Cuatro amigas de13 años se reunieron el sábado por la tarde en una casa en la esquina de José Hernández y Almeyra, Billinghurst, partido de San Martín, para festejar el cumpleaños de una de ellas. Pero lo que debía ser una fiesta llena de diversión se convirtió en un drama. Dos motochorros las asaltaron con armas de fuego para robarles sus teléfonos celulares.
Las jóvenes salieron a la calle para ir a un kiosko cercano. Fue entonces cuando una moto con dos tripulantes se detuvo delante de ellas y uno de los pasajeros se quedó mirándolas fijo. Entonces, los delincuentes atacaron. Eran las 19:22; la cámara de seguridad de un domicilio logró captar el momento.
“Yo los vi que se pararon. El de atrás me miró y yo vi que tenía una mano en el bolsillo. Ahí se fueron y yo les dije en joda a las chicas que estos nos iban a robar. No pasó ni un minuto y volvieron, y ahí pasó eso. Viene la moto, me puso el arma acá -en la parte baja del abdomen- y me dijo que le diera todo, yo traté de meter el celular atrás”, relató una de las chicas al canal Telefe.
En el video se puede percibir cómo los dos motochorros se detuvieron delante del grupo sobre la vereda, y empezaron a apuntarles con un arma. Una de las chicas, aterrada, salió corriendo hacia una de las dos puertas abiertas de los domicilios donde estaban festejando el cumpleaños y en el audio de la cámara de seguridad se pudo escuchar los gritos de “¡Mamá, Mamá!”.
A los pocos segundos, los delincuentes escaparon con al menos dos celulares en la mano por la calle Almeyra mientras que de inmediato salieron a la calle el abuelo y el tío de la cumpleañera para tratar de atraparlos.
“A mí y a mi hija hace un año y medio nos asaltó un motochorro. Mi hija quedó asustada por ese tema. Ahora está con psicólogo porque no se animaba a salir sola. La tenía que estar acompañando yo y recién ahora se estaba recuperando. Con esto volvió todo para atrás”, afirmó Verónica, una de las madres de las nenas asaltadas.
“A nosotros nos avisó la madre de la chica que cumplía años. Después, el padre de la chica nos las trajo a cada una a la casa. Ashley estaba con vómitos, otra de las chicas tuvo un ataque, a otra le bajó la presión”, completó.
Su hija relató que en un momento pensó lo peor porque vio que el ladrón que la atacaba tenía el dedo puesto en el gatillo del arma. Si bien ninguna de las familias presentó una denuncia policial por el hecho, las madres de las víctimas del robo describieron la dificultad que atraviesan día a día para poder cuidar a sus hijas de la inseguridad.
Lirian, la madre de otra víctima, afirmó: “Es que nosotros no podemos vivir atrás de ellas tampoco. Están en una edad donde no podés estar diciéndoles que no salgan con sus amigas un poco. Están en una edad en la que quieren disfrutar un poco de sus amigas. Nosotros no podemos estar al lado de ellas las 24 horas del día. Con mi hija estamos las 24 horas comunicándonos. No podemos vivir así tampoco”.
“Estamos con muchos nervios. La verdad que duele que criaturas de 13 años tengan que pasar por esto. Queremos seguridad pero es lo mismo que nada, parece como que esto es tierra de nadie”, se lamentó Verónica.
SEGUIR LEYENDO: