Un médico de 79 años que realizaba certificados apócrifos para evitar la vacunación contra el COVID-19 fue detenido esta tarde por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, precisaron fuentes policiales a Infobae. Ante el operativo de los efectivos, un grupo de pacientes que esperaba ser atendido en el lugar defendió al profesional y generó incidentes con las fuerzas de seguridad.
El hecho ocurrió en el barrio de Palermo, en CABA. Allí, en un departamento ubicado en la calle Coronel Díaz al 1700 el médico emitía certificados apócrifos con supuestas patologías que eximían a las personas requirentes de recibir la vacunación contra el coronavirus. Según pudo averiguar este medio, el profesional cobraba alrededor de 4.000 pesos para emitir el certificado en cuestión.
Según precisaron fuentes judiciales, el domicilio no contaba con habilitación como consultorio y el médico detenido contaba con la matrícula vencida prorrogada gracias a la emergencia sanitaria por el COVID-19.
Lo que el certificado emitido detallaba: “Dejo constancia que contraindico para (nombre de la persona) DNI (Número del paciente) la aplicación de las denominadas vacunas contra COVID, debido al hallazgo de elementos nocivos para su salud en su composición y a los graves efectos adversos incluída la muerte, según los registros oficiales”. Además del médico homeópata, fuentes policiales le precisaron a Infobae que fueron detenidos sus colaboradores: dos hombres de 40 y 45 años, y una mujer de 75.
Ante el llamado al 911 realizado por uno de los vecinos del lugar, personal de la Comisaría Vecinal 2 B de la Policía de la Ciudad se desplazó al domicilio. Concretamente hubo una denuncia sobre la existencia de un médico que hacía certificados falsos para evitar la vacunación.
En el momento en el que se realizó el operativo, los efectivos se dieron con una fila personas que se extendía alrededor de 20 metros. Las personas indicaron que en el lugar había un facultativo que daba certificados que contraindican la aplicación de vacunas contra el COVID-19 por la preexistencia de una patología no detallada.
Los oficiales ingresaron al departamento y encontraron 220 certificados, 10 talonarios preimpresos en blanco y varios pacientes aguardando ser atendidos. Tras la consulta de los policías porteños con la Unidad de Flagrancia Este, a cargo del doctor Tropea, se dispuso la detención del médico como también de sus tres ayudantes. Además, se procedió al secuestro de celulares y equipos informáticos.
En el momento del operativo, varias de las personas que esperaban ser atendidas protagonizaron incidentes con la Policía de la Ciudad al intentar defender al profesional. A pesar de ello, el detenido pudo ser trasladado a la sede policial.
Durante el día de mañana, el auxiliar Fiscal que lleva la causa, Dr. Santiago Almeida indagará a los detenidos.
El último sábado por la mañana un hombre fue hasta la terminal de ómnibus de larga distancia de El Talar, en el partido bonaerense de Tigre, a sacar un pasaje de micro. Los empleados le informaron el precio del pasaje y un costo adicional por un servicio que no había tenido en cuenta: le exigían el pago obligatorio de un certificado de hisopado negativo que, según informaban ellos mismo, era requerido en su destino.
El hombre desconfió de la maniobra, fue hasta la Comisaría 6ª de Tigre y los denunció.
La acusación motivó una breve investigación que ese mismo sábado por la tarde derivó en un allanamiento de urgencia a pedido del fiscal Sebastián Fitipaldi, en turno en la UFI de El Talar. Tras ese operativo, siete empleados de las empresas La Santaniana y La Guaireña fueron imputados por los delitos de falsificación de instrumento público y estafa.
Los agentes de la Policía Bonaerense entrevistaron en el lugar a varios otros pasajeros que habían comprado pasajes a ambas compañías -las cuales habitualmente realizan viajes dentro y hacia Paraguay- y reconstruyeron con sus testimonios la dinámica de la estafa.
Los empleados recibían a los clientes y en medio de la transacción les informaban, sin lugar a otra alternativa, que debían abonar también una suma de entre $3.000 y $4.000 -los precios varían según los testigos- por un hisopado para poder viajar.
Muchos de ellos, incluso, se quedaban esperando que un médico o un enfermero se acercara a testearlos.
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