El partido de La Matanza fue nuevamente escenario de la inseguridad que golpea desde hace varios años al conurbano bonaerense, con dos episodios ocurridos con poco tiempo de diferencia entre ambos y que dejaron como saldo final amenazas violentas, balazos y muerte.
El primer hecho tuvo lugar el miércoles a las 11 de la noche en la localidad de González Catán. Allí, un hombre y una mujer -ambos jóvenes, según testigos- entraron a un maxikiosco ubicado en la esquina de las calles Riglos y Zufriategui para asaltarlo. De acuerdo con lo que se observa en el video de una de las cámaras de seguridad del local, los dos asaltantes armados abordaron a una de las empleadas en la puerta y la obligaron a entrar al kiosco.
En ese momento, el hombre le apuntó en la cabeza a la víctima, mientras que su cómplice se dirigió hasta el sector de la caja registradora y amenazó a otra de las trabajadoras del kiosco para que le entregara el dinero. Según relató Gabriel, el dueño del comercio, en diálogo con TN, el asalto duró entre cuatro y cinco minutos.
Después de llevarse parte de la recaudación, la pareja huyó con rumbo desconocido y todavía permanecen prófugos. En su relato, el propietario indicó que los ladrones aprovecharon el cambio de turno para entrar al lugar. Es que después de la pandemia, el comercio permanece cerrado con una reja y atiende las 24 horas a los clientes sólo a través de una pequeña ventana. El único momento del día en que la puerta se abre es cuando un empleado llega para reemplazar a otro. Fue ahí que los delincuentes aprovecharon para dar el golpe, dijo Gabriel.
“Los empleados están bien. A nadie le gustaría que lo asaltaran a punta de pistola”, expresó el comerciante, quien decidió no hacer la denuncia penal sino únicamente difundir el video en las redes sociales. A raíz de ello, efectivos de la Comisaría 4º de Villa Dorrego iniciaron actuaciones de oficio y le dieron intervención a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 del Departamento Judicial de La Matanza.
A diferencia de lo que suele ocurrir con las víctimas de hechos de inseguridad, Gabriel se mostró calmo y sin ninguna expresión en la que reclame algún tipo de represalia contra los ladrones. De hecho, dijo que por el testimonio de vecinos pudo identificar a la pareja y pidió conocerla para poder hablar con ambos acerca de lo ocurrido y entender por qué llegaron a ese punto.
Ninguno de los dos llegaba a los 20 años, de acuerdo con lo que dijo la víctima. “Sé que hay que hacer la denuncia. Los vecinos me lo dijeron pero preferí solo difundir las imágenes y tratar de encontrar a las personas que hicieron eso. Conocerlas, hablar con ellas, ver por qué lo hicieron, ver por qué llegaron a eso, conocer a la familia. Ver el problema de raíz”, dijo el hombre. “Yo pienso que dos menores que salieron a delinquir no estudiaron para delinquir. Ahí hay un problema. Hay que tratar de tener un poco de empatía y tratar de cortarlo ahora. Que no pase a mayores”, reflexionó.
Gabriel dijo que no tiene rencor y que los perdona por lo ocurrido. Simplemente quiere hablar con ellos para entender un poco más cómo es su vida. “No se justifica tampoco lo que hicieron pero esto hay que trabajarlo. Si seguimos condenando a jóvenes, esos son los futuros delincuentes”, concluyó.
Un delincuente muerto a tiros
Menos de un día después, en la localidad matancera de Rafael Castillo, un efectivo de la Policía Federal mató a tiros con su arma reglamentaria a un motochorro que lo quiso asaltar cuando caminaba vestido de civil a menos de 10 cuadras de su casa. En la misma secuencia, el agente también hirió a otro delincuente y logró que lo detuvieran.
Según confirmaron fuentes judiciales a Infobae, el hecho ocurrió en la esquina de las calles Comandante Granville y Soldado Sosa, donde Víctor Emanuel Garza, un policía de 26 años que presta servicio en la División Custodias Estratégicas de la Federal, fue abordado por dos jóvenes a bordo de una motocicleta con intenciones de asaltarlo.
De acuerdo con los primeros datos de la investigación que lleva adelante el fiscal Federico Medone, titular de la UFI Temática Homicidios de La Matanza, el acompañante saltó de la moto con un revólver y fue entonces que Garza repelió el ataque con su arma reglamentaria marca Pietro Beretta calibre 9 milímetros y lo abatió. Segundos después le disparó también al delincuente que manejaba la moto y logró herirlo.
Según las fuentes consultadas por este medio, el motochorro que aún está con vida fue identificado como Facundo Leonel Díaz, un joven de 21 años con domicilio en Laferrere. La identidad del cómplice abatido se desconoce. En el lugar la policía bonaerense incautó el arma de los ladrones, un revólver calibre 22 Doberman y la moto en la que desplazaban. De acuerdo con las averiguaciones de los investigadores, ese vehículo marca Rouser tenía un pedido de secuestro desde el 30 de diciembre pasado por parte de la UFI N° 2 de Esteban Echeverría.
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