(Pinamar, Enviado Especial)
Una turista de 34 años, oriunda de Corrientes, murió este miércoles en Pinamar cuando el cuatriciclo que conducía se dio vuelta en un médano en el extremo Norte de la ciudad, en el límite con Costa Esmeralda. La víctima iba junto a sus dos hijos de 2 y 7 años, y a una amiga de 36 años.
Uno de los chicos resultó ileso, mientras que su hermanito y la amiga de la víctima sufrieron politraumatismos leves y fueron trasladados al hospital municipal.
Los tres fueron despedidos cuando el cuatriciclo roló por el médano. El vehículo aplastó a la mamá de los chiquitos, que murió en el acto.
Fuentes de la investigación consultadas por Infobae identificaron a la víctima como Agustina Queirel, oriunda de la capital correntina. María Emilia, la amiga, que también es de Corrientes y que trabaja en una droguería en esa provincia, “sufrió un golpe en una de sus piernas”.
“Uno de los nenes tiene un golpe en el pecho pero está bien y su hermanito resultó ileso”, según confiaron a este medio fuentes del caso en el hospital municipal donde los atendieron.
Sin embargo, luego a María Emilia la trasladaron a la Clínica del Bosque, que queda a cuatro cuadras del hospital municipal.
El accidente ocurrió este miércoles, alrededor de las 16.30. Agustina, sus dos hijos y su amiga viajaban en un cuatriciclo Cforce 625, que en el mercado ronda los 30 mil dólares.
Las fuentes consultadas por este medio dijeron que la víctima “cruzó del lado prohibido de circulación en la parte privada de los médanos, fuera del cordón seguro”.
El cuatriciclo que conducía Agustina “se dio vuelta cuando subía un médano” y la joven mamá murió en el acto: el vehículo se le cayó encima. “No tenía casco”, ampliaron las fuentes.
La víctima estaba alojada en Costa Esmeralda y, según explicó Esteban Maggi, Jefe de Seguridad de Playas de Pinamar, en diálogo con TN, el accidente se produjo “en un predio privado en el Norte de la ciudad y conducían sin elementos de contención”.
Y amplió que María Emilia “está fuera de peligro“ y dijo que los chicos “fueron revisados por personal médico y no revisten gravedad”.
Maggi remarcó que en la zona hay controles, señalización, policías y personal de seguridad para impedir estos accidentes: “Tenemos una saturación de vehículos importante, y la gente no hace caso a las indicaciones del personal destacado en el lugar”.
Se calcula que cada temporada de verano circulan en el balneario 25 mil vehículos de playa, concentrados mayormente en la franja conocida como “La Frontera”, que limita con el Partido de la Costa y se extiende a lo largo de más de siete kilómetros.
Se trata de una zona de médanos con pocos paradores, donde suelen repetirse incidentes y donde el control público es limitado, ya que parte de la zona donde circulan los rodados es propiedad privada, lugares a los que el Estado no puede llegar.
En Pinamar, cada conductor debe llevar puesto el casco, tener la licencia de conducir con la categoría respectiva (existe desde el 2 de enero de 2019 y los conductores deben realizar una prueba de manejo en las pistas habilitadas), comprobante de titularidad de dominio (mediante cédula o título y/o factura de compra conjuntamente con certificado de importación en el caso de corresponder por el tipo de vehículo), comprobante de seguro vigente y al día. Además, todos los cuatriciclos y UTV deberán portar una antena de dos metros de largo con un banderín en la parte superior que sirva para que los conductores puedan identificarse entre las subidas y bajadas de los médanos.
Los artículos 38, 40, 77 y concordantes de la Ley Nacional de Tránsito 24.449 establecen multas por “falta o suspensión de licencias, falta de seguros, falta de casco, conducción en estado de intoxicación alcohólica, escapes no permitidos, menores conduciendo, exceso de ocupantes permitidos, circulación por áreas no permitidas, conducción o maniobras peligrosas y/o cualquier conducta que ponga en riesgo la salud de conductores y peatones”.
Ante la tragedia en Pinamar, fuentes de la investigación explicaron que, “en estos casos, cuando la responsabilidad es del propio conductor, no hay delito. La intervención de la Justicia Penal en principio es para despejar si hay delito o no”. Por eso le dieron intervención en un primer momento al fiscal Juan Pablo Calderón.
Y concluyeron: “Para que haya un delito penal tendría que intervenir un tercero, por ejemplo, otro que manejaba. Y, con respecto a las lesiones, podría existir el delito de lesiones culposas pero al fallecer el imputado automáticamente hay sobreseimiento por extinción de la acción penal”.
(Fotos: Gustavo Gavotti)
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