La División Robos y Hurtos de la Policía de Tucumán detuvo ayer a un joven de 22 años acusado ser el autor del salvaje ataque contra Martín Abraham, repartidor de la reconocida sandwichería “El Turco”, en el que le cortaron cuatro dedos de su mano izquierda con un machete para robarle la moto. Según confirmaron fuentes judiciales a Infobae, se trata de un delincuente conocido en la zona con el alias de “El Negro Juan”, que cuenta con antecedentes judiciales y penales.
La detención del sospechoso se dio luego de una rápida investigación. Se recabaron distintas pruebas que les permitieron a los investigadores obtener una orden de allanamiento en un domicilio ubicado en la calle Isabel La Católica al 350, en el barrio Los Pinos, una vivienda ubicada en las inmediaciones del lugar del ataque al repartidor.
El procedimiento se llevó ayer en horas de la mañana bajo la autorización del juez Federico Moeykens del Colegio de Jueces del Centro Judicial y por pedido del fiscal Ignacio López Bustos, quien calificó el expediente como homicidio en grado de tentativa.
La detención no fue nada fácil. Una vez que se obtuvo la dirección y llegaron al lugar, la familia del “Negro Juan” se mostró violenta y no quiso colaborar. Trató de evitar que se lo llevaran y por eso los efectivos que concurrieron hasta la casa concretaron la detención en pocos minutos. “La familia no quería que lo detuvieran. Lo sacaron rápido para que no pasara a mayores la situación. Hubo gritos y empujones, pero finalmente quedó detenido”, explicaron investigadores del caso.
El joven de 22 años era muy conocido en el barrio por sus ataques y robos. “Tuvo varias entradas en comisarías por robos y hurtos”, revelaron. En la esquina donde ocurrió el ataque hay una parada de colectivos, la zona en la se movía dar sus golpes. “En el último tiempo se había calmado pero nuevamente retomó los robos. Además, tenía conflictos previos con los vecinos y una situación complicada en el barrio”, agregaron.
Además de sus antecedentes, el “Negro Juan” padece de una adicción a las drogas y una vida dentro de su seno familiar marcada por los conflictos. Los investigadores pudieron saber que ninguno de sus familiares se llevaba bien con él. “No lo querían”, se aventuró a decir la fuente en su diálogo con este medio. Por lo pronto, permanecerá detenido acusado del horrendo ataque contra Martín Abraham.
La comunicación oficial de la detención estuvo a cargo del subdirector General de Investigación Criminal y Delitos Complejos, Ariel Santillán, quien luego de dar detalles a los medios locales, dijo que no se logró encontrar el arma utilizada para tal delito, por lo que la investigación continuará. El “Negro Juan” ya comparece hoy ante el fiscal López Bustos en la audiencia en la que se le informó de la imputación. El nombre, señalaron, no se divulgará para no entorpecer la investigación.
El salvaje intento de robo ocurrió en la calle Idelfonso de las Muñecas al 2.200, en el mismo barrio donde vive el imputado. Fue mientras Martín entregaba un pedido, a unas 30 cuadras del local en el que trabaja. Allí fue abordado por el delincuente que, sin mediar palabra, lo atacó con un machete para asaltarlo y le cortó cuatro dedos de su mano izquierda.
El ladrón se le cruzó al repartidor mientras circulaba en su moto y lo atacó de repente. El machetazo iba directamente a la cabeza. Martín, como única reacción, levantó el brazo para defenderse y fue ahí que le cortó los dedos. En ese momento el delincuente huyó y la víctima, en la misma motocicleta en la que circulaba, pudo llegar hasta el hospital y salvó su vida.
El ataque contra el delivery obligó al dueño del restaurante a tomar una drástica decisión para resguardar la vida de sus empleados. Según contó Juan Pablo Delgado, amigo de la víctima y encargado en uno de los dos locales de “El Turco” en la capital, desde que comenzó la pandemia instauraron el sistema de reparto a domicilio para mantener la clientela.
Pero los robos se convirtieron en la principal amenaza para el negocio y en casi dos años fueron siete las motos que perdieron los cadetes, robadas en hechos de inseguridad, aunque jamás se llegó al nivel de brutalidad como el del asalto a Martín.
Es por eso que Sergio Santillán, el dueño, decidió cortar el problema de raíz: suspendió los repartos nocturnos y reacomodó a los 15 cadetes de la noche en la cocina. Hoy, sólo funcionan bajo la modalidad de take away. Es decir, el cliente pide por teléfono y lo retira en alguno de los dos locales. Pese al impacto económico de poder llevar pedidos hasta las casas de sus clientes, el empresario decidió darles otras tareas a los trabajadores del delivery.
“Por lo pronto sólo hay repartos al mediodía. De noche no, por la inseguridad. Estamos trabajando sólo en el turno de día sólo con los repartos, pero si esto sigue así, vamos a tener que suspenderlos totalmente“, agregó Juan Pablo. Martín, que va a ser papá dentro de un mes, se recupera de las heridas y ya tiene la promesa de su jefe de que no va a perder el trabajo. Sólo una cosa le genera dudas: “Pregunta todo el tiempo qué va a hacer porque ahora sólo tiene una mano”, comentó su amigo.
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