Otra jornada violenta en Rosario. Tres jóvenes que fueron acribillados a balazos en distintos puntos de la ciudad murieron este domingo. Una de las víctimas había sido baleada el sábado y falleció en las últimas horas, mientras que las otras dos, un joven y una mujer, fueron atacadas hoy: al chico le dispararon desde un coche, a ella desde una bicicleta.
El primer crimen ocurrió esta mañana y la única certeza que este domingo tenían los investigadores de Rosario es que lo acribillaron a balazos. Después, todo es un misterio. Incluso, cuando hallaron el cuerpo en una esquina de la zona Sur de la ciudad ni siquiera pudieron determinar quién era la víctima ni su edad: estiman que tenía entre 18 y 25 años.
Fuentes de la investigación informaron que las hipótesis sobre este nuevo crimen en la ciudad más violenta de Santa Fe se suceden y nada se descarta, hasta se sospecha que lo pudieron haber matado a la salida en una fiesta o un boliche de la zona tras un altercado con otras personas que también hayan estado presentes en el evento.
Lo cierto es que los vecinos de calle Conscripto Bernardi y pasaje Chávez, del barrio Yrigoyen, en el Sur de Rosario, se despertaron cerca de las 6.45 con el ruido de las balas, y al salir encontraron a la víctima con varias heridas por disparos de arma de fuego.
Fueron al menos cinco los disparos, ya que los peritos levantaron esa cantidad de vainas calibre 9 milímetros en el lugar. La víctima fue atacada a tiros por los ocupantes de un auto que pasó por ese lugar y que luego de los disparos escapó.
Cerca de las 7.10, cuando llegó la Policía al lugar, fueron los mismos vecinos los que les marcaron el lugar donde se encontraba el cadáver, tendido sobre el pasto frente a la fachada de una de las viviendas de la ochava.
Cuando los peritos revisaron el cuerpo, constataron que presentaba “seis impactos de arma de fuego en espalda, pecho y cabeza”, según detallaron las fuentes. Y encontraron sólo una billetera con dinero: no llevaba celular ni DNI.
La causa penal quedó a cargo del fiscal de turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Patricio Saldutti, quien encomendó al Gabinete Criminalístico una serie de diligencias en procura dar con los homicidas e identificar a la víctima. Para esto último, se trasladó el cuerpo al Instituto Médico Legal para la realización de una autopsia y pericias que permitan conocer quién era el joven baleado.
“Una de las líneas investigativas es que la víctima estuvo presente en una fiesta o boliche de la zona y pudo haber mantenido fuera del lugar algún altercado con otras personas que también hayan estado presentes en el evento”, esbozaron fuentes del Ministerio Público Fiscal pero “no descartaron ninguna otra hipótesis”.
Dos víctimas
Mientras tanto, este domingo por la tarde falleció un joven que fue baleado el sábado y que estaba internado en el hospital Centenario. A Brian Ortigoza (26) lo atacaron cuando regresaba de comprar en Vergara al 2.200,muy cerca del barrio Ludueña.
Los asesinos iba a bordo de una moto, le dispararon y escaparon. A Brian sus familiares los llevaron hasta el hospital pero no sobrevivió y murió este domingo por la tarde.
Minutos después de que se informara que Brian había fallecido, se conoció que en Ayacucho al 4.000, en el barrio General Las Heras, dos sospechosos en bicicleta balearon a Viviana Alejandra Quevara, de 28 años.
Fuentes de la investigación informaron que en la escena del crimen se hallaron dos vainas servidas y, pese a que a la mujer la llevaron sus parientes hasta el hospital, no sobrevivió.
Crimen narco
Estos nuevos homicidios se conocen a horas del último ataque sangriento en Rosario: el doble crimen de un policía de 36 años y un joven de 23. Los mataron a balazos en la tarde de este sábado en Vélez Sarsfield al 5500, en el barrio Ludueña, zona Noroeste de Rosario.
Sebastián Ibarra, el policía asesinado, había sido pasado a disponibilidad en la Fuerza provincial desde julio de 2019, cuando allanaron su casa después del asesinato de su hermano Cristian, también oficial, quien fue acribillado dentro de un auto de seis tiros en la cabeza. El autor del homicidio habría sido Ariel Maximiliano Cantero, “El Chanchón”, medio hermano de “Guile” Cantero e hijo de Máximo Ariel, jefe y fundador de Los Monos.
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