“El esclarecimiento era algo que nos merecíamos todos”, aseguró Lucila Frend al cumplirse 15 años del crimen de su amiga Solange Grabenheimer, por el que ella fue imputada, juzgada y absuelta. Hoy es un día clave: prescribe la causa y la Justicia nunca continuó la investigación para hallar al asesino. ¿El motivo? La familia de la víctima no quiso avanzar en ninguna otra hipótesis porque sigue creyendo que fue Lucila quien la mató aquel 10 de enero de 2007 en el PH de Florida que compartían.
“Es un día muy triste y amargo para mí y para todas las personas que queríamos a Sol y que hace 15 años esperamos justicia”, escribió Lucila en una carta que le envió a la agencia de noticias Télam.
“Más frustrante aún es saber que pese a todos los esfuerzos míos personales y de mi familia y nuestro abogado y amigo, el Dr. Francisco García Santillán, por impulsar una nueva investigación, un nuevo fiscal, nada de eso se logró”, aseguró desde Barcelona donde se encuentra radicada desde hace varios años.
Frend, en la misiva también acusó a la Justicia de corrupta y ella misma respondió a una pregunta que le ronda en el mente desde el momento en que se abrió la investigación: “¿Era esta fiscalía un ejemplo de trabajo profesional y transparente? Infelizmente, más bien lo contrario. Y no lo digo yo, lo dijeron seis jueces”.
Tras 11 años de no hacer declaraciones a la prensa, eligió un día muy particular para romper el silencio: “Me sigo preguntando por qué tuvo que pasar esta pesadilla… Sol era mi gran amiga, la quería muchísimo y le sigo pidiendo que me dé fuerzas en los momentos más difíciles, como hoy”.
La hora de la muerte y quién mató a Solange Grabenheimer son dos misterios que la justicia no pudo resolver. Quince años después y con la causa a punto de cerrarse definitivamente, no se sabe cuál fue el arma homicida ni el móvil del crimen en un caso marcado por la duda.
Solange tenía 21 años y vivía en un PH de la localidad bonaerense de Florida con su amiga Lucila Frend, cuando el 10 de enero de 2007 su cuerpo fue encontrado con puñaladas y signos de estrangulamiento al lado de la cama.
“Salí de mi casa y juro que Sol estaba durmiendo como todos los días”, dijo Lucila. Según la primera autopsia, el crimen tuvo lugar entre las 5 de la mañana (con Lucila en la casa) y las 17 (con ella afuera). Pero en el juicio, el forense que revisó el cuerpo dijo que el homicidio fue entre la 1 y las 7 de la mañana, lapso en el que Lucila sí estaba. Desde ese momento, la joven se convirtió en la principal sospechosa, tanto para la familia de la víctima como para el fiscal que encabezaba la investigación, Alejandro Guevara.
EL CAMINO JUDICIAL LLEGA A SU FIN
Aunque se investigaron otras hipótesis, todas las miradas apuntaron a Lucila desde que, en la reconstrucción del hecho, en el que participaba como testigo, relató un escenario distinto al que contaban los demás y pasó de ser amiga y testigo a única sospechosa. Cuatro años después, sería juzgada y absuelta por unanimidad por el TOC 1 de San Isidro, integrado por los jueces Oscar Zapata, Lino Mirabelli y Hernán San Martín. Apenas se leyó la sentencia, Lucila se abrazó con su abogado y sus familiares, mientras que allegados de la víctima gritaban: “¡Injusticia!”
Afuera de Tribunales, Lucila dijo: “Es un paso más, estoy aliviada ahora. Esto tiene que seguir y alguien tiene que encontrar al responsable”.
Beneficiada por la duda
“Es una lástima que el fiscal con tanta saña la persiguiera a la joven Lucila y luego se quedara con los brazos cruzados mientras el homicida seguía libre y seguramente muriéndose de risa. Se trató de una causa triste y muy dificultosa”, destacó el abogado de la familia de Frend, Francisco García Santillán.
El fiscal general Carlos Altuve se manifestó en contra de la absolución y pidió que se condenara a Frend a prisión perpetua o se anulara ese debate que se hizo en 2011. Pero dos años después, el Tribunal de Casación Penal bonaerense rechazó el pedido y dejó firme el fallo. Como cada delito prescribe de acuerdo a su pena máxima, en el caso del homicidio que se investigó en este caso y que se le imputó a Lucila Frend, al tratarse de una cadena perpetua, la prescripción opera a los 15 años desde la comisión del hecho. Es decir hoy, lunes 10 de enero.
Ni la fiscalía ni la querella presentaron recursos en contra del fallo del Tribunal de Casación que en 2013 dejó firme el fallo absolutorio. En dicho fallo, el Tribunal resaltó que el fiscal Guevara hizo un trato “desparejo” de la prueba, en referencia al comportamiento de Lucila el día del crimen que él consideraba sospechoso pero que no consideró del mismo modo idénticas actitudes de otros testigos del juicio. Y destacó también que no se pudo dar por probado un móvil para el homicidio y que “resultaba evidente que la hora de la muerte no se encontraba clarificada en lo absoluto”.
“Ese fallo quedó firme y con esto termina la causa. La familia siempre creyó que Lucila la mató y no piden otra línea investigativa”, explica Alejandro Guevara, fiscal del caso, mientras que el abogado querellante, Roberto Damboriana, sí habla de prescripción: “Las pruebas marcaban que era Lucila y, al quedar firme el fallo, este 10 de enero prescribe la causa. La duda siempre estuvo a su favor”.
Por parte de la defensa, hicieron diferentes intentos por reabrir la causa tras la sentencia sin éxito, ya que la única forma de hacerlo sería por parte de la familia de Solange y eso quedó totalmente descartado: para ellos, Lucila es la asesina.
EL CASO QUE CONMOVIÓ AL PAÍS
Solange fue encontrada asesinada el 10 de enero de 2007 en el PH de la localidad de Florida que compartía con su amiga, Lucila Frend, que según declaró, se fue 7.30 horas de la casa. Sol tenía que levantarse a las 10.30 para ir a trabajar. Nunca apareció en la casa de polarizados donde trabajaba ni tampoco llegó esa noche al cumpleaños de su prima donde iba a verse con amigos. Ambas amigas habían quedado en encontrarse en ese cumple y, como Sol no llegaba, Lucila le pidió al novio de ella, Santiago, y a la prima, Michelle, que la acompañaran a buscarla al PH. Pero, cuando llegaron, ella no se animó a entrar, y los otros dos encontraron a Solange muerta, en musculosa y bombacha, junto a su cama.
La autopsia reveló que Solange había recibido cuatro puñaladas en distintas partes del cuerpo. De acuerdo a las pericias, la sorprendieron dormida y la asesinaron.
Puntos clave en la investigación
1. El móvil. Así como no se pudo determinar quién la mató, tampoco se pudo probar por qué. Como la hipótesis más firme del fiscal apuntaba a Lucila, una discusión fuerte que habían mantenido las amigas porque el novio de Lucila habría manifestado intenciones amorosas hacia Solange era una punta que no cobró fuerza mayor. El hermano de Solange había contado que ella quería mudarse sola y que le había mencionado típicos problemas de convivencia.
2. Ningún rastro de terceros en el PH. No robaron dinero, objetos de valor ni forzaron la puerta. Era un día de tormenta ese miércoles de enero y no había indicios de que alguien hubiese ingresado por la puerta balcón. “No había rastros de hojas, agua ni tierra para un día de lluvia como ese cerca de la puerta”, aseguran fuentes de la investigación.
3. La única acusada. El fiscal apuntaba a la amiga, aunque antes ya habían investigado también al novio de la víctima, a los obreros de la obra lindante al PH, a un compañero de teatro y a una mucama que trabajaba en la casa de los padres de su novio con quien había discutido.
4. El ingreso al mail después del crimen. Se hizo desde un domicilio a donde fue Lucila a pasar la noche y Lucila contó que fue ella quien lo hizo. Luego, cuando la madre de Solange le pidió la clave, le dio otra que no coincidía. “Lo hice simplemente para saber si alguien le había mandado un mail raro. Siempre quise clarificar el homicidio y dije la verdad”, dijo en el juicio.
5. La impericia. El forense que tuvo el primer contacto con el cuerpo en el PH no pudo determinar la hora exacta porque no le tomó la temperatura al cadáver: no llevaba un termómetro. Además, hubo otra falla en cuanto al humor vítreo, que se extrajo mal y la prueba contaminada tuvo que ser desechada.
Patricia Lamblot optó por el silencio a 15 años del crimen de su hija, que en las próximas horas se convertirá en el crimen perfecto.
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