Así funcionan las mafias que venden certificados de vacunación truchos contra el COVID-19

Los ofrecen en foros y salas de chat. El comprador puede elegir la vacuna que desea que figure en su carnet. La insólita aplicación falsa de “Mi Argentina”

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Capturas de pantalla: los certificados
Capturas de pantalla: los certificados ilegales se comercializan por redes sociales.

Las publicaciones suelen ser explicitas, sin ningún sinónimo ni eufemismo. “Si necesita certificado de vacunación, comuníquese con nosotros”, se puede leer fácilmente en un grupo de chat de Telegram abierto a cualquiera que sepa buscarlo. Justamente esa aplicación es la preferida por las bandas que venden certificados de vacunación ilegales contra el COVID-19 para mentir el status de inoculación.

Varias fiscalías, tanto de la ciudad de Buenos Aires como de la provincia de Buenos Aires, recibieron en los últimos días denuncias sobre este tipo de mercado negro. Infobae accedió a los foros donde se comercializan desde carnets de vacunación hasta exenciones médicas. Uno de los investigados, incluso, está sospechado de haber creado una aplicación “Mi Argentina” paralela que rellenaba con datos de no vacunados como si lo estuvieran.

A fines de la semana pasada, la Policía Bonaerense desbarató a una banda compuesta por tres enfermeros profesionales que se dedicaban a la vacunación contra el COVID pero que en sus tiempos libres robaban los carnets oficiales de la Provincia de Buenos Aires y los comercializaba. La promoción ilegal consistía en que por sólo $3 mil el “cliente” se llevaba el certificado con sus datos y las vacunas que eligiera, con dos o tres dosis a elección.

Lo más grave se descubrió algunos días después: uno de los enfermeros cargaba a los no vacunados como si lo estuvieran en el Registro Federal de Vacunación (NOMIVAC). Se creen que hasta el momento lo habría hecho con casi 200 personas.

El momento en que la
El momento en que la Bonaerense secuestraba certificados de vacunación truchos.

Si bien esta banda en particular se manejaba con conocidos o por charlas boca a boca, se descubrió que hay otras organizaciones que ofrecen sus servicios espurios a través de redes sociales. “La preferida es Telegram por dos motivos: porque tiene la posibilidad de crear grupos o foros con gente que no necesariamente uno tiene agendada y porque es más difícil de rastrear que WhatsApp. Tiene otro tipo de herramientas que la hacen más anónima”, asegura un investigador.

Los grupos donde se ofrecen los certificados falsos suelen estar nomenclados con consignas de la militancia anti vacunas como “no al pase sanitario” o directamente con el ofrecimiento de lo ilegal: “Falso pase sanitario” o “Certificado COVID para Argentina”. En esos chats, se realizan los ofrecimientos que, en algunos casos, incluyen hasta promociones.

“La semana que viene será la última para tomar pedidos. El servicio se mantendrá para clientes y sus conocidos. Voy a necesitar Apellido, nombre, documento, fecha de nacimiento, lugar de aplicación que conozcas y vacuna de preferencia (fecha de aplicación opcional)”, se lee en uno de estos grupos sin ningún tapujo.

Uno de los mensajes en
Uno de los mensajes en los que se ofrece el pase sanitario de manera ilegal

Este mismo usuario, en otro de sus mensajes, explica a sus seguidores que está desarrollando una aplicación “Mi Argentina” en espejo a la original en la cual cargaría los datos de los no vacunados como si lo fueran: “A partir de la semana que viene empiezo a desarrollar la aplicación completa Mi Argentina, pero el precio inicial se elevará 200 pesos. Los que ya abonaron por el carnet serán beneficiados y lo obtendrán gratis”, explica en la publicación.

“Por lo general este tipo de transacciones se pactan inicialmente por Telegram y los medios de pago pueden diferir desde cryptomonedas a pago en efectivo en algún lugar a combinar, como fue el caso de San Miguel. A veces te dan el carnet físico o simplemente alguna de las constancias digitales validas que exige el estado pero adulteradas”, explican desde una de las fiscalías que investigan los hechos.

En otro de los grupos investigados por la Justicia, creado el 5 de enero, se puede leer la oferta sin ningún disimulo: Certificado de vacunación de Covid-19 en Argentina. Válido y legítimo. Certificado de inmunidad y vacunación”. Además el usuario que envió el texto deja su arroba para ser contactado.

Algunos de los modelos de
Algunos de los modelos de libre descarga, que también son ilegales

Sin embargo, no todo es comercio para aquellos que brindan este servicio ilegal. Algunos ofrecen los modelos de carnets de vacunación de manera gratuita para que cualquiera lo pueda descargar. “Es una especie de solidaridad entre personas que no se quieren vacunar pero que resulta tan ilegal como aquellos que lo venden. Siempre falsificar un documento público es delito más allá de que haya plata de por medio o no”, explican desde la Justicia.

Uno de los grupos donde se ofrecen estas credenciales de libre descarga, llamado irónicamente “Vacunate PBA” y con la foto del ex ministro de salud Ginés González García como avatar, brinda distintas opciones: un generador de código qr, la maqueta del certificado de vacunación de Buenos Aires y un modelo de carnet como el de la aplicación “Mi Argentina”.

Certificado en distintos formatos (CDR, PDF, AL) para ser editado en distintos programas. También incluye las fuentes”, avisa el anuncio que acompaña el link de descarga.

Los grupos de Telegram son
Los grupos de Telegram son los preferidos por estas bandas para ofrecer sus servicios ilegales

Los precios varían según cada publicación y el servicio que se quiera contratar. Algunos venden el carnet físico por $2 mil y otros, mas sofisticados, ofrecen además del certificado un QR con mantenimiento semanal. Ahí el precio es mas elevado y puede rozar los $6 mil.

La calificación para este tipo de delitos suele ser la que ofrece el artículo 292 del código penal que habla de castigar a quien “hiciere en todo o en parte un documento falso o adultere uno verdadero”. Las penas van de uno a seis años de cárcel.

El daño a la salud pública, mientras tanto, es incalculable.

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