Luego del ataque a la comisaría en el barrio Ludeña en la ciudad de Rosario, la Policía de Santa Fe detuvo a siete sospechosos y secuestró una importante cantidad de armamento en los allanamientos que se llevaron a cabo este sábado en el marco de la investigación para dar con los autores de la balacera. El ataque se dio en el marco de una ola de violencia que asola al barrio que este viernes se cobró la vida de una mujer y dejó a un bebé de 6 meses herido.
El primer domicilio allanado está ubicado en Arévalo y Magallanes, a tres cuadras la casa que fue blanco de un ataque sicario. En el lugar se incautó un revólver calibre 38 cargado y balas calibre 9 milímetros, además de dos chalecos antibalas.
En Montevideo al 7300 se demoró a tres hombres y dos mujeres y se secuestraron dos pistolas 9 mm, una calibre 40, cargadores extensibles y comunes, y una mochila repleta de balas.
En Los Chingolos al 300, en Cabin 9, fueron apresados un hombre y una mujer con cargadores de distintos calibre y gran cantidad de municiones 9 milímetros
La balacera tuvo lugar en la comisaría N°12 ubicada en el cruce de Solís y Casilda, cerca de las 4.15, cuando dos agresores a bordo de una motocicleta enduro color negra pasaron por el frente de la dependencia policial. En ese momento, el acompañante sacó un arma con la que realizó al menos 15 detonaciones: cinco de los proyectiles impactaron en la mampostería, cuatro en los vidrios blindados, uno en la puerta de ingreso y cinco contra un móvil del Comando Radioeléctrico.
Tras el ataque, los agentes del Comando Radioeléctrico iniciaron una corta persecución contra los agresores, pero rápidamente los perdieron de vista y desestimaron la búsqueda para regresar a la comisaría donde había cinco agentes trabajando, que no fueron heridos.
Más tarde, arribó a la escena personal de la Agencia de Investigación Criminal, quienes trabajaron en el lugar. Relevaron la zona, levantaron las vainas servidas y restos de plomo y encamisados en los lugares del impacto. La investigación por el ataque quedó a cargo del fiscal Matías Ocariz, quien pidió el relevamiento de cámaras y la toma de declaración a los testigos.
Los investigadores sospechan que la balacera no fue un caso aislado y lo vinculan a un doble crimen ocurrido hace una semana, cuando un policía pasado a disponibilidad y otro hombre que lo acompañaba fueron asesinados al ser baleados desde dos vehículos. Las víctimas fueron identificadas como Sebastián Eduardo Ibarra de 37 años e Iván Nicolás Ferreto (23), según precisaron fuentes de la investigación a Infobae.
Tal como detallan los primeros indicios y testimonios recabados en el lugar, el hecho se registró pasadas las 14 de la tarde en calle Vélez Sarsfield al 5200 del barrio de Ludueña.
Allí y en ese momento, personas no identificadas que se desplazaban por la zona a bordo de un automóvil y una motocicleta, de las cuales las fuentes judiciales preservaron las características para la investigación, realizaron disparos de arma de fuego que impactaron en las víctimas.
Ambas víctimas fueron trasladadas por vehículos particulares hacia distintos nosocomios. Ibarra fue llevado al Hospital Carrasco, lugar en el que falleció alrededor de las 15. Por su parte, Ferreto, quien había sido trasladado al Hospital Centenario, murió a las 16, señalaron fuentes de la investigación a este medio. Ambos perdieron la vida a causa de las heridas provocadas por los impactos de balas recibidos.
La investigación quedó a cargo de la Unidad de Homicidios Dolosos en turno del fiscal Patricio Saldutti y se solicitó se comisione gabinete criminalístico para el relevamiento de la escena del crimen, levantamiento de rastros, toma de testimonios a las personas que habrían trasladado a las víctimas hacia los hospitales y a vecinos de la zona que puedan aportar datos.
En el lugar, además, se levantaron 8 vainas servidas y plomos. Todo fue enviado a peritar. Hasta el momento se supo que existen medidas en curso dispuestas por el Fiscal, llevadas adelante por la Brigada de homicidios tendientes a establecer con precisiones la mecánica del hecho y dar con los agresores.
Según precisó la agencia Télam, Ibarra era un policía que había sido pasado a disponibilidad hace dos años. Además, tal como detalla el diario local La Capital, un hermano de Ibarra, también policía, había sido asesinado en 2019.
SEGUIR LEYENDO