La escala de violencia en la ciudad de Rosario no parece tener techo. En la tarde de este sábado, un nuevo ataque sicario a una comisaría local fue registrado. En este caso, el edificio afectado fue la Subcomisaría N° 24, ubicada en en el barrio Empalme Graneros, según confirmaron fuentes oficiales a Infobae. Encontraron al menos 10 vainas servidas en el lugar.
El hecho ocurrió a las 15.15 de esta tarde, cuando dos hombres con casco y a bordo de una moto azul modelo Rouser, pasaron por el frente del edificio oficial y ejecutaron una serie de disparos. Quien ocupaba el lugar del acompañante fue puntualmente el que realizó los tiros y el accionar quedó registrado por capturas de las cámaras de seguridad en el lugar.
Fuentes consultadas precisaron a este medio que frente al edificio fueron encontradas al menos 10 vainas servidas de calibre 9mm. La subcomisaría N° 24, vale aclarar, se encuentra en la zona noreste de Rosario.
Luego del ataque a la comisaría en el barrio Ludeña, registrado a las 4.15 de la madrugada de este sábado, la Policía de Santa Fe detuvo a siete sospechosos y secuestró una importante cantidad de armamento en los allanamientos que se llevaron a cabo esta tarde en el marco de la investigación para dar con los autores de la balacera. El ataque se dio, a su vez, en un escenario de violencia que asola al barrio que ayer se cobró la vida de una mujer y dejó a un bebé de 6 meses herido.
Aquella primera balacera tuvo lugar en la comisaría N°12 ubicada en el cruce de Solís y Casilda, cerca de las 4.15, cuando dos agresores a bordo de una motocicleta enduro color negra pasaron por el frente de la dependencia policial. En ese momento, el acompañante sacó un arma con la que realizó al menos 15 detonaciones: cinco de los proyectiles impactaron en la mampostería, cuatro en los vidrios blindados, uno en la puerta de ingreso y cinco contra un móvil del Comando Radioeléctrico.
Tras el ataque, los agentes del Comando Radioeléctrico iniciaron una corta persecución contra los agresores, pero rápidamente los perdieron de vista y desestimaron la búsqueda para regresar a la comisaría donde había cinco agentes trabajando, que no fueron heridos.
El primer domicilio allanado en las horas posteriores está ubicado en Arévalo y Magallanes, a tres cuadras de la casa que fue blanco de un ataque sicario. En el lugar se incautó un revólver calibre 38 cargado y balas calibre 9 milímetros, además de dos chalecos antibalas.
En Montevideo al 7300 se demoró a tres hombres y dos mujeres y se secuestraron dos pistolas 9 mm, una calibre 40, cargadores extensibles y comunes, y una mochila repleta de balas.
En Los Chingolos al 300, en Cabin 9, fueron apresados un hombre y una mujer con cargadores de distintos calibre y gran cantidad de municiones 9 milímetros.
Más tarde, arribó a la escena personal de la Agencia de Investigación Criminal, quienes trabajaron en el lugar. Relevaron la zona, levantaron las vainas servidas y restos de plomo y encamisados en los lugares del impacto. La investigación por el ataque quedó a cargo del fiscal Matías Ocariz, quien pidió el relevamiento de cámaras y la toma de declaración a los testigos.
Los investigadores sospechan que la balacera de esta madrugada no fue un caso aislado y lo vinculan a un doble crimen ocurrido hace una semana, cuando un policía pasado a disponibilidad y otro hombre que lo acompañaba fueron asesinados al ser baleados desde dos vehículos. Las víctimas fueron identificadas como Sebastián Eduardo Ibarra de 37 años e Iván Nicolás Ferreto (23), según precisaron fuentes de la investigación a Infobae.
Tal como detallan los primeros indicios y testimonios recabados en el lugar, el hecho se registró pasadas las 14 de la tarde en calle Vélez Sarsfield al 5200 del barrio de Ludueña.
Allí y en ese momento, personas no identificadas que se desplazaban por la zona a bordo de un automóvil y una motocicleta, de las cuales las fuentes judiciales preservaron las características para la investigación, realizaron disparos de arma de fuego que impactaron en las víctimas.
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