Un nuevo crimen que tuvo como víctima a un niño ocurrió en la ciudad bonaerense de Zárate. Este miércoles, una nena de 9 años fue asesinada en su casa y los investigadores sospechan de todo su círculo íntimo familiar.
El violento hecho ocurrió ayer miércoles por la madrugada en una casa sobre la calle Echeverría al 1400, entre las calles Juan B. Justo y España del barrio Covepam 1 en el municipio ubicado 90 kilómetros al norte de la Ciudad de Buenos Aires.
La menor, cuya identidad no fue dada a conocer, estaba en ese momento sola en su casa con un familiar, porque su madre trabaja de noche cuidando a una anciana, según informaron fuentes de la investigación a la agencia Télam.
Apenas pasadas las 5:30, un hombre frenó a un patrullero que pasaba por el lugar e indicó a los efectivos que la nena se había atragantado con galletitas, tras lo cual arribó al lugar personal de Prefectura Naval Argentina y una ambulancia.
Según las fuentes, los médicos constataron allí mismo que la nena había muerto y el fiscal de turno dispuso la realización de la autopsia correspondiente: el informe forense determinó que en realidad había sido asfixiada intencionalmente.
El personal de la PNA comenzó ahora un relevamiento de todas las cámaras de seguridad en la zona para corroborar si alguien conocido de la familia había ingresado a la vivienda a la hora que ocurrió el crimen. Mientras tanto, la fiscalía entrevistará al pariente que tenía a la niña a su cuidado para descartar o profundizar su supuesta participación en el homicidio.
En todo caso, el nuevo hecho se suma a una larga lista reciente de infanticidios en todo el país.
A fines de noviembre pasado, el asesinato de Lucio Dupuy, de cinco años, en la provincia de La Pampa, tomó relevancia nacional y puso en el ojo público los repetidos asesinatos de menores a manos de sus familiares directos, usualmente sus padres. Por el crimen siguen detenidas su madre biológica, Magdalena Espósito Valenti (24) y su novia, Abigail Páez (27). El chico había ingresado al Hospital Evita de Santa Rosa con una hemorragia interna muy grave, por lo cual fue imposible mantenerlo con vida. La autopsia comprobó luego que Lucio había sido víctima de golpes y torturas durante un tiempo prolongado: golpes, heridas compatibles con quemaduras de cigarrillos y múltiples mordeduras.
Luego se conoció el caso de Emiliano Messa, de apenas dos años, que falleció el 21 de diciembre en el Hospital Pasteur de la ciudad de Villa María, en el centro de la provincia de Córdoba, a donde había ingresado por un supuesto “accidente doméstico”.
Su mamá Ana Yael Piedra (28) y el novio de ella, Jonathan Marcelo Fernández (26) ya habían sido detenidos e imputados antes de la muerte por las lesiones de Emiliano cuando llegó al hospital. Ahora la autopsia confirmó que Emiliano perdió la vida por un traumatismo encéfalo-craneano severo, un brutal golpe en la cabeza. También, se constataron 14 lesiones como equimosis y hematomas, producto de violentos sacudones en sus brazos y cabeza.
Esta semana se conocieron dos nuevos crímenes.
El sábado pasado, Ana Patiño Fabro, una beba de apenas tres meses, fue asesinada en un inquilinato de Villa Albertina, en la localidad de Ingeniero Budge. Su abuela, Bettina, había sido arrestada por el delito de homicidio agravado por vínculo de la bebé tras llevarla ya sin vida a la salita sanitaria del barrio. V., la madre, de 17 años, que fue linchada a golpes por sus vecinos, por abandonarla y golpearla.
La autopsia no solo confirmó la sospecha inicial del caso sobre la muerte por estrangulamiento, con lesiones en el cuello obvias a simple vista, sino que también reveló que la pequeña Ana había sido atormentada durante semanas antes del crimen.
El domingo a la madrugada, en el barrio porteño de Parque Patricios, fue detenida Paula Yasmina Guerrero, de 29 años, acusada de matar a Milo Derto, el menor de sus dos hijos, de apenas dos años. Si bien los investigadores todavía aguardan los resultados de la autopsia que confirmen cómo murió el pequeño, una tía de la madre fue quien llamó a la policía cuando llegó a la casa y encontró a la joven con su hijo muerto bajo una frazada.
El presunto crimen del menor se dio en el marco de una puja judicializada por la tenencia del chico entre Paula y su ex pareja y padre del chico, Felipe. El lunes, el día que la Justicia había dispuesto para retirarle la tenencia de Milo y entregárselo a su papá, la madre ya estaba detenida. Este martes, ante la jueza Alejandra Provítola, Paula negó todo: “Yo no lo maté. Me quedé dormida porque había tomado alcohol con clonazepam”, le dijo, aunque en el departamento no se encontraron ni botellas ni pastillas.
Otro elemento hace sospechar de ella: la semana anterior, Paula, le había mandado varios mensajes al hermano de su ex pareja, padre Milo, anunciando que se quitaría su propia vida y la del bebé. “Vení, decile: ‘Chau’ al tío, hasta acá llegamos nosotros. Cuidate”, le dijo en un audio de WhatsApp.
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