El caso de la cocaína envenenada en el conurbano bonaerense, donde murieron al menos 17 personas y fueron internadas más de 50, deparó múltiples allanamientos por parte de la Justicia y el colapso de las guardias en los hospitales cercanos a Puerta 8, el asentamiento de Tres de Febrero donde se vendió la droga, según estiman los investigadores. En ese contexto, un serio incidente se registró en Hurlingham, donde un grupo de jóvenes descargó su furia con un patrullero.
El hecho se dio en las inmediaciones del hospital municipal de Hurlingham San Bernardino. Allí, un móvil de la Policía Bonaerense estaba estacionado muy cerca del lugar por el que acceden las ambulancias. Según trascendió, al enterarse de la muerte de una de las personas que había ingresado en grave estado tras consumir la cocaína adulterada, algunos de sus familiares atacaron el vehículo: lo patearon, lo apedrearon, saltaron encima del techo y arrojaron un mojón de cemento arriba del parabrisas. Finalmente, otras personas allí presentes los alejaron de la escena, en medio de un marco de gritos y llantos desconsolados.
Por su parte, el ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires emitió una alerta epidemiológica por “intoxicación por consumo de cocaína adulterada”.
La cartera sanitaria provincial difundió el documento poco antes de las 19 y advirtió que “se continúa registrando el ingreso de personas en grave estado”. “El sistema de emergencias está ingresando personas a diferentes establecimientos de salud, ocasionando una constante ampliación de la cifra de personas hospitalizadas”, agregó el comunicado.
Por otra parte, el Ministerio brindó una serie de recomendaciones para aquellas personas que hayan consumido cocaína en las ultimas 24 horas y añadió información sobre el tipo de sustancia que podría contener la cocaína adulterada: “Puede inferirse que podría tratarse de cuadros de intoxicación por opiáceos y se desconoce la existencia de otro producto vinculado”.
Con respecto a la investigación, el fiscal general del departamento judicial San Martín, Marcelo Lapargo, consideró en que, aunque se presume que podría tratarse de un ajuste de cuentas entre bandas narco, se trata de un hecho “absolutamente excepcional”.
“¿Había tenido un caso similar?”, le preguntó el periodista Diego Leuco, en Radio Mitre. Y el fiscal general no dudó: “Nunca, jamás. La gente dice que esto pasa en Centroamérica o en otros lugares, pero la verdad que nunca”.
“Puede ser un ajuste de cuentas, pero es conjetural. Yo digo que esto es absolutamente excepcional, no es algo que suceda habitualmente para que yo pueda compararlo con otro caso y decirle ‘esto es lo que pasa en un ajuste de cuentas entre bandas’, porque no tenemos antecedentes”, había considerado anteriormente Lapargo, en declaraciones a TN, dejando entrever que, aunque aún no pueden confirmarlo, es la principal hipótesis que manejan los investigadores.
En ese mismo sentido, fuentes judiciales afirmaron a Infobae que sospechan que el envenenamiento de los estupefacientes “fue intencional”, aunque se desconoce aún con qué lo contaminaron. “No es un error de cocción, porque si no pasaría cada tanto. Ni tampoco es un exceso de pureza, tendría el efecto de sobredosis, que no fue el caso”, ampliaron. “Con los elementos que se cortan habitualmente ninguno provoca muertes como ocurrió en este caso... Esto está claro, alguien los quiso jorobar a los que vendían ahí, porque ese lugar allanado fue donde se vendió”, concluyeron con respecto al asentamiento conocido como Puerta 8, en el municipio de Tres de Febrero.
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