El 16 de febrero pasado, la causa por la desaparición de María Fernanda Lucero empezó a dejar de ser un misterio para la Justicia de Villa Mercedes, en San Luis. El hallazgo de restos del cuerpo de una mujer totalmente calcinados en un canal de desagüe ubicado en un descampado cercano al Camping Setia hizo sospechar a los investigadores que podía tratarse de la madre desaparecida desde el 8 de enero pasado. Una prueba de ADN les dio la razón.
El estudio genético sobre los restos humanos calcinados hallados la semana pasada en un descampado en Villa Mercedes determinó que pertenecen a Fernanda, mamá de dos hijos y cuyos familiares recién hicieron la denuncia por pedido de paradero casi un mes después porque durante ese tiempo alguien tomó su celular y envió mensajes como si fuese ella, diciendo que estaba de vacaciones en Córdoba.
Cuando la Justicia se hizo cargo de la búsqueda, el novio de Fernanda, José Luis Bramaglia, intentó darse a la fuga. Lo encontraron 48 horas después. Al verse acorralado, sacó un arma y se suicidio.
El pasado miércoles el caso dio un giro cuando hallaron los restos calcinados durante un rastrillaje de la policía en un camino vecinal ubicado a 200 metros del camping Setia. El cuerpo estaba en una bolsa y enterrado. Luego de practicada la autopsia, se pudo determinar que el cuerpo pertenecía aunque la identificación se logró a través de una prueba de ADN.
El fiscal de la causa, Maximiliano Bazla, lo confirmó esta tarde en conferencia de prensa, según la agencia de noticias Télam, y remarcó que la investigación continúa para determinar la causa y quien es el o los responsables del asesinato de Fernanda. ”Aun no podemos precisar causa y el tiempo de su muerte, debido a que se han encontrado partes de su cuerpo en su mayoría calcinados, lo cual demora en poder tener una exactitud en este tema”, dijo el fiscal.
A su vez, Bazla estimó que los restos llevaban de 40 a 45 días en ese lugar, según los primeros indicios de la investigación.
Un misterio de 45 días
“Hola. Nos fuimos con José Luis de vacaciones a Córdoba. Estamos muy bien. Hace mucho que no era tan feliz”, decía uno de los mensajes que fue enviado desde el celular de María Fernanda a una de sus amigas el 10 de enero pasado, según pudo reconstruir Infobae. Durante los días siguientes, distintos WhatsApp de este estilo llegaron a sus familiares.
“Nos llamó mucho la atención desde el principio porque ella no manda nunca textos. Siempre envía audios. Por eso, nos sorprendió, pero también tengo que decir que nos contaba que estaba bien; entonces no hicimos mucho más. Al mismo tiempo, nos llegaban mensajes de José Luis que nos decía lo mismo. Que estaban disfrutando”, contó un familiar de Fernanda cuando la búsqueda trascendió las fronteras de la provincia.
Según la información que consta en el expediente, la denuncia formal de la desaparición llegó el 5 de febrero pasado. A partir de ahí comenzó la búsqueda de la mujer. Cuando la familia de Fernanda se presentó en la Comisaria de Villa Mercedes, hicieron mención a Bramardi. “Nos llama la atención que cada vez que la llamamos atiende el”, dijeron.
Antecente sospechoso
Cuando desde la Justicia se revisaron los antecedentes, descubrieron que el año pasado María Fernanda había denunciado a Bramaglia por violencia de género en un Juzgado de Paz de la zona. La magistrada que intervino en esa oportunidad ordenó una perimetral. “Eso fue en octubre de 2021. Sin embargo, de a poco se fueron acercando los dos. Ella lo perdonó y volvieron a frecuentarse. Para fin de año estaban juntos de nuevo”, detallaron desde la Justicia.
Mientras se realizaban distintos rastrillajes para dar con la mujer desaparecida, en paralelo, la Justicia buscaba a Bramaglia, que tampoco aparecía. Recién una semana después de iniciada la búsqueda, lo encontraron. El hombre estaba en una zona de sierras llamada San Francisco del Monte de Oro. “Estaba en el medio del campo, con apenas una mochila con víveres. Estaba en actitud de fugarse”, reveló un oficial de Policía.
Cuando los policías se acercaron y dieron la voz de alto, Bramaglia sacó una pistola de su cintura y se apuntó a la panza. Los policías intentaron disuadirlo, diciéndole que sólo se trataba de una búsqueda, que no estaba acusado de nada. Fue en vano. El hombre se disparó primero en la zona del hígado y, luego, en la cabeza. Murió en el acto.
Luego, en uno de los allanamientos apareció una carta. Los investigadores creen que la escribió Bramaglia antes de intentar escaparse. El texto es críptico pero, al mismo tiempo y a la luz de la búsqueda de María Fernanda, sumamente contundente. El escrito habla de un “dilema pasional”, y de que sus actos “serán comprendidos”.
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