Juan Alejandro Gómez, un hombre de 70 años y vecino de la localidad bonaerense de Del Viso (Pilar), fue arrestado en la madrugada del martes por un crimen aberrante: violó a su hija de 21 años que padece una discapacidad motriz, la embarazó y luego enterró al bebé en la casa que compartían.
Gómez está acusado de asfixiar al recién nacido, colocarlo en una bolsa y sepultarlo en un pozo en el patio de su casa, ubicada en la calle Capdevila al 7000, esquina San Cayetano, según informaron fuentes policiales a Infobae y a la agencia NA, que reveló el caso. Elías, un nieto de Gómez -jubilado y beneficiario de una AUH, ex empleado penitenciario y de un consorcio porteño- fue quien el pasado domingo denunció el hecho, ocurrido hace casi dos meses.
De acuerdo al relato del joven, el bebé nació el 10 de diciembre pasado y ese mismo día se produjo el crimen. Al observar a su tía desvanecida y con su bebé en el suelo del domicilio, el nieto fue a buscar a su novia a su casa en la zona de La Lonja para pedir ayuda. Así, regresaron a la casa de Del Viso. Ambos lograron cortar el cordón umbilical de la mujer.
Luego acompañó a su pareja hasta su casa, regresó unos 40 minutos después al lugar de los hechos y descubrió a su abuelo envolviendo al bebé en una bolsa y enterrándolo en el fondo del patio. El acusado abandonó la casa junto a su hija para, presuntamente, mudarse a la casa de un amigo.
Con el tiempo, el nieto hizo la denuncia, que fue investigada por el fiscal Manuel Cayuela, de la UFI especializada en violencia de género de Pilar. Las tareas fueron encomendadas a la DDI de San Isidro. El domingo pasado, efectivos de Policía Científica y de Bomberos de Pilar se dirigieron a la casa de la calle Capdevila y exhumaron el cadáver del bebé, que se cree que antes de ser enterrado habría sido asfixiado.
Más tarde, se llegó al dato de que la victima podría estar con su padre, refugiado por un amigo en Ingeniero Budge, un hombre llamado Emérito. Fueron a buscarlos allí, sin encontrarlos. Luego, la DDI de San Isidro los encontró en un domicilio de la calle Gualeguaychú, en el barrio porteño de Floresta, tras una vigilancia encubierta de varios días.
Tras la captura de Gómez, su hija fue revisada por personal médico y luego internada en el Hospital Sanguinetti de Pilar, donde se certificó que había sido abusada sexualmente desde hacía años por su padre jubilado. Se sospecha que Gómez trató de ocultar el embarazo de su hija y a medida que la panza crecía, decía al que le preguntara por esa cuestión que era porque comía demasiado.
El resultado de la autopsia determinó que el bebé falleció a causa de una asfixia mecánica, mientras que el detenido quedó imputado por abuso sexual con acceso carnal en concurso real con homicidio criminis causa.
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