Una avioneta arrojó en paracaídas 130 kilos de cocaína a un campo de Pergamino: cuatro detenidos

La investigación en contra de la banda comenzó en agosto pasado. Arrestaron a los líderes, madre e hijo, y a otros dos sospechosos. Sospechan que trafican en el Bajo Flores

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Los detenidos en el marco
Los detenidos en el marco del operativo

Unos 130 kilos de cocaína fueron secuestrados este jueves tras ser arrojados en paracaídas desde una avioneta a un campo del partido bonaerense de Pergamino, y son cuatro los detenidos sospechados de traficar la droga en la zona porteña del Bajo Flores. Sospechan que el cargamento que llegó desde el cielo está valuado en 800 mil dólares.

El procedimiento fue realizado por personal de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de la Policía Bonaerense, en una causa que tramita desde fines de agosto del año pasado en el Juzgado Federal Nº2 de San Nicolás, a cargo del juez Carlos Villafuerte Ruzo.

Fuentes policiales informaron que la investigación se inició el 28 de agosto de 2021 sobre una banda compuesta por ciudadanos argentinos y bolivianos, domiciliados en el barrio 1-11-14 del Bajo Flores porteño, dedicada a la comercialización de cocaína.

Sus cabecillas fueron identificado como M.S.C, de nacionalidad boliviana, y su hijo F.A.J.S, quienes fueron parte de las detenidos que hubo en las últimas horas.

Los 130 kilos de cocaína
Los 130 kilos de cocaína secuestrados por la Policía

Según indicaron las fuentes consultadas, la organización utilizaba como medio de transporte la vía aérea y traía la droga desde Bolivia, a bordo de una avioneta para, finalmente, ser arrojada en zonas rurales, con previo acuerdo de los dueños de los campos.

A raíz de las intervenciones de 10 líneas telefónicas y tareas de campo, los investigadores identificaron a los cabecillas de la banda y a otros integrantes secundarios.

Así, la Policía montó vigilancias encubiertas entre los maizales de un campo de la localidad de Rancagua, ubicada cerca del ex balneario Toro y a pocos metros del camino vecinal, en Pergamino, durante varias noches debido a que se tenía conocimiento que viajaría una aeronave con un cargamento. Pero por las condiciones climáticas no se realizaba el trayecto.

Sin embargo, los agentes que estaban apostados este jueves en el lugar observaron pasar la avioneta en cuatro oportunidades hasta que la vieron arrojar cuatro bultos de grandes dimensiones con paracaídas.

En ese momento, ya se encontraban también los sospechosos, quienes no se percataron de la presencia policial. Entonces, cuando se acercaron a recoger la droga, fueron detenidos la presunta líder, su hijo, una joven de 18 años y un ciudadano brasileño de 33.

El personal comprobó que dentro de los bultos había un total 132 kilos de cocaína distribuidos en “panes”, valuados en unos 790.000 dólares. Además de ese cargamento, la Policía secuestró dos camionetas Volkswagen Amarok, cuatro celulares y cuatro handies.

Policías al momento del allanamiento
Policías al momento del allanamiento

En septiembre pasado ocurrió un hecho similar en Uruguay, cuando las autoridades de ese país detuvieron a 17 personas en distintos departamentos. Como fue el caso de Canelones, donde se secuestraron 409 kilos de pasta base, con un alto potencial para transformar en cocaína y luego exportar a Europa, con un lote valuado en 7 millones de dólares.

En esa oportunidad, como en Pergamino, la droga, literalmente, caía del cielo: una avioneta la arrojaba en pleno vuelo a un campo en el área de Artigas. El caso, iniciado por un reporte de la DEA, la Drug Enforcement Agency americana, tenía lazos evidentes con la Argentina. Los investigadores uruguayos supusieron que esa avioneta, por su plan de vuelo evidente con una matemática de tiempo de vuelo y distancia, solo podría haber salido del país, puntualmente desde Entre Ríos.

Y así fue. Tras una investigación de la fiscal federal María Josefina Minatta, con asiento en Concepción del Uruguay y la PROCUNAR, el ala que investiga delitos de narcotráfico con su par Diego Iglesias, el juez Pablo Sero, ordenó a Gendarmería allanar un hangar y pista de aterrizaje en la zona de General Campos. En los procedimientos se encontraron documentos clave como libros y hojas de vuelo, más de 53 mil dólares, dos teléfonos satelitales y un GPS aeronáutico.

Así, con Uruguay convertido con sus puertos en un nuevo punto caliente de la exportación global de cocaína -un negocio sumamente lucrativo que convierte un kilo de tres mil dólares en treinta mil euros-, la Argentina se conviertió no solo en un punto de paso, sino en un engranaje operativo del esquema.

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