Lo buscaban desde el 22 de enero pasado por matar a un sargento primero retirado de la Policía Federal de un disparo en la cara durante un intento de robo en un kiosco de Rafael Castillo, partido de La Matanza. Lo tenían identificado, sabían que era menor y lo fueron a buscar hasta su casa de Villa Luzuriaga: cuatro allanamientos se hicieron sin resultados positivos hasta que en una de esas propiedades uno de los familiares se quebró. El dato llevó a las autoridades hasta Córdoba, más precisamente, a Villa María.
Así, unas horas después de que el familiar se quebrara, los 23 días como prófugo de “Joni” llegaban a su fin, confirmaron a Infobae fuentes de la investigación liberada por el fiscal Pablo Insúa, de la Fiscalia del Fuero de la Responsabilidad Penal Juvenil N°1 de La Matanza.
Tras los allanamientos hechos por la DDI de La Matanza y la división Homicidios de la Policía Federal en Villa Luzuriaga, y con el dato en concreto de dónde estaba “Joni”, se informó a la Unidad Operativa Federal de Villa María para dar con el sospechoso: la información indicaba que se ocultaba en una casa de José Ingenieros al 800.
“Los policías de esa unidad realizaron una vigilancia prolongada en inmediaciones de la dirección aportada hasta que observaron a un joven, de similares características a las del prófugo, que salía de la propiedad marcada, por lo que procedieron a su detención”, relataron las fuentes consultadas por este medio cómo fue la captura del adolescente realizada por la brigada de detectives especializados en búsqueda de prófugos de la División Homicidios PFA.
Efectivamente, era “Joni”. Al adolescente lo buscaban por el crimen de Abel Horacio Santa Cruz (67). Aquel 22 de enero pasado, cerca de las 20 y sobre Del Colegio al 500, el policía retirado estacionó su Toyota Etios frente a un kiosco cercano a su domicilio, cuando fue interceptado por al menos tres delincuentes que descendieron de un Fiat Punto blanco. Uno era el menor detenido en las últimas horas.
En ese momento, dos de los asaltantes lo intimidaron con un arma para sustraerle tanto sus pertenencias como el coche, pero el sargento retirado se resistió. En el forcejeo, uno de los delincuentes le disparó a la altura del oído izquierdo, ocasionándole una herida en el rostro. Los vecinos llamaron al 911 y Santa Cruz fue trasladado de urgencia al Hospital Paroissien de Isidro Casanova, donde ingresó en estado crítico. Falleció minutos después.
Los delincuentes, entre los que estaba “Joni”, se subieron al Fiat Punto, donde un cómplice los esperaba al volante, y se dieron a la fuga sin lograr robarle nada al policía retirado.
El caso en principio era investigado por el fiscal Federico Medone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios de La Matanza, pero ante la constatación de la presencia de menores involucrados en el crimen pasó a la fiscalía juvenil de Insúa.
Tras un relevamiento de las cámaras de seguridad de la zona y la declaraciones de testigos, se estableció que los delincuentes se movían en un auto que había sido robado en Rivera Indarte y Miro, también de La Matanza, a unas 50 cuadras del kiosco donde mataron al sargento retirado. Luego, lograron identificarlos y ahora “Joni” enfrenta una acusación por “homicidio en ocasión de robo”.
Según pudo saber Infobae, Santa Cruz trabajó hasta los 60 años y su último destino en funciones había sido la División Seguridad de los Tribunales Federales de Comodoro Py 2002, en el barrio porteño de Retiro.
SEGUIR LEYENDO: