Tres delincuentes intentaron robar un local de indumentaria ubicado en Arévalo al 1.700, en el barrio porteño de Palermo, pero se los impidió un empleado del negocio, que los enfrentó a los golpes y patadas. Las imágenes de lo que sucedió el martes, alrededor de las 19.30, quedaron registradas por las cámaras de seguridad del negocio.
“La cuadra estaba muy tranquila. Con el calor que hizo ayer, había muy poca gente en la calle. Yo estaba con un amigo y, de repente, aparecieron estos tres muchachos. Enseguida me di cuenta por dónde venía la mano y salí rápidamente detrás del mostrador para tratar de frenarlos”, dijo Lucas, el joven a cargo del local, en declaraciones al canal TN.
Por lo que se ve en en el video, que dura poco más de dos minutos, los ladrones avanzan por el negocio hacia la parte de la caja y, en el camino, uno de ellos amaga a mostrar lo que podría haber sido un arma. Paralelamente, Lucas (que lleva puesta una remera de color amarilla) los empuja con la intención de defenderse.
“Ahí me tiran una mano, me pegan de costado en el labio, y le pegan a mi amigo que estaba sentado en una banqueta y se quedó en shock. A él lo golpearon un poco más que a mí: tiene el ojo hinchado”, contó y dijo que jamás había vivido una situación similar. “Reaccioné sin pensar porque quise defender el espacio. Son situaciones que no podés ensayar”, sostuvo.
Una vez que logró sacar a los delincuentes del comercio, Lucas recibió algunos golpes más en la puerta que lo dejaron tendido en la vereda. En ese momento, explicó, dos de los tres ladrones aprovecharon para escaparse.
Sin embargo, cuando el vendedor logró recuperarse decidió subirse a su moto y salir a buscar a los delincuentes. “Estaba desconcertado, pero me subió la adrenalina y salí a buscarlos. Al final terminé encontrando a uno de ellos en una plaza que está acá a un par de cuadras”, contó Lucas y expresó su disconformidad ante la ausencia de personal policial. “Jamás aparecieron”, sostuvo.
De acuerdo con el relato de Lucas, el delincuente le terminó dando su celular a cambio de que dejara de perseguirlo y de pedir que llamaran a la Policía a los gritos. “Te dejo mi celular, pero no me sigas más. Por favor, loco, ya fue, yo no fui el que te pegó”, recordó el empleado que le suplicó el sospechoso que, minutos antes se metió en el local con la intención de robarle.
Por el intento de robo no hay detenidos. Según el encargado del local de la calle Arévalo al 1.700, los ladrones son de la zona y suelen merodear por el barrio. “El celular que me dio se lo regalé a un cartonero qué pasaba por ahí porque me vio lastimado y me ofreció agua para limpiarme la cara”, concluyó el joven.
También refirió que a eso número hubo una llamada y que cuando atendió era de la cárcel; y se asustó.
SEGUIR LEYENDO