Esta semana, en la localidad santafesina de Murphy, una mujer fue asesinada por su pareja policía con su arma reglamentaria delante de sus hijos. Tras el crimen, el efectivo se suicidó.
Ayer por ese hecho tres agentes fueron pasados a disponibilidad tras constatarse “el no cumplimiento del protocolo de género” en el caso. La víctima había denunciado hacía dos meses por violencia de género al oficial.
A través de un comunicado, el Ministerio de Seguridad de Santa Fe indicó que la medida recayó sobre el comisario inspector Cristian Ataide, quien estaba a cargo de la seccional de la mencionada localidad, el subdirector de Policía Cristian Rotela, jefe de la Unidad Judiciales, y la psicóloga Rosalía Kobila, de Medicina Legal.
Todos quedaron involucrados en una investigación administrativa por el femicidio de María del Carmen Espíndola, cometido el último martes por su ex pareja, un policía identificado como Gabriel Robles.
De acuerdo a la pesquisa, la mujer, que residía con sus tres hijos de una pareja anterior, había denunciado a Robles en noviembre pasado.
Según explicó a la agencia de noticias Télam el fiscal del caso, Horacio Pueyrredón, Espíndola denunció entonces que su ex pareja “la molestaba” porque quería continuar la relación que ella ya había dado por terminada.
La cartera conducida por Jorge Lagna sostuvo en un comunicado que “el Ministerio abrió una investigación y corrió de sus funciones al personal policial de forma preventiva, para seguir con el proceso investigativo y administrativo para el esclarecimiento del caso” y se indicó que “se puso en conocimiento que en los procedimientos se detectó el no cumplimiento del protocolo de género que fue firmado en octubre del 2021″.
Paralelamente, funcionarias del área de Bienestar Policial y Género establecieron “una mesa de trabajo” con la comuna de Murphy y programaron una capacitación con perspectiva de género para la toma de denuncias, destinada al personal de la comisaría”.
El ministro Langa dispuso, por otra parte, que la oficial María Laura Martinotti quede a cargo de la comisaría de esa localidad, ubicada a 150 kilómetros al sudoeste de Rosario, y designó a otra oficial como subjefa.
El femicidio ocurrió alrededor de las 2 de la madrugada del martes, cuando Robles, un policía en actividad que prestaba servicios en la localidad santafesina de Melincué, llegó al domicilio de la mujer y le disparó en la cabeza, delante de uno de sus hijos, para luego quitarse la vida.
El hecho se registró en una vivienda ubicada en Murphy, situada a unos 150 kilómetros al sudoeste de Rosario.
Hasta allí, el policía Robles se dirigió hasta la casa de su ex pareja Espíndola y por razones que se investigan, llegó al lugar y le disparó con su pistola provista por la fuerza, todo presenciado por uno de los tres hijos de la mujer, quien corrió desesperado para pedir ayuda a los vecinos.
Pocos minutos después, la policía llegó al sitio alertada por el llamado al 911 y constató que Espíndola estaba muerta por una herida de arma de fuego en la zona de la cabeza. Luego, los policías encontraron a Robles herido gravemente de un disparo.
El hombre fue trasladado al hospital zonal Alejandro Gutiérrez de la localidad de Venado Tuerto, donde los médicos constataron que presentaba una herida de arma de fuego en la zona de la cabeza. Murió pocas horas después.
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