de prisión para Daniel Lagostena por el crimen de Érica Soriano, de quien nada más se supo desde hace 2010.
El fallo de este miércoles fue dictado por el Tribunal Oral Federal N°2 de La Plata, integrado por los jueces Alejandro Esmoris, Nelson Jarazo y Fernando Canero, que consideró a Carrazzone (66) autor de los delitos de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haberse cometido mediando violencia de género en concurso real con el delito de falsa denuncia”.
Carrazzone tuvo la posibilidad de pronunciar sus últimas palabras momentos antes de escuchar el veredicto, y dijo: “Quienes tenían la obligación de esclarecer lo que aquí pasó han venido a poner más oscuridad de la que había. Stella está desaparecida”.
La condena a perpetua coincidió con el pedido formulado por el fiscal de juicio Hernán Schapiro, la titular de la Fiscalía Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), Mariela Labozzetta; y la abogada de la querella, Raquel Hermida Leyenda, quienes habían requerido la pena máxima para el marido de la víctima.
En su alegato, la fiscalía sostuvo la hipótesis de que entre las 16.45 del 29 de diciembre de 2016 y las 11.30 del día siguiente, Carrazzone mató a Sequeira e hizo “desaparecer el cuerpo de la víctima”.
La abogada de la querella refirió que ella conoció a Sequeira el 3 de abril del mismo año en que fue brutalmente asesinada, y dijo: “Es la primera vez que estoy en un juicio donde la víctima de un femicidio habló conmigo”. “Conocí a Stella y se lo debía, habíamos quedado en vernos por mi especialidad y nunca se concretó la entrevista”, dijo, emocionada, Hermida Leyenda al conocer el veredicto contra Carrazzone.
La letrada explicó también que, en casos de femicidios como el de Sequeira, es necesario recordar “que el cuerpo del delito no es el cadáver.” Y luego enumeró una serie de casos en los que se arribó a condenas por homicidio sin el cuerpo, como los casos de Miguel Bru en 1993; la turista suiza Annagreth Würgler en 2004, la docente Beatriz Argañaráz en 2006, Roxana Núñez en 2009 y Érica Soriano en 2010, entre otros.
La semana pasada, Carrazzone -abogado penalista- ejerció su propia defensa en su alegato ante el tribunal y calificó la investigación en su contra como “una farsa disfrazada de procedimiento judicial”. “Un farsa que se llevó en mi contra y fundamentalmente contra Stella, a quien nadie buscó”, sostuvo el letrado. Por último, el abogado aseguró que “no se acreditó el cuerpo del delito, no hay un solo vestigio de un ataque fatal”.
El juicio comenzó el 31 de marzo del año pasado y fue llevado adelante por la Justicia Federal, ya que inicialmente el caso se investigó como un presunto secuestro extorsivo, debido a que el abogado denunció que había recibido un llamado para que entregara dinero si quería recuperar a su mujer, lo que finalmente se desestimó.
La víctima convivía desde hacía 15 años con el penalista cuando ese 29 de diciembre de 2016 desapareció de su casa de la calle El Ombú 786, del Barrio El Trébol del partido bonaerense de Ezeiza, en el Sur del conurbano.
El abogado denunció la desaparición de su mujer recién el 31 de diciembre de ese año, dos días después de la presunta desaparición de Sequeira. Al día siguiente aseguró haber recibido un llamado extorsivo en el que supuestamente le exigían 80.000 dólares para liberarla.
Sin embargo, la investigación determinó que se había tratado de una falsa denuncia, tendiente a entorpecer la investigación y ocultar el femicidio. Finalmente, Carrazzone fue imputado y detenido por el crimen, pese a que el cadáver de la víctima nunca fue hallado.
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