Los vecinos y la Justicia de la ciudad chubutense de Trelew se preguntaron durante más de dos años dónde estaba Nora Benito, la mujer de 61 años que desapareció el 23 de diciembre de 2019 de su casa sin dejar un mínimo rastro. Sin embargo, esta semana las dudas comenzaron a disiparse, aunque no de la manera que se esperaba: Nora está muerta.
Todo indica que fue asesinada.
Esta conclusión comenzó a gestarse el domingo 28 de noviembre pasado, cuando un camionero encontró en el kilómetro 1480 de la Ruta Nacional N°3, entre Trelew y Comodoro Rivadavia, restos óseos humanos rodeados de retazos de telas, prendas y bijouterie. El hallazgo ocurrió cerca de las 17 horas, 62 metros adentro de un campo cuyo alambrado estaba cortado, según pudo observar la Policía local. De acuerdo con lo que explicó el chofer, se detuvo a descansar y fue ahí que vio los restos. Después fue hasta Puerto Deseado y avisó a las autoridades.
A esa altura, todo era un misterio. Las presunciones eran muchas y se desconocía por completo a quién podrían pertenecer esos huesos. El jefe de la Comisaría Cuarta de Trelew que concurrió al lugar reveló que se trataba de un cráneo, fémur, peroné, cadera y piezas completas en un radio de 5 metros y dijo que “la altura de la cadera y los tobillos había restos de prendas de vestir”.
Por decisión de la Justicia, los huesos fueron enviados hace algunas semana al Laboratorio Regional Forense de la provincia de Río Negro, que está ubicado en Bariloche, para realizar un estudio de ADN. Desde allí, este lunes confirmaron la identidad de la persona a la que pertenecieron los huesos, Nora Benito. Así lo reveló a Infobae el comisario inspector Eduardo Chemin, jefe del Área de Investigaciones de la Policía del Chubut. Así, se tenía la primera certeza después de dos años de investigación.
Pero sorpresivamente, apenas 48 horas después de saber que la mujer de 61 años había muerto, la investigación tendría un nuevo giro. En la sede de la División de Investigaciones de Trelew se presentó un hombre y confesó que era el autor del crimen.
“Se trata de O.V., un hombre de unos 50 años de edad que manifestó ser el autor de la desaparición y la muerte de la mujer. Dijo esto e inmediatamente se pidió un testigo civil para darle legalidad al acto y se le dio conocimiento al Ministerio Público Fiscal”, comentó el comisario a este medio.
Así, al nuevo sospechoso se le asignó un defensor público e intervino un juzgado de Garantía. Hoy viernes se llevará a cabo la audiencia de control de detención ante la fiscal General de Trelew, Silvia Pereira Dos Santos. Allí se le imputarán los cargos. “En principio es homicidio simple. Hay que ver qué otro cargo se le va a imputar”, indicó el jefe policial.
Respecto al hombre que aseguró ser el femicida, no es alguien nuevo en la trama. El comisario comentó que es uno de los principales sospechosos que estuvo en la mira de los investigadores a lo largo de estos dos años. “Era un hombre que le hacía trabajos esporádicos en el departamento de la mujer en Trelew. Era del grupo de sospechosos que manejaron en la investigación. Fue como su empleado”, dijo.
Después de aquel 23 de diciembre de 2019 pasaron dos meses para que el único hijo de la mujer hiciera la denuncia. Fue a partir de ese momento que se iniciaron las actuaciones. Pero los meses pasaron, se tomaron declaraciones, se analizaron más de 1200 horas de filmaciones para obtener alguna pista y el resultado era siempre el mismo. No se sabía dónde estaba Nora.
Los medios locales contaron por ese entonces que a la mujer no se le conocían amistades íntimas ni grupos de pertenencia. De hecho, tenía una escasa vida social y por eso los investigadores estuvieron desorientados casi todo el tiempo, pese a contar con un listado de sospechosos. Además no tenía contacto con su hijo y estaba divorciada. Para vivir, Benito tenía en alquiler unas 10 propiedades que ella misma administraba. Tenía un solo auto y una vida sin mayores pretensiones.
Sus inquilinos en ese momento no pudieron brindar mayores precisiones sobre qué le habría ocurrido. En los primeros procedimientos se encontraron unas manchas de sangre en la vivienda de la mujer, aunque ningún otro signo de violencia. También aparecieron más de 300.000 pesos en efectivo, pero nada concreto. Nora, además, no recibió ningún tipo de amenaza y no tenía deudas.
“Se hizo una investigación muy amplia en estos dos años y distintas hipótesis, que lo tenían como sospechoso a este hombre que se entregó pero no teníamos el cuerpo. No sabíamos si estaba viva o muerta. Eso se corroboró esta semana”, señaló el comisario. Sólo los huesos, encontrados a 50 kilómetros de su casa, develaron parte del misterio casi dos años después de que se le perdió el rastro.
Se presume que fue asesinada, aunque las causas de muerte todavía no fueron establecidas. Según explicó el jefe policial, al tratarse de restos óseos, es muy difícil saber cómo la mataron. “Sólo sabemos que la mataron”, dijo. Ahora, la palabra la tiene O.V, el nuevo sospechoso.
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