G.G., de 17 años, fue vista por última vez el 26 de noviembre pasado en la estación Chacarita del tren Urquiza. “Ella me pidió permiso para ir al baño y no volvió”, aseguró su madre a Crónica en ese entonces: “No sabemos si tomó el tren u otro transporte, no tenía teléfono celular”.
Monica Schlotthauer y Mercedes de Mendieta, diputadas de izquierda, se hicieron el eco del pedido de la madre de la menor. “La madre está desesperada. Desde el viernes a las 18.30 que no tiene noticias de su hija. Ya reclamamos a la fiscalía que nos faciliten las filmaciones de las cámaras de seguridad de la estación para tener más datos sobre su desaparición. Llevaba puesta una remera roja y bermudas color violeta”, afirmaron en sus redes.
Este martes por la mañana, casi dos meses después, G.G. fue finalmente encontrada por personal del Departamento de Investigaciones Especiales de la PFA, que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales. Tras un intenso rastreo, con un expediente a cargo de la Fiscalía N°21 del fiscal Alberto Vasser, la menor fue encontrada a casi 430 kilómetros de donde fue vista por última vez, en un rancho de la villa Evita de Mar del Plata. Convivía, según confirmaron fuentes policiales a Infobae, con un indigente de 27 años oriundo de esa ciudad balnearia, un hombre con antecedentes menores por tenencia de estupefacientes.
Según investigadores, G.G. habría conocido al indigente “en la calle en Buenos Aires”. Cuando llegó la PFA al lugar, la menor aseguró estar allí por su propia voluntad. El hombre, que estaba junto a ella en la casa en ese momento, quedó afectado a la causa aunque no fue detenido. Según los propios dichos de la menor, G.G. se fugó para alejarse de sus padres, en una posible situación de violencia familiar. El hombre aseguró que la contenía ante la difícil situación.
La investigación, según fuentes del caso, se basó en el estudio y análisis de los registros fílmicos del día de la desaparición y de las últimas comunicaciones que tuvo la menor, la cual la vinculaban precisamente a este hombre. Los primeros indicios indicaban que se movía con esta persona en una línea del tren de la línea Urquiza. Así, los detectives desplegaron la búsqueda sobre los andenes y las formaciones en busca del paradero de la menor. Con el tiempo, el rastro los llevó hacia la villa Evita en Mar del Plata, donde comenzó un rastrillaje en los domicilios con personal de Brigada. Así, con una consulta casa por casa, encontraron a G.G. y al hombre de 27 años.
Ahora, la menor se encuentra bajo la supervisión de un equipo de especialistas del Consejo del Niño porteño, que intentará determinar el estado de la situación y la existencia de posibles abusos.
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