Ayer jueves por la mañana, un mensaje captado en una escucha telefónica permitió a la Policía de la Ciudad capturar un camión en la desembocadura de la autopista Illia en Retiro que venía de Misiones con 185 kilos de marihuana paraguaya prensada de calidad, oculta entre sus muebles y bultos con ropa. El dato fue obtenido días antes en el marco de otro expediente. Decía, simplemente, que entre los días 5 y 6 de enero vendría un camión de mudanza desde Misiones con un cargamento de hierba.
Así, tras apostar controles en varios accesos a la Capital Federal, lo encontraron: el camión reunía todas las características anunciadas en la escucha. Detuvieron a su chofer, un hombre de 47 años de la zona de Villa Cabello en esa provincia, un punto de la periferia de Posadas, cercano al rio Paraná, conocido en el mapa nacional de los movimientos de marihuana. Los perros de la fuerza fueron convocados tras las primeras sospechas y comenzaron a ladrar a diversas cajas empacadas con cinta.
Los investigadores del caso, que fue enviado al Juzgado N°1 de María Romilda Servini, que autorizó el procedimiento, estiman que la hierba estaba orientada al mercado de menudeo de las villas 31 Bis y la Zavaleta.
El operativo fue realizado por el Departamento Lucha Contra el Crimen Organizado de la fuerza porteña, abocado hace varios años a incautar grandes movimientos de marihuana dirigidos a la Capital Federal con causas a cargo del Juzgado N°4 de Ariel Lijo y el secretario Diego Arce. Fuentes del caso estiman a Infobae un costo de base en Paraguay de poco más de cinco mil dólares el bulto general, dada su calidad. Luego, un intermediario podría venderlo en villas porteñas a 40 mil pesos el kilo, para menudear cubitos de dos gramos a 200 pesos cada uno. El número bruto final por kilo puede ascender a cien mil pesos, ya en modo de menudeo. La commodity ilegal más repetida del continente sigue siendo un negocio redondo, los narcos porteños siguen apoyándose en la marihuana paraguaya para resolver la demanda a gran escala.
Se cree que el nuevo lote, dado su tamaño, no corresponde a un gran narco, que sería una bajada para traficantes menores. Hubo historias más grandes.
En agosto de 2021, la división Lucha Contra el Crimen Organizado arrestó al brasileño Carlos Biazuz, traicionado por un informante. Lo capturaron en Entre Ríos sobre el kilómetro 27 de la ruta nacional 14, al filo de la provincia de Buenos Aires, mientras intentaba cruzar el puente de Zárate. El camionero intentó escapar el seguimiento del escuadrón de brigadas; fuentes del caso aseguraron a Infobae que conducía su carga con vehículos de apoyo que luego huyeron.
Arrestaron al conductor y constataron su identidad, un número de documento brasileño ligado a Carlos figura en el sumario policial del día. Luego, los detectives treparon al acoplado del Scania. Lo que hallaron era pura planta: 2700 panes de hierba, 2070 kilos
El Juzgado Federal N°4 de Ariel Lijo con el secretario Diego Arce investiga desde hace tiempo las líneas de provisión y los convoys que alimentan al negocio de transas de las villas porteñas, con detenciones como la de Ramón Maximiliano Aguilar, un reincidente arrestado en Villa Ortúzar en agosto de 2020 con diez kilos de cocaína ocultos en su auto que ya había sido condenado en 2014 por integrar una banda dedicada a comprar y reacondicionar camionetas robadas para canjearlas por droga.
En marzo de 2021, Lijo logró otro golpe con la Policía porteña, cuando detuvieron en la zona de Cardales a otro chofer brasileño que llevaba otro de los lotes más grandes de la historia reciente, más de cinco toneladas de hierba.
“Esta investigación pudo evitar que la droga se fraccione y comercialice dentro de los barrios vulnerables de nuestra Ciudad. Como decimos siempre, la droga es una pandemia silenciosa que destruye familias y es por eso que estamos trabajando incansablemente para que los narcotraficantes estén presos y las drogas lejos de nuestros vecinos”, sostuvo sobre el nuevo operativo el ministro de Justicia y Seguridad, Marcelo D´Alessandro, al tiempo que remarcó “ya llevamos cerrados más de 50 bunkers y no vamos a descansar hasta que no quede ninguno”
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