Gerardo Javier Alavi, alias “El Chavo”, de 33 años, vecino de Barracas, es intensamente buscado por el crimen de Brian Robles Escudero, el hombre de 30 años asesinado ayer miércoles en la zona de un tiro en la espalda, en la intersección de Vélez Sarsfield y Lamadrid. Según testigos, un pistolero descendió de un Peugeot 208 para balear a Brian y luego huir. Brian se encontraba allí junto a su hermano y otras personas.
Según indicaron fuentes del caso a Infobae, el sospechoso disparó en cuatro oportunidades y una de las balas le perforó la espalda a Escudero, que cayó unos metros más adelante. También, otro joven que estaba con la víctima recibió un tiro en la pierna derecha.
La división Homicidios de la Policía de la Ciudad le sigue el rastro a “Chavo” bajo las ordenes de la fiscal Paula Asaro y la jueza Alejandra Provitola. Fue precisamente el herido que sobrevivió al ataque quien aportó la identidad de Alavi a la División Homicidios. Así, se triangularon datos y se llegó al nombre y DNI del sospechoso. Luego, la jueza Provitola firmó el pedido de captura.
Alavi ya tiene una historia pistolera en su prontuario. Fue acusado en 2013 por tenencia de arma y encubrimiento junto a otros cinco jóvenes de su barrio, tres de ellos hermanos entre sí. Su historia previsional, sin embargo, no coincide con la de un picante de carrera. Tuvo empleos en blanco desde 2008 y al menos hasta diciembre último trabajaba para una empresa porteña dedicada a la gestión de residuos.
Según confirmaron fuentes del expediente, la hipótesis por el móvil del crimen es doble. Podría haber sido causado por una interna en la hinchada del club Barracas Central o una interna por una construcción en la villa Zavaleta.
Se realizaron tres allanamientos dentro de la villa Zavaleta para encontrar al “Chavo”, todos con resultados negativos. Uno ocurrió en un domicilio de la calle Zavaleta al 1100, donde se secuestraron diez cartuchos calibre 9 milímetros y dos calibre 45, además de una constancia de soltura desde la alcaidía de General Madariaga de la Policía Federal Argentina a nombre de Alavi, con fecha del 30 de noviembre último, según confirmaron fuentes del caso a Télam. Luego se allanó otro domicilio del mismo barrio y por último un obrador ubicado sobre la avenida Vélez Sarsfield, entre Aráoz de Lamadrid y Toll, a metros de donde se produjo el crimen de Brian. Alavi, por su parte, tuvo trabajos previos en el rubro de la construcción.
En todo caso, no sería la primera vez que una mafia de este tipo se cobra una vida en la villa Zavaleta, marcada en los últimos tiempos por bandas de ladrones adolescentes altamente violentas dedicadas al sicariato y la transa de drogas. En noviembre del año pasado, la División Investigación de Homicidios de la Policía Federal detuvo a dos hermanos de origen paraguayo acusados de matar de un tiro en el pecho a un hombre que se negó a pagarles un “peaje” para que lo dejaran instalar internet.
Ocurrió el 18 de mayo del año pasado en la esquina de las calles Cayasta y Luna. Allí, Mario Chambi (39) y Mario Alberto Cabrera Vega (38) -nacidos también en Paraguay- realizaban tareas de reparación en un poste para restablecer el servicio para parte de los vecinos del barrio, cuando de pronto fueron abordados de manera agresiva por Aldo Sebastián, Derlis y Huber Francisco Carballo Oliveira.
En un principio, los hermanos le exigieron el pago de un dinero en efectivo a modo de autorización para que pudieran suministrar ese servicio en la zona. Pero ninguna de las víctimas accedió, lo que causó el enojo de los Carballo Olivera. De acuerdo con lo que pudieron reconstruir los investigadores, la discusión fue subiendo rápidamente de tono hasta que de un momento a otro, los hermanos extrajeron pistolas calibre 9 milímetros y comenzaron a disparar contra sus compatriotas. Chambi se llevó la peor parte y recibió un tiro en el pecho que terminaría por costarle la vida. Cabrera Vega, por su parte, fue herido de un balazo en la mandíbula pero logró salvarse después en el hospital.
SEGUIR LEYENDO: