Rolando Omar Villafañe cumplió sus 61 años el 31 de octubre de 2021. De ese evento no hay fotos públicas en la cuenta de Facebook de su mujer Ana, donde prevalecen la imágenes de sus hijas, de su primera nieta, de los viajes, del cumple de 60 de su esposo y las postales de una vida de trabajadores de clase media. Una vida tranquila que compartía con su esposa, su novia desde el colegio secundario, y de trabajo. Hasta esta madrugada, cuando la tragedia los atravesó y mataron al comerciante en su fábrica de la localidad de Caseros, en un aparente intento de robo.
El crimen ocurrió pasada la medianoche en la algodonera de Rolando, ubicada en Ángel Pini 5445, entre Martín de Álzaga y Spandonari, en la zona Noroeste del Conurbano. La víctima había ido, como siempre, a adelantar la jornada laboral: lo hacía todos los días desde las 0.30 hasta las 4. Esta madrugada, recién había llegado cuando los delincuentes lo sorprendieron y le dispararon. Los investigadores creen que Rolando se resistió a los tiros con un arma que fue hallada en su coche.
Este lunes, frente a la algodonera cerrada se concentraba la prensa, los vecinos y los amigos de Rolando que se iban enterando de la noticia. Un frasco con flores cortadas de un jardín de una de la vecinas que lo conocía de toda la vida aparecía como ofrenda frente a la persiana metálica baja.
Roberto Agassi, quien dijo ser amigo de la víctima se mostró enojado tras conocerse testimonios de sus allegados que figuran en la causa y que aseguran que Rolando tenía un arma que generó controversia: es que la pistola llevaba inscripta la leyenda “Policía de la provincia de Buenos Aires” y la víctima no había pertenecido a esa Fuerza, por lo que la fiscal Gabriela Disnan, de la UFI N°5 de San Martín pidió que se investigue el origen.
”No quiero que digan boludeces. Mataron a mi amigo. Un chabón de laburo que hace poquito había sido abuelo de nuevo. Nadie hablaba mal de Roli en toda la cuadra”, expresó, llorando, Agassi ante los canales de televisión, a quienes les dijo ser “el mejor amigo” de la víctima.
Lo cierto es que un vecino que escuchó los disparos lo encontró muy mal herido, junto a su camioneta Ford Ranger. En diálogo con la prensa, dijo que anoche llegó con su novia y pasó por la cuadra “porque estaban mis hermanos y nos quedamos un segundo”. “En el patio escuchamos detonaciones, tipo 3 o 4 tiros y una arada de un auto que salió huyendo”, agregó.
Y siguió: “Lo fui a ayudar a ‘Roli’ y lo vi que estaba en el piso, al lado de su camioneta. Se estaba tapando en el estómago, que era donde le habían dado. Ahí, lo levanto como puedo, él ya estaba como peso muerto y, finalmente, se lo llevó el yerno en la camioneta”.
También, el vecino que lo socorrió contó una faceta del carácter de la víctima al recordar que pese a que estaba malherido le dijo: “Ayudame, me duele mucho. Por favor, fijate que me cierre el portón”. Y relató que la víctima concurría a su fábrica todos los días a la 1: “Él siempre venía acá a esta hora para empezar a trabajar. Era un tipo muy laburador. Ayudaba a todos los vecinos, era un tipazo”.
Segundos antes de recibir el balazo mortal, Rolando había llegado a avisar a sus familiares lo sucedido. Su yerno, Gustavo, fue quien llegó a la fábrica para socorrerlo. A los investigadores, les dijo que su suegro alcanzó a contarle a que “vino uno y le tiro sin mediar palabra”. El fabricante murió en la clínica de la Trinidad de Ramos Mejía a raíz de las heridas.
Las cámaras de seguridad de su fábrica fueron cruciales para poner luz al ataque a Rolando y ahora serán la clave para dar con los delincuentes. Es que parte del ataque a Rolando quedó filmado, incluso el coche en el que se movía las víctimas y que este mismo lunes otra vecina de la zona reconoció que se lo habían robado a su novio en El Palomar el viernes pasado. Dijo que fueron cuatro los delincuentes armados que lo atacaron, también fueron cuatro los que se enfrentaron a Rolando esta madrugada y lo mataron. Ahora, son intensamente buscados.
SEGUIR LEYENDO