Liberaron a uno de los dos detenidos por el femicidio Nancy Videla, la mujer que había desaparecido el 26 de noviembre de 2021 tras salir de su trabajo en Palermo y fue hallada sepultada bajo la losa de la casa de Damián Lezcano Mendoza (70) el 2 de diciembre pasado en Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora.
Fuentes de la investigación confirmaron a Infobae que, este martes, la Sala 5 de la Cámara Nacional de Apelaciones en Criminal y Correccional ordenó la liberación del sobrino de Lezcano Mendoza, que había sido detenido pocos días después de que arrestaran a su tío e imputado como coautor del femicidio de Nancy. Incluso, a ambos, que habían sido procesados con prisión preventiva, los habían embargado por 5 millones de pesos. La decisión de dejarlo en libertad se tomó luego de que le dictaran la falta de mérito.
Así, la Justicia decidió que Claudio Andrés Lezcano (29) abandone la Unidad 28 del servicio penitenciario federal donde se hallaba preso. Lo habían detenido hace un mes y diez días, acusado como su tío de haber matado a Nancy con ensañamiento. Los detalles de cómo fueron las últimas horas de vida de la mujer son horrendos.
Nancy (31) había desaparecido el 26 de noviembre de 2021 tras salir de su trabajo en Palermo. Las cámaras de seguridad repusieron los blancos en la historia y así se llegó a saber que la mujer se tomó el colectivo en la estación de Lanús. Luego se esfumó. Pero un llamado anónimo fue la clave tras seis días de búsqueda. Así, dieron con Damián Lezcano Mendoza, de nacionalidad paraguaya, y su sobrino.
Acto seguido, hallaron el cuerpo de la mujer entre las últimas horas del 2 de diciembre pasado y los primeros minutos del 3: estaba enterrado en un pozo de 45,5 centímetros de profundidad, dentro de una bolsa de consorcio, bajo un contrapiso de una de las habitaciones que Lezcano Mendoza administraba en Bucarest al 2.531, en Ingeniero Budge.
Si bien la causa había sido girada a la Justicia de Lomas de Zamora, volvió al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°1 que actuó desde el inicio de la desaparición, para que resuelva la situación procesal de los acusados: ahora fue la Cámara de Apelaciones la que le dictó la falta de mérito al sobrino del principal acusado luego de que el juez de instrucción Diego Javier Slupski procesara a los Lezcano como “coautores” de un “homicidio agravado por haber sido cometido en perjuicio de una mujer con ensañamiento mediando violencia de género” (femicidio), delito que tiene como única pena la prisión perpetua.
Ahora, sólo el mayor de los Lezcano queda imputado por ese delito, cuyo agravante de ensañamiento se basó “en el dolor o sufrimiento excesivo e innecesario que se le produce a la víctima con el fin de ocasionarle la muerte”. Para el juez, el crimen fue en el marco de una agresión sexual y por su condición de mujer”.
En base al auto de procesamiento, Nancy fue “golpeada y asfixiada en el interior de la finca de mención hasta darle muerte”. El crimen, para la Justicia, fue el 26 de noviembre luego de las 19, en una de las habitaciones de la casa de la calle Bucarest, donde fue descubierto el cuerpo seis días después.
La sospecha es que presumiblemente fue un “amortiguador” el elemento con el que a Nancy le fracturaron el cráneo, y que quedó probado la relación que tenían la víctima y el mayor Lezcano Mendoza por mensajes y audios extraídos de su celular, donde además borró los chats que tenía con ella.
El juez dio por probado que ese 26 de noviembre Nancy llegó a la casa del mayor de los imputados pasadas las 19. Y hace mención a la declaración de dos testigos que contaron que ese día, y pasada esa hora, “la puerta de la habitación de Lezcano Mendoza se hallaba cerrada y un parlante colgaba del lado de afuera, con la música a todo volumen para tapar los sonidos de lo ocurría dentro de la habitación, método que -conforme los testigos- era habitual cuando Videla visitaba al nombrado y se encerraban en la habitación”.
Además, para el magistrado la posible escena primaria del crimen fue la “habitación que ocupaba Lezcano Mendoza”, donde se hallaron “muestras biológicas” y manchas de “presunto tejido hemático” que reaccionaron a las luces forenses en pared, piso, cara interna de la puerta de madera, en las patas de dos sillas y en un amortiguador.
“Videla fue ultimada de manera violenta... dentro de la mentada habitación, en una secuencia de agresión en la que primeramente fue atacada con un elemento cortante que le produjo las heridas de defensa mencionadas por el médico forense”, se señala en el procesamiento.
El juez describe que después la mujer fue “asfixiada, generándole las lesiones acreditadas en el cuello, golpeada en el ojo, logrando su indefensión, para luego blandirle un elemento con la suficiente masa -posiblemente el amortiguador- como para partirle el cráneo y ocasionar su deceso”.
Para Slupski, Damián Lezcano Mendoza no actuó solo: pero la Sala 5 consideró algo diferente y, por eso, tras un mes y 10 días preso, Claudio Andrés Lezcano recuperó la libertad.
Nancy tenía un vínculo con su presunto asesino, según la denuncia anónima que permitió hallar el cuerpo de la mujer: Lezcano Mendoza solía prestarle dinero para que ella pagara el alquiler de su casa y, además, creía que tenían una relación sentimental, lo que despertó las sospechas acerca del hombre, por parte de la propia denunciante.
El resultado de la autopsia determinó que la mujer murió a raíz de un “traumatismo encéfalocraneano y fracturas de cráneo”. Nancy sufrió 20 lesiones en el ataque: tres fracturas en su cabeza y otras 17 heridas en su cuerpo.
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