Un brutal femicidio tuvo lugar hoy en la localidad santafesina de Murphy. Un policía de 50 años asesinó de un tiro en la cabeza a su ex pareja, con su pistola reglamentaria y frente a uno de sus tres hijos. Luego del crimen, el hombre se suicidó.
El hecho se registró esta madrugada, alrededor de las 2, en una vivienda ubicada en la pequeña localidad de Murphy, situada a unos 150 kilómetros al sudoeste de Rosario. Allí, el policía Gabriel Robles, que prestaba servicio en la comisaría de la localidad de Melincué, distante a unos 50 kilómetros de Murphy, se dirigió hasta la casa de su ex pareja, Marina Espíndola, de 42 años.
Por razones que se investigan, llegó al lugar y le disparó con su pistola provista por la fuerza. El brutal femicidio fue presenciado por uno de los tres hijos de la mujer, quien corrió desesperado para pedir ayuda a los vecinos.
Pocos minutos después, la policía llegó al sitio alertada por el llamado al 911 y constató que Espíndola estaba muerta por una herida de arma de fuego en la zona de la cabeza. Luego, los policías encontraron a Robles herido gravemente de un tiro, ya que tras el femicidio también se quitó la vida.
El hombre fue trasladado al hospital zonal Alejandro Gutiérrez de la localidad de Venado Tuerto, donde los médicos constataron que presentaba una herida de arma de fuego en la zona de la cabeza, que le originó la muerte alrededor de las 4 de esta madrugada.
En la escena del crimen los peritos secuestraron el arma reglamentaria que el policía habría usado para matar a su ex pareja y luego autolesionarse. La pistola será sometida a los peritajes correspondientes, indicaron las fuentes judiciales. Por testimonios de familiares y vecinos de esa localidad de apenas 3.500 habitantes y que fueron aportados a la investigación, el hombre había sido denunciado por la mujer en varias oportunidades por violencia de género.
La investigación quedó a cargo del fiscal Horacio Pueyrredón, de la Unidad Fiscal Regional III de Venado Tuerto, quien en principio investiga un femicidio seguido de suicidio.
En la tarde hoy, grupos de mujeres se reunieron en la plaza central de Murphy para pedir justicia por el femicidio. “Nos convocamos por redes sociales. Queremos reclamar por las personas que le permitieron trabajar a este hombre después de las denuncias que Marina había hecho: ella tenía perimetral. Queremos denunciar a las personas que lo dejaron libre y no la escucharon. Queremos que cambie la Justicia. En este caso, el femicida se quitó la vida, pero sabemos que muchas veces cuando van presos, salen rápido. Hoy también marchamos por esa impunidad”, dijo Nancy, una de las que convocó al reclamo, que comenzó a las 17.
De mismo modo, ayer, se conoció otro femicidio en la provincia de Córdoba, cuando un hombre de 57 años degolló a su ex pareja, una mujer de 50 y madre de cinco hijos, y luego abandonó su cuerpo en un descampado de la ruta provincial 17, en la localidad de Balnearia. Horas después, mientras la policía lo buscaba como principal acusado del femicidio, lo encontraron muerto de un disparo.
El cadáver de Silveiro José Roldán, quien era intensamente buscado desde el sábado 22 de enero como sospechoso de matar a Laura Lidia Palacios, fue hallado en las últimas horas de ayer con un disparo de escopeta -calibre 16- en una zona conocida como Trinchera. Lo investigan como un suicidio.
Según la información suministrada por los voceros del caso a la agencia Télam, antes de quitarse la vida, el hombre fue a la casa donde vivían sus hijos y los de la víctima, y les dijo: “Me mandé un moco, la maté”. Luego se fue.
La causa, que por el momento fue caratulada como “femicidio calificado por violencia de género”, está siendo investigada por la fiscal cordobesa Silvina Quaglia.
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