“Decile ‘Chau’ al tío, hasta acá llegamos”. El audio, de poco más de un minuto y medio, llegó al celular de Alexis “Fale” Derto (36), tío de Milo Derto, unos días antes de la tragedia. Lo enviaba la mamá de su sobrino, Paula Guerrero (23) que, esta tarde, quedó detenida en el marco de la averiguación de la muerte de su hijo de dos años, quien fue presuntamente asfixiado.
Felipe y Paula, los padres de Milo, se conocieron trabajando en un restaurante de San Telmo, hace cuatro años. Meses después del nacimiento de la criatura, según la familia Derto, la relación se volvió “tóxica”. “Iban y venían. Al final, se separaron. Ella le puso una restricción perimetral. Yo no la conocía personalmente, pero me mandaba audios o me llamaba. Quería que le pidiera a mi hermano, Felipe, que volviera con ella. Decía que estaba deprimida y, a veces, amenazaba con matarse”, recapitula Alexis, el tío de Milo, en diálogo con Infobae.
El jueves 13 de enero pasado, fue la última vez que Felipe vio a Milo, que había nacido la Nochebuena de 2019. Según declaró, notó que la mamá del nene no estaba en condiciones de cuidarlo e hizo una presentación ante la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) para acceder a una tenencia temporal, donde se estableció que hoy, lunes 17, el niño sería entregado al padre para su guarda.
El viernes pasado, la madre de Milo fue notificada de lo que la Justicia había decidido sobre su hijo y que debía cumplirse este lunes. De acuerdo con el testimonio de Alexis, la mujer “enloqueció”. “Estos últimos días llamaba con insistencia a cualquier hora. Incluso, a la madrugada. Como me empezó a asustar, fui a la Comisaria N4° de Puerto Madryn y pedí si, por favor, me podían tomar un denuncia, pero me dijeron que ‘No’, que era de otra jurisdicción”, explicó el tío del nene.
En uno de los últimos audios que le mandó, y que el hombre compartió con este medio, Paula Guerrero hizo una suerte de despedida de parte de Milo hacia su familia. “Nada más quería decirte gracias porque mostraste ser un buen tío y persona, pero no vamos a sufrir un día más con este bebé. Ya me cansé de llamarlo (a Felipe) y no atiende. Solo queríamos despedirnos de él. Vivir así no es vivir. Es mejor no vivir. No tuve el placer de conocerte pero, si supieran, desde hace dos años, las cosas que le aguanto. Que deje esa porquería que consume, hubiéramos sido una familia feliz. No te conozco pero, por haberme escuchado, te quiero. Vení, decile: ‘Chau’ al tío, hasta acá llegamos nosotros. Cuidate”, dice con el tono de voz inestable y, por momentos, quebrándose.
El sábado al mediodía Paula llamó a una tía suya y le dijo que Milo no respiraba. Cuando la mujer llegó a la casa, en el barrio porteño de Parque Patricios, se quedó sin palabras. Llamó a la Policía, que activó un protocolo de traslado de urgencia, pero antes de llegar al hospital el nene de dos años ya había muerto.
De acuerdo con el reporte policial, la muerte de Milo ocurrió este sábado a la tarde en una casa de la avenida Caseros al 2.400. Los médicos del Hospital Garrahan confirmaron que Milo murió por un paro cardiorrespiratorio, aunque aún no pudieron determinar qué provocó que su corazón dejara de latir.
La muerte de Milo la investiga la Fiscalía Criminal y Correccional N°30, a cargo de Marcela Sánchez, quien dispuso la declaración testimonial del médico que asistió al niño y el traslado de la madre, de 23 años, al hospital Penna para un informe interdisciplinario.
Luego, el padre de Milo aportó los datos del pedido que había hecho para tener la guarda de su hijo. Con esta información, el Juzgado en lo Criminal y Correccional N°3, a cargo de Osvaldo Bonanno, ordenó el allanamiento del domicilio de la mujer y su posterior detención, lo cual se formalizó este lunes. Paula Guerrero fue trasladada a la Alcaidía 12B de la Policía de la Ciudad y este martes será indagada.
En el procedimiento se secuestraron dos celulares, una tablet y 17 elementos varios, entre ellos prendas de vestir y almohadas. La causa fue caratulada como “averiguación de muerte por causa dudosa”.
Lo cierto es que el 24 de diciembre de 2019, cuando nació Milo, Alexis no pudo viajar a conocerlo. Con residencia en Puerto Madryn, el mayor de los tres hermanos Derto pensó que podría hacerlo más adelante, pero llegó la pandemia, el aislamiento y la visita a la Ciudad de Buenos Aires quedó pendiente.
A pesar de los 1.200 kilómetros que separan la provincia de Chubut del barrio porteño de Parque Patricios, tío y sobrino se mantenían en contacto de manera virtual. La que hacía de intermediaria, muchas veces, era Paula, la mamá del nene. “En los videos, Milo me hacía sonrisas, me mandaba besos y me saludaba. Tenía toda la vida por delante. No entendemos cómo pudo pasar esto”, dice, todavía, en estado de shock.
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