Atraparon a un falso médico mientras hacía una cirugía en una habitación llena de perros en Constitución

La Policía Federal lo detuvo cuando operaba a una mujer, que debió ser trasladada al Hospital Durand. El detenido se presentaba como cirujano plástico y solo tenía el título de instrumentador quirúrgico

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Un falso médico fue detenido este viernes en el barrio porteño de Constitución mientras realizaba una cirugía a una mujer. El operativo fue llevado a cabo por la Policía Federal Argentina. El hombre se presentaba como cirujano y realizaba intervenciones quirúrgicas en un consultorio trucho de la Ciudad de Buenos Aires.

Los investigadores comprobaron que el falso médico (su apellido es Galván, informaron fuentes policiales) solo tenía una matrícula que lo habilitaba como instrumentador quirúrgico. Pero se presentaba como médico cirujano y diagnosticaba y realizaba tratamientos estéticos de todo tipo en un consultorio sin habilitación.

Los perros del falso médico
Los perros del falso médico

Este viernes, agentes de la Policía Federal Federal detectaron al médico en plena intervención quirúrgica a una mujer que, al momento de la entrada de los policías estaba semi inconsciente. La víctima del médico trucho fue atendida por el SAME y trasladada al Hospital Durand, en el barrio de Caballito.

Uno de los aspectos más asombrosos y aterradores del allanamiento fue que el hallazgo de los detectives de tres perros en el mismo lugar donde el médico realizaba su operación. “Al correr la camilla donde estaba acostada la paciente salieron debajo de la mismas perros que se encontraban descansando”, comentó una fuente policial.

El material que fue secuestrado
El material que fue secuestrado del consultorio del falso cirujano de Constitución.

Además de la detención del falso médico, la Policía clausuró el consultorio trucho, ubicado en la calle Pasco al 1400, y secuestró medicamentos, entre los que había anestesias para realizar las cirugías, prótesis mamarias y otros elementos para el ejercicio ilegal de la medicina, además de una importante cantidad de material patogénico.

La investigación fue realizada por la PFA junto al Cuerpo de Investigación Judicial, la Unidad Operativa Fiscalización Integral y la Agencia de Protección Ambiental. Todo comenzó cuando semanas atrás el Departamento de Delitos Ambientales de la Federal recibió una denuncia sobre la existencia de bolsas de basura en la vía publica con gasas ensangrentadas y jeringas usadas.

El falso médico está acusado
El falso médico está acusado del delito de usurpación de título

La Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), a cargo de Carlos Rolero Santurian, dispuso las investigaciones correspondientes y los detectives comprobaron que los residuos patógenicos eran arrojados todos los días desde un domicilio donde funcionaba un consultorio. Así, comprobaron que allí se practicaban intervenciones quirúrgicas ilegales.

El fiscal interino, Hernan Biglino, ordenó la detención del falso médico ante el delito en flagrancia de usurpación de título. Según el Código Penal, tiene una pena de hasta un año de prisión, por lo que es excarcelable.

El Secretario de Cámara de la UFEMA, Ricardo Bomparola, señaló que el imputado sólo contaba con el título de instrumentador quirúrgico, que no lo habilita a la práctica médica que exige título habilitante. La detención se comunicó al Juzgado 4, a cargo de Rocío Di Muro.

En el procedimiento también participaron la Dirección General de Fiscalización y Control, y la Dirección General de Control Ambiental del gobierno porteño, que ordenaron la clausura del lugar por no contar con la habilitación correspondiente y por generar residuos patogénicos.

Un hecho similar ocurrió en agosto del año pasado, cuando un grupo de policías tocó el timbre de un domicilio ubicado en calle Bynnon al 3100, en la localidad bonaerense de José Mármol, partido de Almirante Brown. Preguntaron por el doctor Marcos Saavedra Puyen, oriundo de Perú, más conocido en la zona como “el médico del pasillo”, ya que atendía en una casa tipo “chorizo”. Puyen, de 69 años, abrió la puerta y los efectivos le mostraron una orden de allanamiento por el delito de ejercicio ilegal de la medicina.

Una vez adentro del consultorio, los policías comenzaron a inspeccionar el lugar. Allí hallaron medicamentos, recetarios y sellos apócrifos. Incluso, estetoscopios, jeringas, tensiómetros y hasta carteles que colgaba en el ingreso de su domicilio cuando no se encontraba en el lugar: “El médico no vuelve hasta mañana 9 horas. Disculpe las molestias. Gracias”.

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