Félix Manuel Costa murió literalmente por nada.
En la madrugada de hoy viernes, tres delincuentes desconocidos abordaron al policía de la Federal recientemente retirado mientras llegaba con su camioneta Ford Ranger blanca a su domicilio en la calle Del Tejar en González Catán, acompañado de su esposa. Se la robaron sin mediar palabra. Costa intentó defenderse con su arma reglamentaria, sin poder realizar ningún disparo. En algún momento de la secuencia, le dispararon en el tórax, con una bala que atravesó su cuerpo. No contentos con dispararle, los delincuentes luego le robaron el arma.
Luego, huyeron.
Un móvil de la Comisaría 2° de González Catán de la Policía Bonaerense que patrullaba la zona se encontró con Félix ensangrentado, asistido por un vecino. Así, todavía con vida, fue trasladado al Hospital Simplemente Evita, donde falleció. El caso se convirtió en un homicidio, investigado por el fiscal Federico Medone, titular de la UFI de La Matanza especializada en crímenes violentos, uno de los investigadores más avezados y agudos del conurbano.
Medone ordenó un relevo inmediato de cámaras: se halló en la casa de Costa el video que ilustra esta nota, donde puede verse el ataque y la huida de los sospechosos. Luego, se descubrió que los delincuentes contaban con un auto de apoyo.
La Ford Ranger fue descartada en Villa Dorrego, ni siquiera llegó a ser vendida en el mercado negro de repuestos que motiva el robo de autos, una trama de autopartes baratas manchadas con pólvora y sangre. Se encontró sobre la calle Tarija, un punto usualmente frecuentado por transas. Dentro de la camioneta se halló una vaina servida calibre .380, que correspondería a la bala que le quitó la vida al ex policía.
Hay también otra testigo, una joven que estuvo presente en la escena y que está dispuesta a declarar. Sin embargo, atraviesa un fuerte estado de shock, según revelaron fuentes del caso a Infobae.
Los asesinos de Costa continúan prófugos, mientras Medone acelera para encontrar su rastro. El video de las cámaras de seguridad de la casa de la víctima muestra a un joven con campera azul y gorra. Sería el tirador, aunque los roles todavía deben ser determinados por los testigos. Se descarta por lo pronto un crimen por venganza. Costa y su familia no parecen tener enemigos o cuentas pendientes.
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