El femicida Fernando Farré, una nueva denuncia y otro traslado: ya pasó por más de 7 cárceles

Estaba alojado en el penal de Bahía Blanca pero aseguró que sufrió agresiones, extorsión y abuso por parte de otros presos. Ordenaron que sea derivado a otra prisión

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Fernando Farré
Fernando Farré

El femicida Fernando Farré cumple en una cárcel de Bahía Blanca la pena de prisión perpetua por el crimen de su mujer, Claudia Schaefer, ocurrida en 2015 en un country de Pilar. En las últimas horas se conoció que el condenado será trasladado a otro penal con un régimen cerrado de alojamiento, tras una serie de denuncias que presentó por agresiones, extorsión y abuso por parte de otros presos.

La decisión de trasladar a Farré fue adoptada por el juez de feria del Tribunal Oral en lo Criminal N°7 de San Isidro, Alejandro Lago, en respuesta a un habeas corpus que presentó el femicida, y su traslado se concretará en las próximas horas.

Farré está alojado en una celda de aislamiento de la Unidad N°4 de Bahía Blanca y, si bien se plantearon distintas variables para el traslado a unidades penitenciarias de San Martín, todo indica que finalmente será derivado a Unidad N°41 de Campana, bajo un régimen de alojamiento cerrado, idéntico al que tiene hasta hoy.

La decisión fue adoptada ayer tras una audiencia realizada de manera virtual donde Farré expresó al juez Lago que, en la actualidad se encuentra alojado “en el sector de buzones, aislado desde hace 48 horas”, debido a que el lunes pasado fue atacado a golpes por dos internos, a quienes identificó con nombre y apellido.

Fernando Farré asesinó a su ex mujer, Claudia Schaefer cuando negociaban el divorcio y la división de bienes
Fernando Farré asesinó a su ex mujer, Claudia Schaefer cuando negociaban el divorcio y la división de bienes

Además, explicó que sufrió episodios de abuso sexual y extorsiones por parte de otros presos que lo obligaron a aportar “cien mil pesos” a través de una transferencia bancaria realizada por un familiar suyo, “a los fines de comprar ocho lechones, dos corderos, pollo y fruta” para la cena que se realizó a fin de año último. Incluso, se difundió una foto de Farré con la comida… No se lo veía muy enojado.

Más de una denuncia

No es la primera vez que Farré hace este tipo de denuncias. En 2018, cuando estaba alojado en la Unidad 48 de San Martín, primero aseguró que otro interno del pabellón 6, donde estaba alojado hasta ese momento, le tiró agua hirviendo. “Evidentemente está teniendo problemas de convivencia”, comentó una fuente del SPB. Lo trasladaron al módulo 3.

No faltaría poco para que hiciera una nueva denuncia. Contó que otro preso se acercó a la puerta del módulo y lo llamó. Él hizo caso y fue. “Te voy a matar. Voy a aprovechar la salida del fumigador o de cualquier otro, voy a entrar a tu pabellón y te voy a matar”, aseguró que fue la amenaza.

Tras constatar que no tenía lesiones ni hallar la faca con la que lo habría amenazado, lo trasladaron. Primero fue a la cárcel de General Alvear.

En diciembre de ese 2018, desde el penal de Florencio Varela, Farré hizo otra denuncia. Esta vez no era él la víctima, sino uno de los fiscales de la Fiscalía General de San Isidro, Patricio Ferrari: aportó el dato con el que desbarataron el plan del ex Cadillacs Ignacio Pardo Paso (52), o Naco Goldfinger, para cometer el atentado al investigador criminal.

Aunque quizá lo hizo para protegerse aún más. Farré aseguró que Pardo Paso lo iba a matar tras su testimonio y su abogado pidió el beneficio de la prisión domiciliaria. No se la dieron.

Fernando Farré e Ignacio Pardo Paso
Fernando Farré e Ignacio Pardo Paso

“Así te vamos a matar”, contó Farré que un preso de apodo “Viruta” le gritó de celda a celda en la prisión de Florencio Varela, mientras le mostraba la pantalla de su teléfono celular, que transmitía una golpiza en otra prisión bonaerense. El femicida denunció ante la Justicia una nueva amenaza que, según su versión, es producto de haber desbaratado el plan de Naco.

Aunque los investigadores requisaron las celdas del penal y no hallaron los elementos descriptos por Farré -como el teléfono celular que proyectó la paliza- las autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense tomaron una medida preventiva: fue trasladado al penal de Dolores, una cárcel de máxima seguridad.

Para abril de 2019 estaba en el penal de Bahía Blanca. “Te vamos a matar, gato. De acá no salís”, denunció en mayo Farré que escuchaba a menudo en su paso por “buzones” –celdas de aislamiento– de las distintas cárceles a las que lo van trasladando, como medida de seguridad para proteger su vida: son calabozos individuales de 2 por 3 metros, destinados esencialmente a resguardar su integridad física.

La Plata, Dolores, Florencio Varela, General Alvear, Azul, Bahía Blanca, Lisandro Olmos fueron algunos de los que visitó desde que lo condenaron por matar a su mujer.

En abril de 2020, en plena pandemia y cuando los condenados pedían domiciliaria por COVID-19, la Justicia le rechazó otorgarle ese beneficio. Lo hizo el juez Esteban Andrejín, del Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Isidro.

Otros tiempos, cuando se codeaba con los famosos
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La defensa había planteado que, a partir de su cuadro de hipertensión, dislipemia, depresión crónica, hernia de hiato y una serie de internaciones previas, el condenado estaba en una situación de riesgo de muerte ante una eventual infección por COVID-19. Sin embargo, en su resolución, el juez Andrejín consideró que las afecciones de salud que tiene Farré no alcanzan para otorgarle el beneficio.

Para junio de 2020, a Farré le secuestraron dos celulares que tenía en la cárcel y que utilizaba para hostigar por redes sociales a testigos, a la hermana de Claudia Schaefer y hasta a una de sus hijas.

La denuncia fue hecha por la fiscal de la causa, Carolina Carballido Calatayud, y por la querella y el juez Esteban Andrejin, del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de San Isidro ordenó el secuestro de los teléfonos. Y el allanamiento se produjo en una celda del sector B del módulo de la Unidad 4 de Bahía Blanca.

2022

Después de un 2021 en el que se llamó a silencio, el 2022 comenzó con una nueva denuncia por agresiones, extorsión y abuso por parte de otros presos.

Los celulares que le secuestraron
Los celulares que le secuestraron

“Manifestó que se encuentran agravadas sus condiciones de detención por las cuestiones de salud que refirió padecer: arritmia, úlcera sangrante, hernia de esófago, taquicardia, hipertensión arterial, elevado colesterol, siendo que a nivel psiquiátrico manifestó padecer depresión crónica profunda y trastornos del sueño” y dijo que “no le suministran diversos medicamentos, como ser antidepresivos”.

Si bien la expectativa del imputado era lograr algún tipo de beneficio en sus condiciones de alojamiento, el juez Lago ordenó se traslado a otra cárcel bajo el mismo régimen actual.

El magistrado pidió además al Servicio Penitenciario que “realice un amplio reconocimiento médico” de Farré, “tendiente a determinar su estado de salud actual, como así también presente lesiones, y en su caso, se consigne data, mecanismo de producción, carácter de las mismas, diagnóstico, pronóstico y tratamiento a seguir”.

Por otra parte, en las últimas horas el femicida protagonizó con su abogado defensor Jorge Césaro una serie de denuncias cruzadas que llevó al letrado a dejar de ejercer la defensa.

Césaro dijo que Farré “evidencia una gravísima disminución de sus facultades mentales, hecho que se exterioriza en conductas compulsivas y un discurso delirante, síntomas característicos de la psicosis, que son producto de la alienación mental que padece”.

Farré tiene más de siete traslados dentro del SPB (NA)
Farré tiene más de siete traslados dentro del SPB (NA)

Y el femicida denunció a su abogado “por amenazas, calumnias e injurias e incumplimiento de sus funciones”.

El caso

El femicidio de Schaefer (44) fue cometido el 21 de agosto de 2015, cuando la mujer fue junto a su abogado a la casa de fin de semana que el matrimonio alquilaba en el country Martindale de Pilar para retirar sus pertenencias.

El encuentro se realizó en el marco de un conflictivo divorcio que incluía una denuncia de la víctima en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia y una exclusión de hogar del imputado del domicilio que compartían en el barrio porteño de Recoleta.

Cuando Schaefer fue al vestidor de la casa a retirar su ropa, Farré entró detrás de ella, cerró la puerta con llave y la atacó con dos cuchillos que previamente sacó de la cocina.

Según la autopsia, Farré le ocasionó con golpes y cuchillos un total de 74 lesiones, de las cuales 66 fueron heridas de arma blanca, y la causa de la muerte determinó que fue degollada.

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