Una pareja y sus hijas fueron víctimas anoche de una violenta entradera en el barrio privado San Eliseo, ubicado en la ciudad bonaerense de San Vicente. Cinco hombres armados y encapuchados los sorprendieron mientras dormían para robarle los ahorros. Los golpearon y a la dueña de casa la torturaron: le arrancaron seis uñas de las manos mientras le exigían el dinero. Luego escaparon y, hacia esta tarde, continuaban prófugos.
La noche de terror comenzó alrededor de la 1 de este miércoles en el country ubicado sobre la Ruta 58, a la altura del kilómetro 18,5. En ese momento, en la vivienda se encontraban la pareja propietaria, un empresario gastronómico y su esposa, junto a sus dos hijas menores de edad y la empleada doméstica, quien fue la primera en ser reducida por el grupo de ladrones.
De acuerdo al relato de las víctimas, los delincuentes actuaron violentamente desde el inicio del asalto y al menos tres de ellos estaban armados. Llegaron tras el objetivo de una determinada suma de dinero, que la pareja aseguró desconocer. Así, comenzaron a maltratarlos para que le confesaran el lugar donde guardaban esa supuesta cantidad de dinero. “Yo les di todo lo que teníamos, pero querían más. Entonces, empezaron a arrancarle las uñas con un alicate. Le sacaron seis en total”, dijo el empresario a TN.
“Después amenazaron con cortarle la lengua a una de mis hijas gemelas. Ahí nos enajenamos con mi esposa. Pensamos: ‘Estamos muertos’. Yo tiré al piso a uno y ella mordió a otro, como eran cinco y nos superaban en número, y volvieron a pegarnos. Le dieron una patada voladora a mi esposa e intentaron atarnos, pero la situación ya se les había ido de las manos y optaron por escapar”, siguió relatando el hombre.
En medio del altercado, una de las menores recibió un fuerte golpe cuando quiso defender a su mamá, que debió ser hospitalizada. La mujer fue trasladada al sanatorio Los Arcos. “Le reventaron una prótesis por lo que deberá ser intervenida. La golpearon tanto que la cara parece una máscara de lo hinchada que está”, lamentó su marido.
Los delincuentes huyeron del lugar y el hombre alertó a la custodia del barrio que, a su vez, llamó al número de emergencias 911. Personal policial arribó al country unos minutos más tarde e inició un operativo cerrojo para dar con la banda, aunque no tuvo éxito. Hasta la tarde de este miércoles no había detenidos.
El violento episodio es investigado por la fiscal Karina Guyot, titular de la UFI descentralizada de San Vicente, que trata de dilucidar la manera en que los asaltantes burlaron la seguridad del barrio privado. Una posibilidad es que hayan ingresado por un pozo bajo el alambre perimetral, ya que estaban embarrados.
“Por las cámaras suponemos que podrían haber estado escondidos desde las diez de la noche, esperando para entrar. Hay que estudiar si hubo complicidad, lo cierto es que fallaron todas los sistemas de seguridad”, concluyó el empresario.
Por otra parte, si bien en un principio había trascendido la información de que habían sido tres las casas asaltadas, fuentes del caso confirmaron que los delincuentes ingresaron a robar sólo a la propiedad del gastronómico y su familia.
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