7 puñaladas por no convidar fuego: así fue el brutal ataque al churrero de Mar de Ajó

A casi una semana del ataque, Nahuel Slipak, permanece internado fuera de peligro aunque aislado porque contrajo coronavirus. Aún no hay detenidos

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Nahuel, el vendedor de churros
Nahuel, el vendedor de churros apuñalado por desconocidos

Con las pocas fuerzas que tenía y cubierto de sangre, Nahuel Slipak (33), un vendedor de churros de la localidad balnearia de Mar de Ajó, se acercó desesperado hasta la entrada del Camping Municipal General Lavalle para pedir ayuda. Unos cuantos minutos antes, había sido víctima de un ataque brutal: dos individuos lo apuñalaron en varias partes del cuerpo por el simple hecho de que no quiso convidarles fuego para encender un cigarrillo.

Según confirmaron a Infobae fuentes con acceso a la investigación, al churrero le dieron siete puñaladas.

El ataque ocurrió el jueves de la semana pasada poco antes de la dos. Los primeros en asistir a Nahuel fueron dos policías de la Bonaerense y un empleado del camping que estaban apostados en la entrada del predio, ubicado en la esquina de Pueyrredón y Lebensohn, a unos 150 metros de la playa.

La explicación que llegó a dar Nahuel antes de que lo llevaran de urgencia al hospital Municipal fue escueta, pero escabrosa. Según contó, como no tenía fuego, los agresores le quisieron robar. Y como se resistió a que le sacaran lo poco que tenía, lo apuñalaron sin piedad varias veces y, luego, escaparon.

Fuentes policiales confirmaron a este medio que el vendedor ambulante provenía de la zona de la playa cuando se acercó al camping para pedir socorro. En el presunto lugar del ataque, los investigadores secuestraron una guitarra y una bicicleta, ambas de la víctima, además de la posible arma utilizada durante el ataque a Nahuel: está siendo sometida a pericias.

En tanto, se determinó que los agresores no le robaron nada. Incluso, cuando lo revisaron en el hospital, el churrero llevaba en sus bolsillos dinero y su celular.

Lo cierto es que a causa de las siete puñaladas, varios de sus órganos quedaron comprometidos y Nahuel permaneció entubado durante dos días porque, según el parte médico inicial, presentó un “hemoneumotórax de pulmón por herida de arma blanca, herida en duodeno y colon”.

Sin embargo, su estado de salud evolucionó favorablemente. Este lunes, Nahuel pudo declarar ante el fiscal Martín Prieto, ya que se encontraba “lúcido, ubicado en tiempo y espacio, estable y en recuperación”. En ese sentido, fuentes con acceso al expediente indicaron que el churrero ratificó lo que había pasado, y dio algunos detalles más de los agresores.

Según contó, lo atacaron dos individuos de muy corta edad. “Hablaban con el léxico que usan hoy los jóvenes”, aseguró un investigador. Por el momento, no hay rastros de los sospechosos y las pistas para dar con ellos son muy pocas. En ese sentido, el investigador consultado admitió que el lugar donde ocurrió la agresión les juega en contra, ya que se trata de una zona de médanos y de poco tránsito. Y aún más si se tiene en cuenta que ocurrió de madrugada.

La entrada al camping donde
La entrada al camping donde ayudaron a Nahuel

“La zona donde lo atacaron está prácticamente apartada, un sector de médanos sin edificaciones linderas. Lo más cercano que había era un camping y Nahuel cuando es atacado llegó allá a pedir ayuda”, precisó una fuente del caso.

La agresión, al parecer, fue motivada más por la furia del momento. Según comentó una empleada del camping al canal Crónica, el vendedor herido es una persona “muy tranquila”, que no tiene problemas con nadie. De hecho, le indicó al funcionario judicial que no conocía a los agresores, por lo que la hipótesis de una presunta venganza por el control territorial para la venta de churros está descartada.

Entre otros datos, Nahuel le indicó al fiscal Prieto que hace poco tiempo que llegó a la ciudad balnearia, y que lo hizo sólo para vender churros. Al respecto, la empleada del camping agregó que el churrero concurre durante las temporadas de verano para trabajar de la venta ambulante, y lo hace desde hace varios años. Es por eso que en la zona lo conocen.

Nahuel se hospedaba a unas cinco cuadras del predio del camping municipal donde lo socorrieron y, de acuerdo con lo que trascendió, la madrugada del jueves pasado salió de comer de una rotisería, se dirigió a la zona de la playa y fue entonces que lo atacaron. Todo, por ahora, es materia de investigación en un expediente que fue calificado como lesiones graves y robo.

Según registros oficiales, Nahuel tiene un domicilio registrado en Ciudadela. Hasta el 2020 trabajó para la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires y fue beneficiario hasta ese año del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), la ayuda estatal brindada en el marco de la pandemia.

La familia del churrero ya fue avisada del ataque, aunque por ahora se desconoce si algún pariente se dirigió hasta Mar de Ajó para acompañarlo. La recuperación de Nahuel continúa, aunque su estado no deja de ser todavía delicado: el vendedor ambulante tuvo que ser aislado porque contrajo coronavirus.

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