Dueños de distintos comercios de Rosario, en la provincia de Santa Fe, analizan cerrar sus puertas debido a los reiterados ataques a balazos que vienen sufriendo en las últimas semanas, como una forma de intimidarlos para que abonen importantes sumas de dinero a cambio de seguridad.
El caso más reciente se dio en una concesionaria de autos ubicada en Boulevard Oroño al 5500, esquina Hilarión de la Quintana. El primer ataque a tiros fue el pasado viernes, y este martes por la noche volvió a ser el objetivo elegido por los violentos.
Según el testimonio del dueño del local a Telenoche Rosario (El Tres), él estaba cerrando su jornada laboral cuando escuchó la detonación de entre cinco y seis disparos contra los vidrios que había cambiado poco después de la primera balacera. Además, el hombre contó que recibió un nueva nota intimidatoria. “(El mensaje) Decía que si no iba a arreglar. Que no iba a poder tranquilo, yo ni mi familia”, relató.
Visiblemente indignado por la situación que le toca afrontar, el titular de la agencia de autos lamentó la inacción de las autoridades correspondientes y exigió una respuesta inmediata. “Hago denuncias y no pasa nada. No quiero que me llame nadie. Quiero que me den una respuesta y una solución porque yo pago todos mis impuestos. Todos los días me levanto a la mañana para laburar y pago todos los impuestos para que me cuiden”, dijo.
Ante este complejo panorama, el comerciante analiza el cierre definitivo de la concesionaria. “Me tengo que ir del país. Mañana tengo que cerrar mi agencia, mi lugar de trabajo donde se queda sin laburo un montón de gente. Tengo que cerrar, ganan ellos siempre”, enfatizó.
Tras ser notificada del nuevo ataque, personal de la policía de Santa Fe se acercó al lugar en un móvil y los efectivos constataron que algunos de los balazos impactaron en los automóviles exhibidos en el local.
A pesar de los mensajes extorsivos que venía recibiendo en su teléfono celular, el dueño de esta misma concesionaria había expresado la semana pasada que no pensaba “poner ni cinco centavos” para satisfacer a los atacantes. Pero esta vez se manifestó resignado: “Ya, sinceramente, no sé más que hacer ni decir. Hago las denuncias y no pasa nada, seguimos de la misma manera”.
En las últimas horas, una carnicería ubicada en Seguí y Lavalle atravesó una situación similar y su dueño dispuso el cierre definitivo del comercio. “Nos piden 100 mil pesos por mes y nos vamos, gracias intendente y gobernador”, reza uno de los carteles que puso Sergio, el dueño del local, este martes por la mañana en la entrada de la carnicería.
Debido al segundo ataque a tiros en menos de una semana -el primero fue el miércoles y el segundo el pasado viernes-, el hombre confirmó al programa El Tres que bajará las persianas para preservar su seguridad. “Dijeron que iban a pasar con el local abierto tirando y no me puedo confiar”, justificó Sergio su drástica medida.
Tras permanecer abierta durante 12 años en el mismo barrio, la carnicería cerrará sus puertas. “Esto deja a cuatro familias sin trabajo”, advirtió el carnicero, dolido por la decisión que debe tomar por los reiterados tiroteos contra su negocio.
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