Nicolás Agustín Ramírez (24) se desempeñaba como cabo de la Fuerza Aérea en el Grupo de Instrucción de Instrucción y Vigilancia Aérea (GIVA) de la base de Merlo. Desde el lunes está detenido, acusado por el homicidio con dolo eventual de Emily Morena Paz (10), atropellada por un motociclista que hacía Wheelie (piruetas en una rueda). Este miércoles, el cabo Ramírez fue indagado por la fiscal del caso y, según pudo saber Infobae de fuentes de la investigación, no se calló.
Acompañado por un abogado particular, negó su participación en el crimen de la nena pero sí dijo que el domingo de la tragedia pasó por ese lugar a bordo de la moto Zanella ZR 150 CC que le prestó su amigo y que, según los investigadores, está involucrada en la muerte “More”, como le decían a la niña fallecida.
“Contó que iba a un frigorífico de la zona donde hace adicionales de 21 a 6 y reveló que sí perdió la patente de la moto pero que no sabía dónde”, ampliaron las fuentes parte de la indagatoria a Ramírez.
Para entender lo extraño de la declaración del cabo Ramírez hay que retroceder al momento del accidente, el domingo por la noche en la Ruta 40, a la altura de Amado Nervo, en el partido de Merlo, en la zona Oeste del Conurbano. A la nena la mataron cuando regresaba junto a su abuela a su casa tras haber ido a una ceremonia religiosa. El conductor huyó.
En la escena del crimen los peritos hallaron una patente que se correspondía con una Zanella ZR 150 CC y que, según las fuentes, “tenía desprendimiento del metal de la parte superior, donde posee los agujeros de fijación”. O sea, había sido arrancada. Con ese dominio la Policía dio con el titular del vehículo: un Cabo Primero de la Fuerza Aérea, con asiento en la base militar de Merlo.
Pero los investigadores descubrieron que el dueño de la moto estaba vacaciones desde el 28 de diciembre de 2021 en Jujuy y no regresaba hasta el 22 de enero. También establecieron que le había dejado la Zanella a un compañero del GIVA, el cabo Ramírez.
Las cámaras de seguridad del GIVA completaron la secuencia que necesitaban los investigadores. Allí se vio al ahora detenido salir con la moto, que tenía la patente colocada, del predio de la Fuerza Aérea a las 9.10 del domingo pasado.
Este lunes incautaron la Zanella en la base: “Con números de motor y chasis coincidentes, sin la chapa patente y con restos de metal adheridos a los tornillos de fijación, sin espejos retrovisores, con manillar derecho quebrado y abolladura en llanta delantera”.
También se llevaron el casco y la llave de la moto. Y a Ramírez arrestado, aunque estaba la sospecha latente sobre si realmente había sido el conductor de la Zanella que atropelló y mató a la nena. El martes, la fiscal le imputó el delito de homicidio con dolo eventual y quedó formalmente detenido. El acusado pidió una prórroga de 24 horas para ser indagado porque quería un abogado particular.
La fiscal Paula Salevsky, a cargo de UFI N°4 de Morón, lo indagó este miércoles. Ramírez aceptó declarar y no tuvo reparos en reconocer que siempre tuvo la moto de su amigo con él, que incluso ese domingo de la tragedia la usó para ir al frigorífico donde hace horas adicionales; y dijo: “No sé dónde perdí la patente”.
“Una cosa es perder la patente y otra es que sea arrancada”, deslizaron los investigadores. Por lo pronto, el cabo Ramírez seguirá detenido ya que la fiscal tiene 30 días para pedir la prisión preventiva: serán tiempos de pericias varias para probar que conducía la moto, como sospechan.
“Mi sobrina cruzó la ruta como corresponde. Pasó del otro lado, entre el zanjón y la calle, y vinieron dos personas en moto, sin luces, que la atropellaron, la mataron y la dejaron tirada. Encima se dieron a la fuga”, reclamó el tío de la víctima en diálogo con Telenueve.
Es que, según algunos testimonios recogidos por los investigadores en el lugar del crimen, en la moto viajaría dos personas: un hombre al volante, que para la investigación fue Ramírez, y una mujer de acompañante que se habría caído del rodado por el choque, pero que luego se levantó, se subió a la Zanella ZR 150 CC y huyó.
“Por eso, además de relevar las cámaras de seguridad, se chequean en hospitales locales para dar con esa presunta acompañante”, detallaron fuentes de la investigación y dijeron: “La moto venía sin luces y como haciendo Wheelie”.
A More la mataron cuando salía de misa junto a su abuela, Julia Carmen Barboza, y el conductor de la moto, ni la presunta acompañante, le brindaron asistencia: huyeron del lugar. Por eso, finalmente, la fiscal se inclinó por el agravante del dolo eventual.
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